El fantasma de la reforma tributaria de Bachelet que ronda el acuerdo por las pensiones
El proyecto avanza en el Senado, pero enfrentará un duro camino en la Cámara, con disidencias tanto en Chile Vamos como en el oficialismo. Hay reparos al contenido, pero también al pacto entre gobierno y oposición. Un fantasmal comentario del exalcalde Labbé tendría asidero en diputados UDI.
El proyecto, que ya avanzó en el Senado, enfrenta resistencias en la Cámara de Diputados, con disidencias dentro de Chile Vamos y críticas de la oposición. Mientras algunos apoyan el acuerdo, otros como los diputados Labbé y Sauerbaum se oponen al contenido, especialmente por la inclusión de un inversor público y cambios en la tabla de mortalidad. El futuro de la reforma sigue incierto.
La reforma de pensiones “probablemente sea el único legado que puede dejar el actual Gobierno y la mejor contribución social que la oposición puede hacer hoy en esta materia”. Así se refirió José Antonio Guzmán, expresidente de Habitat y expresidente de la CPC (1990-1996) al acuerdo alcanzado entre La Moneda y la oposición agrupada en Chile Vamos que —al menos en el Senado—desató nudos críticos en torno al proyecto.
El vaticinio de Guzmán, como empresario de 83 años estrechamente vinculado a las AFP, sorprendió al mostrarse a favor del pacto que hasta ahora es el piso del proyecto que ya cuenta con varias normas claves visadas en las comisiones de la Cámara Alta. Sin embargo, aún no está todo dicho, y hay señales incluso fantasmales que podrían complicar que esto termine aprobado en ambas cámaras.
El historial reciente es el siguiente: la noche del lunes, pasadas las 22 horas, la Comisión de Trabajo del Senado despachó la iniciativa a la Comisión de Hacienda, la cual concluyó su primer día de análisis este martes y se espera que lo finalice este miércoles. El jueves debería estar a disposición de la Sala del Senado, donde tendría que ser despachada de inmediato, sin mayores problemas, por el quórum exigido, y así quedar en manos de los diputados el viernes para su tercer trámite en el Congreso. Y es en ese punto donde surgen las complicaciones.
Sucede que el escenario y los pronósticos son distintos en la Cámara de Diputados, donde el acuerdo de los senadores enfrentará un inesperado flanco de disidencias en las filas tanto de Chile Vamos como del propio oficialismo.
Acuerdos y convicciones pasadas
Pese a que el timonel de la UDI, el diputado Guillermo Ramírez, aseguró que los votos de su sector en la Cámara “se han ido ordenando” y que el presidente de RN, el senador Rodrigo Galilea, afirmó que “no hay nudos por resolver, queda hacer que funcione bien”, en Chile Vamos no sólo están soportando una fuerte presión de republicanos y socialcristianos, que ya anunciaron su voto en contra, también hay descuelgues que podrían hacer tambalear el acuerdo.
Ajeno a las negociaciones, pero con una mirada que —según fuentes cercanas al gremialismo— sería compartida por al menos cuatro diputados del partido de Jaime Guzmán, el coronel en retiro y exalcalde de Providencia, Cristián Labbé Galilea, se encargó de lanzar varios recordatorios respecto a acuerdos pasados entre Gobierno y oposición.
“La reforma tributaria de Bachelet, por ejemplo, que fue el comienzo de la caída del crecimiento del país, contó con apoyo de la oposición, ni más ni menos; lo mismo ocurrió con la reforma del sistema binominal, que ha sido un desastre para nuestro sistema político. Si aún persisten dudas, recuerde mi parroquiano que los sectores hoy opositores apoyaron el voto voluntario, y ahora quieren restablecerlo… para qué seguir”, manifestó el exmilitante UDI y exagente de la DINA a través de una columna publicada en el semanario de derecha El País Online.
Su visión es compartida por su hijo, el diputado Cristián Labbé Martínez, miembro de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja. “Totalmente de acuerdo con eso”, dijo consultado por El Mostrador. El parlamentario UDI sostuvo que los acuerdos son importantes, se declara “proacuerdos”, pero “en la medida que se ponga y se visualice Chile en los próximos 30 o 40 años” y eso “no se está logrando”.
Para el diputado Labbé, que ya anunció su voto en contra del proyecto y se ha mostrado crítico del acuerdo que incluye a sus pares de Chile Vamos en el Senado, “lo que pasa es que quisieran cerrar rápido algo donde evidentemente hay una deuda”. No obstante, también recordó la postura de su sector en los pasados procesos constitucionales, “que con la plata de los chilenos no se juega, no se endosa, no se presta”. A su juicio, “hay que ser garantes de las convicciones que nosotros tuvimos hace tres años atrás y hay que firmarla en piedra porque yo no voy dar ninguna paso atrás”.
