El abogado del Sindicato Nacional Interempresas de Faeneros de Chile (Fadechi) cuestionó el rechazo al proyecto Dominga, destacando la necesidad de conciliar desarrollo económico y protección ambiental. Llamó a priorizar el mundo laboral como eje central de la izquierda.
El expresidente del Partido Socialista y exministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, cuestionó duramente la decisión del Comité de Ministros de rechazar, por tercera vez, el proyecto minero portuario Dominga.
En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, el abogado del Sindicato Nacional Interempresas de Faeneros de Chile (Fadechi) reiteró que la resolución es un “desacato” del Gobierno a la sentencia del Tribunal Ambiental, que había ordenado revisar el proyecto bajo criterios técnicos específicos.
“El Gobierno es prisionero de sus palabras, tan simple como eso. En su campaña hicieron un planteamiento muy categórico”, afirmó. Según el exministro, esta postura limita la capacidad del Ejecutivo para tomar decisiones pragmáticas que concilien desarrollo económico y protección medioambiental.
Además, Andrade acusó un doble estándar en el manejo de proyectos estratégicos, al destacar que otras iniciativas, como el acuerdo entre Codelco y Soquimich en el salar de Atacama, no enfrentan el mismo nivel de escrutinio. “Lo que me causa extrañeza es el doble estándar: para unas cosas sí, para otras no. Por ejemplo, el proyecto Cruz Grande, que está más cerca de la Dama, no tiene problemas”, cuestionó.
El exdiputado también reflexionó sobre cómo las prioridades del Gobierno han marginado a los trabajadores en el debate público. Andrade hizo un llamado a revalorizar el mundo laboral como eje central de la izquierda: “Se nos ha olvidado la identidad central de la izquierda, que es el mundo del trabajo. Reconozcamos todas las identidades, pero la centralidad está en el mundo laboral”, sentenció.
En este sentido, destacó la necesidad de abordar las desigualdades con un enfoque de clase, incluso dentro de las agendas progresistas. “No es lo mismo el feminismo en La Pintana que en Las Condes. No es lo mismo cuando las mujeres están preocupadas de cuántos directores, cuántas mujeres entran a los directorios de las empresas, que respecto al problema que tienen las mujeres de brutalidad sexual o de violencia en La Pintana. No es lo mismo. Hay un punto de clase también allí”, agregó.
Andrade también se mostró crítico respecto al manejo de los recursos naturales del país y la capacidad del Estado para garantizar un desarrollo sostenible que beneficie a todos. Consideró que las decisiones actuales priorizan más las presiones políticas que los criterios técnicos o el bienestar colectivo. “Tal vez porque tengo tantos años de militancia en el socialismo, recuerdo que uno entra al Partido Socialista para defender la causa de los trabajadores”, expresó.
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