Diputada Musante: primer año de Boric “apostó” por la Convención y no por la reforma de pensiones

La diputada y jefa de bancada PPD-independientes, Camila Musante, se mostró crítica con el proceso que llevó adelante el gobierno en la reforma de pensiones, cuestionando principalmente la estrategia empleada y señalando que hubo una renuncia a posturas fundamentales.

En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, Musante expresó su descontento respecto a los compromisos asumidos por la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, destacando que, pese a haber firmado acuerdos con la bancada para incluir medidas como la rebaja de la tabla de mortalidad, esta promesa no se materializó.

“Hace un año atrás, la ministra anunció que iba a incorporar esta medida dentro del trabajo en el Senado. Por alguna razón, que no conocemos, se renunció a esta posibilidad”, afirmó.

Además, señaló que la reforma fue perdiendo fuerza al ceder en otras demandas clave del oficialismo, como la reorganización de la industria de las AFP y los detalles sobre cómo se implementará la solidaridad en el sistema.

“A pesar de que yo fui muy dura en las críticas, porque sentía mucha frustración de que se estuviese renunciando en esta oportunidad a haber logrado más, creo que sí se podría haber logrado mucho más, pero igualmente es un avance”. agregó.

Musante criticó que estos elementos quedaran fuera del acuerdo final, lo que atribuyó a una estrategia que consideró tardía. “La reforma se debió haber impulsado el primer año del gobierno del Presidente Gabriel Boric. En ese momento creo que existían las mejores condiciones políticas para haber podido lograr más”, argumentó.

Según Musante, “el diseño desde el inicio del gobierno, apostarlo todo por la Convención Constitucional, a mí eso me pareció siempre que era un error. Yo creía que había que sacar en ese momento las reformas estructurales del gobierno, como pensiones, también la reforma tributaria, que fue otra derrota muy lamentable”.

La diputada reconoció el desgaste de los actores involucrados en el proceso, tanto del gobierno como de la oposición. Sin embargo, destacó que, pese a las críticas, no se puede negar que el acuerdo representa un avance. “A pesar de que fui muy dura porque sentía mucha frustración de que se estuviese renunciando a lograr más, igualmente es un avance, y los avances no les podemos cerrar la puerta”, concluyó.