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Foto: AgenciaUNO
Pese a reparos del empresariado y la oposición de la extrema derecha, el acuerdo entre el Gobierno y Chile Vamos aumenta la probabilidad de aprobar el proyecto. Expertos cercanos a sectores tradicionales y a las AFP han valorado el pacto. La discusión continúa este fin de semana en el Congreso.
Ayer, el Gobierno presentó las esperadas indicaciones a su reforma de pensiones, las cuales comenzaron a ser votadas hoy en la Comisión de Trabajo del Senado. En dicha instancia, se acordó continuar durante este fin de semana con el estudio en particular.
Llegar hasta este punto no fue fácil. Largas negociaciones entre el Gobierno y Chile Vamos, marcadas por posturas encontradas dentro del oficialismo y emplazamientos a la candidata presidencial del mencionado sector opositor, Evelyn Matthei, además de la inflexible postura de las AFP y los reparos del empresariado, forman parte del camino recorrido por el proyecto.
Los desacuerdos concluyeron, por ahora, con un acuerdo entre La Moneda y los senadores de RN, la UDI y Evópoli que integran dicha comisión parlamentaria, logrando destrabar los grandes nudos que han persistido durante la última década en el debate sobre pensiones en el país.
Después de 15 años, todo indica que hay una alta probabilidad de que se aprobará la tan ansiada reforma de pensiones. No es la que quería originalmente el Gobierno, sobre todo porque lo acordado deja a las AFP en el corazón del sistema. Además, la CPC, uno de los dos principales gremios empresariales, valora el acuerdo, pero tiene varios reparos y advierten sobre el impacto que podría tener la iniciativa en el empleo.
El impacto en el mercado laboral sería inminente. Sin embargo, voces cercanas a la propia derecha y al mundo empresarial se han encargado de amainar dichas advertencias. Cristián Stewart, director Ejecutivo de Idea País, el think tank socialcristiano desde el que surgió Diego Schalper, diputado y exsecretario general de RN, recalcó este jueves que la reforma, como su implementación será gradual (9 años), evitará que afecte bruscamente en el empleo. Si bien apuntó a una alteración en la salud de la economía, “beneficiará directamente a las familias que hoy necesitan mayores ingresos para mejorar su calidad de vida”.
“La reforma no es perfecta. Nada así ha salido de las manos del ser humano, dijo Andrés Bello. Con todo, muestra oportunidades relevantes”, comentó Stewart al diario La Segunda.
En la oposición, no todos compartieron el entusiasmo. En una derecha fragmentada, las voces del extremo aprovecharon la oportunidad para criticar el acuerdo y marcar diferencias con Chile Vamos.
Donde no quedaron para nada contentos con el acuerdo entre el Gobierno y Chile Vamos es en el Partido Republicano. Parlamentarios de la tienda y hasta su propio candidato presidencial, José Antonio Kast, fustigaron el avance de la reforma, planteando que “los ahorros de tu trabajo ya no serán tuyos” y que los fondos serán usados como “un préstamo forzoso de los trabajadores al Estado”.
La respuesta a los republicanos no llegó de parte del oficialismo, sino del diputado de RN Diego Schalper. “¿Cuándo saldrán de las fake news?”, les dijo, sugiriendo que están “ansiosos” por la irrupción de Johannes Kaiser —del naciente Partido Nacional Libertario y también contrario al acuerdo— en las encuestas.
El mismo Schalper se encargó de explicar que el 6% de cotización adicional con cargo al empleador va “a cuenta del trabajador (0% reparto)”. Y remarcó que “hoy ya se invierte el 20% de los fondos en instrumentos de deuda del Estado. Y el Estado nunca ha dejado de pagar”.
Lo cierto es que ese no fue el primer emplazamiento de José Antonio Kast a Chile Vamos. El fundador del Partido Republicano ya había hecho comentarios sobre Evelyn Matthei y su postura ante la reforma de pensiones del Gobierno, llevando a la carta presidencial de Chile Vamos a hacer cálculos para protegerse de los ataques republicanos.
