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Más allá de la candidatura que represente al sector en las elecciones presidenciales en noviembre de este año, una de las principales preocupaciones que ronda entre algunos pensadores de centroderecha es la falta de nitidez del proyecto político que Chile Vamos buscará ofrecer al país.
Enero es un mes clave para la exalcaldesa Evelyn Matthei, no solo porque será proclamada oficialmente como candidata presidencial por los dos principales partidos de Chile Vamos –RN lo hará en su consejo general este sábado y la UDI una semana después– sino porque, además, el cierre del año legislativo perfilará los principales temas que se tomarán la agenda a partir de marzo, como el devenir de la reforma previsional y los cambios al sistema político.
Por otro lado, según han declarado diferentes representantes de la oposición, quedará abierta la posibilidad de una primaria en la derecha, donde Matthei corre con ventaja para enfrentar en primera vuelta a otros exponentes que no se sumarán a esta instancia, como José Antonio Kast (Partido Republicano) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario).
En ese sentido, el cómo la exministra del Trabajo se posicione frente a los grandes temas será fundamental para consolidar su liderazgo, cuando aún quedan 10 meses para la elección presidencial.
En ese contexto, la militante UDI ha dado a conocer propuestas en materia de seguridad y control fronterizo, además de una cuestionada intervención en el debate previsional en semanas claves para la negociación, advirtiendo sobre “consecuencias graves no buscadas” del informe de la mesa técnica.
Lo anterior causó incomodidad en algunos sectores de Chile Vamos por no mantener un diálogo previo con los senadores que están en la mesa de negociación. Si bien hasta ahora no ha entregado detalles sobre sus reparos al proyecto, será inevitable que la candidata presidencial explicite su posición una vez que la reforma logre ser despachada desde Senado, en miras al complejo debate que tendrá la Cámara de Diputadas y Diputados.
No obstante, analistas del sector coinciden en que pese a los temas que pondrán a prueba la transversalidad del liderazgo de Matthei, no existe otro nombre de peso capaz de competir con su figura ya consolidada.
En conversación con El Mostrador, el antropólogo e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, Pablo Ortúzar, indicó que “en política 10 meses son una eternidad, pero si se mantiene la demanda ciudadana actual por buena gestión sin estridencia, probablemente se consolide su candidatura, pues no se ve a nadie más que calce esa talla”.
En esa línea, Ortúzar afirmó que los focos programáticos que ha instalado hasta el momento en materia de seguridad buscan “disputarle a Republicanos su bandera más querida, que es la del control fronterizo. Ganar una posición fuerte en ese ámbito empuja a Kast a subir la apuesta planteando centros de detención y a Kaiser a proponer deportaciones masivas imposibles de concretar”.
Por su parte, el académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, calificó “de manual” las acciones de Matthei en esta etapa de precampaña.
“Con vistas a una primaria del sector, la lógica indica que se debe mover a la derecha primero y luego a otros espacios políticos. Es cierto que el mayor peligro es quedar atrapada en ese espacio, pero ahí veremos su capacidad política. De ahí que se pueda explicar los temas que ha escogido, como la seguridad, las fronteras y la migración”, dijo.
Poco antes de fallecer, el expresidente Sebastián Piñera había activado conversaciones con sus colaboradores más cercanos con el fin de comenzar a construir un arco amplio en la derecha para enfrentar el próximo ciclo electoral, desde el Partido Republicano hasta Amarillos y Demócratas.
El exmandatario se perfilaba como el principal articulador del sector, con el fin de revisitar el espíritu que impulsó su primera presidencia, marcado por el simbólico hito que representó el retorno democrático al poder de la centroderecha, por primera vez después de la dictadura.
Casi un año después, y con Evelyn Matthei ya instalada como la principal carta del sector para regresar a La Moneda, uno de los desafíos para Chile Vamos será dotar de musculatura a la opción presidencial.
En agosto del 2024, el presidente de Renovación Nacional, el senador Rodrigo Galilea, anunció que las colectividades retomarían las vocerías únicas a cargo de los timoneles de la UDI, Evópoli y RN. Previo a las elecciones municipales y regionales, la intención del bloque era volver a tener una coordinación de cara a los desafíos políticos y replicar el modelo que tuvieron en 2017, cuando Chile Vamos activó el plan para instalar la entonces candidatura presidencial de Sebastián Piñera.