El diputado Labbé reafirmó su postura, al señalar: “Me convenzo más todavía cuando los senadores terminan llegando a un acuerdo con el Ejecutivo, donde le ponen 1,5 % del 6 % a un sistema de préstamo para el Estado, lo cual va en contra de mis ideas”.
Dentro de la misma UDI hay militantes que difieren. El diputado Henry Leal, también miembro de la Comisión de Trabajo, expresó que están conformes con el acuerdo. “Creemos que es un avance importante, porque acá se respetan dos principios que siempre hemos defendido, que son la libertad de elección y se mantiene la propiedad de los fondos de pensiones”. A contrapelo de su par, el diputado Leal remarca que el 6 % va íntegramente a las cuentas individuales y el 1,5 % es un préstamo que además es heredable y “no tenemos que esperar 20 años para saber si el Estado cumple o no cumple”.
Cautela en Renovación Nacional por inversor público
En la bancada de diputados de RN también tienen reparos, especialmente con una iniciativa que también incomoda al oficialismo. Y es que el Gobierno va a perseverar con la idea de instalar un inversor público que compita con las AFP en el sistema previsional. Esto, a través de un proyecto de ley que el Ejecutivo ingresará en el mes de marzo.
“Este inversor público que el Gobierno propone, pone en riesgo el acuerdo, porque todo derivaría en un sistema finalmente estatal, con la licitación de stock y también con el administrador público que viene aprobado desde el Senado, por lo tanto nosotros le decimos al Gobierno que sea mucho más cauteloso y cuidadoso con los mensajes que se dan, no solamente a sus partidarios, sino que también a quienes somos de oposición”, mencionó el diputado Frank Sauerbaum.
En el Frente Amplio también hay cautela respecto a la mencionada propuesta oficialista. El diputado Andrés Giordano (FA) insistió en la idea de debatir en comisión mixta la separación de la industria en la reforma de pensiones. “Me preocupa que un inversor público evidentemente no tenga los votos para aprobarse por fuera de la reforma previsional, por eso me hace mucho sentido desde la perspectiva de hablar de la separación de la industria que podamos llegar a un acuerdo en la comisión mixta”, indicó a La Tercera.
El parlamentario frenteamplista deslizó que lo que se podría ir a mixta son pequeñas secciones del proyecto. “Se va a aprobar la gran mayoría de las indicaciones, porque estamos en reflexión; tampoco es que estén los votos para que exista una mixta hoy día, es algo que se tiene que discutir y que probablemente todos los parlamentarios y parlamentarias del oficialismo y también de la oposición están masticando”.
Cabe mencionar que otra de las indicaciones del proyecto que el Ejecutivo presentó el pasado miércoles ante el Senado, es un aumento de la PGU a $ 250.000 y acceso al beneficio por parte de beneficiarios de leyes reparatorias (Rettig, Valech y exonerados políticos). Esto también genera ruido en RN.
“Es inaceptable que el Gobierno insista en incluir a exonerados como beneficiarios de la PGU, sabiendo el historial de abusos y falsos exonerados que han salido a la luz. Por eso, pediré votación separada en este punto, porque no podemos seguir avalando irregularidades que afectan la credibilidad del sistema”, fustigó el diputado Eduardo Durán.
En lo que sería la última etapa, el proyecto de pensiones corre más riesgos, ya que el Ejecutivo necesita 77 votos firmes en cada una de las votaciones que se soliciten en la Cámara para despachar a ley la reforma. Hasta el lunes en la tarde, la mesa de la Cámara estaba inclinada por realizar esta ronda de votaciones en sala el próximo sábado, una vez que llegue la iniciativa del Senado.
El principal temor es que el trámite se extienda hasta marzo, ya que en febrero se suspende el trabajo legislativo. Ese escenario es temido por el Gobierno y los negociadores de oposición, que creen que el piso de respaldo se podría caer después del receso y el inicio del período electoral.
Las preocupaciones del oficialismo
Si bien inicialmente había dudas de la reacción que tendría el Partido Comunista ante el acuerdo, esta semana la colectividad que preside Lautaro Carmona figuraba como la más alineada del oficialismo detrás del pacto, en un claro espaldarazo a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), quien tras el acuerdo incluso ha ganado adhesión como carta presidencial del oficialismo.