El pasado 2 de enero, en conversación con Radio Pauta, Kast invitó a los militantes de su partido a no ser parte del acuerdo en pensiones si este considera un “sistema de reparto”. Así, aseguró que Chile Vamos deberá cargar “una mochila” de asumir dicho compromiso, “al igual que (con) el Ministerio de Seguridad”. En esa línea, el exdiputado manifestó que “si hay algo de reparto, si hay un préstamo al Estado, yo espero que Republicanos queden fuera”.
“Estoy convencido que vamos a quedar fuera de esa foto y la gente les va a cobrar ese error histórico de abrir el sistema previsional chileno a que introduzcan el tema del reparto, a que una parte de esos fondos sea administrado por el Estado”, sentenció.
Más allá de las posturas extremas en la derecha, muchos celebraron el acuerdo, incluso desde sectores tradicionales en el ámbito político y la industria.
José Antonio Guzmán, empresario estrechamente vinculado a las AFP (expresidente de Habitat), sorprendió al mostrarse a favor del acuerdo: “Preserva, a mi juicio, los dos elementos básicos que sustento en materia previsional: capitalización individual y libre elección (…) si se termina aprobando así, bien por Chile”, dijo hoy en una carta en El Mercurio.
Guzmán recalcó que, en efecto, el 6% iría, finalmente y gradualmente, a las cuentas individuales de los trabajadores —a su juicio— “más que suficiente para el objetivo planteado”, del cual un 1,5% de la misma, iría transitoriamente (hasta la jubilación) a un fondo a través de la adquisición de bonos transables, emitidos a tasa de mercado, con aval del Estado, que al momento de la jubilación se sumarían también con sus intereses a la cuentas individuales.
Asimismo, según quien también fuera presidente de la CPC (1990-1996), el impacto en el mercado del trabajo es “harina de otro costal, pero que los gremios empresariales han asumido hace ya bastante tiempo”. En palabras de Guzmán, en la arista política del acuerdo, “probablemente sea el único legado que puede dejar el actual gobierno y la mejor contribución social que la oposición puede hacer hoy en esta materia”.
Reforzó la postura a favor del acuerdo el economista David Bravo, expresidente de la Comisión Asesora de Pensiones en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018), afirmando que lo alcanzado entre el Gobierno y Chile Vamos es “la oportunidad” para lograr la reforma al sistema de pensiones.
“¿Por qué valoro positivamente esto? Porque es la oportunidad que tenemos, en este minuto esta es la ventana de oportunidad que tenemos en la Comisión de Trabajo, en el Senado, que también depende de cómo se pueda cerrar esto en la Cámara de Diputados, donde no hay tiempo para vueltas adicionales. Ha pasado mucho tiempo, hemos tenido muchos fracasos, oportunidades que se han perdido”, comentó a Radio Cooperativa.
En el oficialismo, aunque surgieron tensiones a raíz de las declaraciones del exalcalde del Partido Comunista, Daniel Jadue, quien marcó los límites fue el presidente de la colectividad, Lautaro Carmona, quien aseguró el apoyo del partido al acuerdo en pensiones.
Hoy lo reafirmó el diputado Boris Barrera (PC), declarando que “lo importante es que ahora avanzamos en mejorar las pensiones de los actuales y los futuros pensionados, avanzamos en reducir la brecha de las jubilaciones entre hombres y mujeres, viéndose las mujeres mucho más perjudicadas por las lagunas, por los cuidados, por las expectativas de vida. Creo que en eso se avanza. Y en algo también avanzará la propuesta en introducir dentro de esto al Estado”.
Eso sí, el diputado Barrera puntualizó que “la batalla contra las AFP, es la demanda de toda la ciudadanía, es lo que han mostrado las últimas encuestas, nadie quiere que sus ahorros los administre las AFP. Creo que esa es una tarea pendiente y nosotros vamos a tratar de seguir trabajando para que eso se concrete, esa demanda tan esperada de la gente”.