En esa línea, el liderazgo de la economista y exsenadora de la UDI será puesto a prueba, no solo como articuladora de su coalición, sino que también con miras a construir transversalidad en el arco amplio de la derecha. “Necesitamos la unidad para ganar la presidencial y también para tener mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados”, dijo la exalcaldesa de Providencia en una carta enviada a la militancia de Renovación Nacional, previo a su consejo general de este sábado, en agradecimiento por los patrocinios conseguidos para proclamar su candidatura.
“Matthei ha venido trabajando en esta candidatura desde hace meses, desde que anunció que no iría a la reelección (como alcaldesa). Esto le ha permitido ir estrechando puentes con los distintos partidos que conforman Chile Vamos. Tiene a todos los think tanks vinculados a los partidos de esta coalición trabajando en ideas para su futuro programa de gobierno. Con solo este hecho ha logrado avanzar mucho en la lógica de buscar más transversalidad”, señaló el vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD, Rodrigo Arellano.
Asimismo, el analista agregó que “si bien ella es militante de la UDI, es conocida su cercanía con Evópoli y con muchos parlamentarios y alcaldes de RN. Incluso, si uno compara la primera apuesta presidencial del expresidente Piñera con la apuesta actual de Matthei, creo que ella ha logrado mayor consenso (en Chile Vamos)”.
Más allá de la candidatura que represente al sector en las elecciones presidenciales en noviembre de este año, una de las principales preocupaciones que ronda entre algunos pensadores de centroderecha es la falta de nitidez del proyecto político que Chile Vamos buscará ofrecer al país.
“Existe mucha preocupación en distintos círculos donde me muevo respecto a la debilidad del proyecto de centroderecha. (…) La gran pregunta pendiente es cómo pretende hacerse cargo el sector del desajuste entre instituciones y sociedad producido por la modernización capitalista chilena y la emergencia de la nueva clase media”, señaló el investigador del IES, Pablo Ortúzar.
Y agregó: “La centroderecha sigue atrapada en una especie de nostalgia literal por los 90, mientras los republicanos anhelan 1985, y Kaiser, 1975. No logra cuajar una visión de futuro que se haga cargo de los enormes cambios sociales del Chile de los últimos 30 años y sus esperanzas democráticas. Con puro crecimiento y seguridad como valores rectores ya sabemos que no alcanza”.
En ese mismo sentido, el filósofo y académico de la Universidad Diego Portales, Hugo Herrera, indicó que “ninguna elección será propiamente exitosa, si la centroderecha no es capaz de conseguir lo que en dos oportunidades no ha conseguido: darle continuidad a un proyecto político, triunfando en las elecciones presidenciales inmediatamente siguientes”.
“La gran debilidad de la centroderecha, hoy, es lo que se ha llamado el discurso o el relato. Es decir, perfilar una visión nacional asentada en fundamentos justificados. Una visión política, no solo económica o meramente moral, capaz de convencer y servir de base de políticas públicas. Ese discurso político está todavía pendiente”, advirtió Herrera.
En ese sentido, el analista afirmó que “todavía hay poderes fácticos, como Libertad y Desarrollo, sectores recalcitrantes que quedan aún en la UDI y otros lugares, que se oponen a una renovación del discurso de la centroderecha y se mantienen anclados en un esquema economicista. Pero ese discurso aún no ha sido parido. Aunque se halla aquí y allá incipientemente, carece de una presencia hegemónica, no ha cuajado”.
Por otro lado, más allá del debate de fondo, las primeras propuestas instaladas por Evelyn Matthei apuntan claramente a la seguridad como el gran foco que atravesará la construcción de su programa, como espacio en disputa con la ultraderecha.
“Las dos ideas centrales que la centroderecha siempre ha promovido serán claves a la hora de instaurar un relato: crecimiento económico y seguridad. Estos ejes siempre han sido temas que al sector le quedan muy cómodos, y la agenda de necesidades del país parece instalarlos como los temas de relato más allá que cualquier otro”, dijo el académico de la UDD, Rodrigo Arellano.
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