El tema está en el Socialismo Democrático (PPD, PS, liberales y radicales), mientras que los diputados del Frente Amplio, tal como adelantó Giordano, todavía están “masticando”.
Aunque aclara que “no están los tiempos para negarse a cualquier avance”, crítica de las negociaciones del Gobierno se ha mostrado la diputada y jefa de la bancada PPD-Independientes, Camila Musante. En su opinión, la reforma es “perfectible” y “todavía no hemos tenido la oportunidad de hacer una revisión completa de la reforma de pensiones”. Además, sostiene que “se podría haber hecho mucho más dentro de esta negociación”.
Musante, apuntando a que la ministra Jara decidió dejar la propuesta que su bancada levantó respecto de la rebaja en la tabla de mortalidad de 100 a 85 años, señala que no van a acatar el acuerdo “a ojos cerrados”. Además, tiene reparos respecto a las medidas de compensación para las pequeñas y medianas empresas que no vienen incorporadas en la reforma.
Frente a la pregunta si sostiene sus críticas al proceso de negociación del Ejecutivo, respondió que “creo que esa frase de que el Gobierno se arrodilló o quizás renunció a ciertas cosas respecto de la reforma, tiene que ver en cómo se han dado las negociaciones y lo sigo sosteniendo. Lo cual no significa que no se abran algunas puertas respecto de la reforma de pensiones, y no significa que como parlamentarios no tengamos una responsabilidad importante con el país en empujar y sacar adelante la reforma”.
Por su parte, el diputado Marcos Ilabaca (Partido Socialista) insistió en que la propuesta de reforma al sistema de pensiones será “heredar” para las y los chilenos “AFP por 30 o 50 años más”, tras comenzar su tramitación en la Comisión de Hacienda del Senado.
Si bien reconoce que “vienen varias normas que son súper interesantes”, anunció que rechazará el aumento diferenciado por edad de la PGU porque “no es justo para las jubilados”, junto con la propuesta para la distribución de la cotización adicional, ya que “consolida solamente a las AFP como el gran sistema de Chile”.
Previo a la votación en la Sala del Senado, el parlamentario insistió en que “la reforma de pensiones hoy día, el corazón de ella, ha mutado absolutamente desde el discurso No Más AFP tenemos la acción de más AFP”.
En contraste, su par socialista, Juan Santana, aseveró que su bancada va a respaldar el acuerdo que se consiguió al Senado. “Creemos que es un avance significativo, aún a pesar de que no es la reforma que nosotros quisiéramos al inicio”, precisó.
Eso sí, el diputado Santana recalca que el hecho de que el acuerdo pueda ser respaldado “bajo ningún punto de vista significa que el debate sobre pensiones y particularmente sobre el sistema previsional de nuestro país esté cerrado y más adelante, no solamente el Gobierno, sino que también la oposición, puedan presentar propuestas en relación a este tema”.
Diputados Oyarzo y Lagomarsino no aseguran votos a favor
En otro frente, los diputado Rubén Oyarzo (independiente de la bancada de Demócrata y Amarillos) y Tomás Lagomarsino (del comité mixto Radical y Liberal) expresaron sus cuestionamientos a la reforma de pensiones, debido a que esta no incluiría el autopréstamo comprometido por el Gobierno y, además —en línea con el oficialismo—, se habrían eliminado las modificaciones a la tabla de mortalidad.
El diputado Oyarzo, autor de la iniciativa para un autopréstamo del fondo de pensiones, dijo que “es lamentable porque no llegamos con ninguna ayuda a las familias de clase media y clase media emergente. Y es por eso que, en lo personal, tengo dudas de votar esta reforma de pensiones porque desde un comienzo hasta ahora, esta es totalmente distinta. Más que llamarse una reforma de pensiones, es la reforma de Coloma”.
Por su parte, el diputado Lagomarsino planteó que la reforma “se ha transformado en un Frankenstein donde para dejar conforme a distintas partes, se transforma en un todo poco coherente en su conjunto”. Y en segundo lugar, expuso que “en su tramitación en el Senado se han eliminado los cambios en la tabla de mortalidad que se habían avanzado significativamente en su tramitación en la Cámara de Diputadas y Diputados”.
Considerando todo esto, afirmó que “hoy no estamos en condiciones, cuando sea despachado del Senado a la Cámara, de aprobar la reforma de pensiones en los términos que está. Y esperamos que el Ejecutivo no fuerce una discusión y tramitación rápida entre gallos y medianoche de este proyecto de ley, sino que efectivamente dé una discusión amplia, abierta, donde podamos visibilizar que las modificaciones a las tablas de mortalidad fueron eliminadas, así como también el autopréstamo”.