Quienes también valoraron el acuerdo fueron los diputados de Demócratas. La diputada Joanna Pérez, jefa de bancada, llamó a transparentar cifras, datos, “para ver cómo seguimos más allá de este y otro gobierno más”. Enfatizó que valoran que sectores como Chile Vamos quieran llegar a un acuerdo, y lamentaron que haya sectores que están “mucho más en los extremos y que finalmente no quieren que esto prospere”.
“No da lo mismo cualquier acuerdo, estamos disponibles con nuestros votos como lo hicimos en la idea de legislar en la Cámara, pero también que el gobierno cumpla sus compromisos”, precisó la diputada Pérez.
Por su parte, en línea con la postura manifestada ayer por el diputado Schalper, la senadora de Renovación Nacional, Paulina Núñez, destacó los avances logrados en el acuerdo previsional. Asimismo, junto con resaltar las modificaciones propuestas para igualar las pensiones entre hombres y mujeres, subrayó el aumento de la cotización previsional en un 6%, que será financiado íntegramente por los empleadores, “sin un modelo de reparto”.
La senadora Núñez también valoró el acuerdo que permitirá aumentar la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250.000, con un cronograma escalonado que priorizará inicialmente a los mayores de 82 años y, posteriormente, beneficiará a todos los pensionados.
Condicionando su postura, desde la DC, la senadora Yasna Provoste dijo que su voto para el proyecto de pensiones está disponible “si, y sólo si, se da una mejora real a las pensiones de las mujeres con ocho o más años de cotización, llegando al 70% de mujeres”.
Hoy, la Comisión de Trabajo y Previsión Social, presidida por el senador Juan Antonio Coloma (UDI), comenzó la votación de las indicaciones presentadas por el Gobierno al proyecto de ley que crea un nuevo sistema mixto de pensiones y un seguro social en el pilar contributivo, mejora la Pensión Garantizada Universal y establece beneficios y modificaciones regulatorias.
Al inicio de la sesión, se acordó comenzar a revisar los temas “latamente debatidos y los votados ad referéndum; el viernes 17 se realizará un trabajo de conversaciones y análisis técnico, para volver a sesionar el sábado 18 de enero en Santiago y, eventualmente, sesionar el domingo 19 de enero… y si fuera necesario continuar el lunes”, precisó el senador Coloma.
Así, se respaldaron por unanimidad aspectos referidos a seguros de lagunas previsionales; mecanismo de cotización de los independientes, a través de un método, que sigue siendo voluntario, y que busca sumar la cotización de más independientes no obligados, a través de convenios con instituciones financieras que permita pagar automáticamente desde sus cuentas.
También se refrendaron aspectos referidos a aportes de un tercero (familiar); perfeccionamiento de las formas de cobrar las cotizaciones, para hacerlas más eficientes (se crea un sistema único de cobranza de cotizaciones); sin embargo, cabe hacer presente que, sobre cobros, quedaron algunos aspectos pendientes para “despejar” dudas.
Tras un breve receso, la Comisión de Trabajo y Previsión Social retomó el estudio de las indicaciones entrando de lleno al título de las AFP, donde se genera un cambio sustantivo a la situación actual terminando con los multifondos y creando los denominados Fondos Generacionales. En este punto se logró acuerdo, no obstante, se dejó pendiente su votación a la espera de algunas precisiones que no venían incluidas en las indicaciones, pero que sí habían sido analizadas antes.
En tal sentido, se señaló que el texto debe considerar una definición de lo que se entenderá por Fondo Generacional, además de establecer un número mínimo de los fondos que deben quedar establecidos en función de los grupos etarios.
Otro tema que quedó pendiente para precisiones dice relación con el registro público que deben tener las administradoras, donde se individualice a los proveedores que subcontraten y la materia general de los contratos.
