Sitia, el sistema de inteligencia artificial que busca desbaratar organizaciones criminales
Luego de una primera fase, que considera la detección de patentes e vehículos con encargo, se comenzaron a probar capacidades de reconocimiento facial en la Región de Magallanes. Solo en Santiago ya tiene conectadas 700 cámaras que pueden leer patentes vehiculares.
Hace casi dos años ya que comenzó a gestarse la que quizá sea la iniciativa estatal más disruptiva en materia de combate al crimen organizado: la plataforma Sitia, sigla de Sistema Integrado de Teleprotección con Inteligencia Artificial, la que ha permitido conectar distintas cámaras públicas y privadas en el Gran Santiago, dotadas de capacidad para leer patentes, permitiendo hasta el momento la desarticulación de 11 bandas dedicadas al robo de vehículos.
Pese a que está en sus fases iniciales, los cerebros detrás de Sitia van por más y actualmente ya se prueba tecnología de reconocimiento de rostros en las calles, así como otros adelantos.
Al respecto, la Subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, relata que la noción de utilizar inteligencia artificial para combatir el delito surgió del Congreso del Futuro 2023, tras el cual la ministra del Interior, Carolina Tohá, impulsó este proyecto, el cual posteriormente fue anunciado como un compromiso presidencial por parte del primer mandatario, Gabriel Boric. De ese modo, explica la subsecretaria, en 2024 se inició el plan piloto, “al que se le introdujeron importantes recursos para poder desarrollar software, contratar personas especializadas en temas informáticos, especialmente en lo relativo a inteligencia artificial, y así desarrollar una plataforma que nos permitiera gestionar los datos que hoy día tenemos”.
Al respecto, detalla que “todos sabíamos que la ciudad estaba llena de lectores de patentes, pero todos nos preguntábamos si esos lectores servían para algo en orden a que si pasaba un auto robado por un lector de patentes, quién se hacía cargo de esa información”. Detalla que así surgió Sitia, con el fin de lograr integrar toda esa información en una sola plataforma.
Además de las bandas desarticuladas y los vehículos recuperados (48 a la fecha), la subsecretaria indica que la consecuencia va más allá, pues además de encontrar a personas que están delinquiendo, se han incautado armas y drogas. En otras palabras, “tú encuentras a la banda y encuentras todo un sistema criminal de crimen organizado, generalmente, que va mucho más allá de robarse un vehículo”, afirmó Leitao.
En función de esos resultados, comenta, es que “de ahí se incorporan también dos objetivos más, que son personas perdidas y los prófugos, entendiendo que también el análisis de datos para ese tipo de situaciones puede ser muy relevante para obtener información”, en un contexto de persecución inteligente del delito, que ahora busca convertirse en un programa permanente, en el marco del Ministerio de Seguridad Pública. La subsecretaria indica que “Sitia tiene un tremendo potencial; o sea, es infinito, y por lo tanto lo que nosotros tenemos que definir son como estrategias acotadas para ir generando resultados eficaces”.
El líder del proyecto es Rodrigo Ramírez, quien explica que se trabaja con cientistas de datos, ingenieros en software, especialistas en gobernanza de datos y en inteligencia artificial, todos los cuales recibieron el encargo de conseguir que distintos softwares y hardwares “conversen” entre ellos, a fin de lograr que los datos estén disponibles en una sola plataforma, lo que es muy complejo, pues las autopistas urbanas, los malls, los municipios y muchos organismos públicos y privados que participan del proyecto poseen tecnologías muy distintas entre sí.
“Hay que integrar cámaras chinas, coreanas, norteamericanas, análogas, digitales, algunas con dos megapixeles, otras con cuatro megapíxeles, etc.”, ejemplifica Ramírez, quien detalla que “muchas cámaras con sistemas de lectura de patentes vienen desde países de origen en que la patente vehicular es distinta de la chilena, por lo que hemos desarrollado algoritmos que han ido perfeccionando ese tipo de infraestructuras. Tampoco es lo mismo leer una placa patente en un día lluvioso o nublado que después de una lluvia en la noche, o cuando se corre un ángulo y solo se captan cuatro o cinco números o letras de seis que tiene la patente. En fin, hemos desarrollado también algoritmos que van perfeccionando también esos aspectos”.
En otras palabras, como precisa, “es un parque tecnológico difícil de gestionar”, por lo cual lo primero fue ver “qué capacidad de integración y de convergencia tecnológica existía en la Región Metropolitana para hacer esa integración”. Además, era necesario que todo ello convergiera con la infraestructura de Carabineros, que posee la base de datos de vehículos robados.
Por lo mismo, “fuimos trabajando con el SEBV y con la Dirección de Tecnología de Información de Carabineros, desarrollando Sitia patentes de manera íntegra, con el equipo nuestro, más las propias capacidades que tenían los equipos de Carabineros”, explica Ramírez, hasta que lograron crear la plataforma que integra todo, pues dice que “el Estado debe tener cierta capacidad para hacer sus propios desarrollos tecnológicos y además en código abierto”.
En ese sentido, comenta que otro de los inconvenientes con que se encontraron fue que “había alta capacidad de almacenamiento, pero poca capacidad de procesamiento. Entonces, cuando desarrollamos tres o cuatro algoritmos en plataformas abiertas que a su vez permiten hacer diseño y entrenamiento de algoritmos, nos encontramos con la poca capacidad de procesamiento de ese entrenamiento”.
Entonces, asegura, “el primer desafío para todas las instituciones públicas y privadas es la calidad del dato y lo otro es la capacidad de infraestructura, pues muchos municipios no cuentan con gran capacidad de banda ancha para poder hacer análisis de datos”.
Asimismo, indica Ramírez, “no es lo mismo un delito a las 12 de la noche que a las 9 de la mañana. No es lo mismo la alerta que se genera en la zona norte o en el centro sur. No es lo mismo una alerta de vehículos que van cargados con cobre hacia el norte, que vehículos con madera hacia el sur. En fin, hay toda una tipología y un cambio de la manera de interpretar el delito”.
Los planes futuros
Actualmente hay 40 municipios de la RM que aportan a Sitia, con casi 700 pórticos o cámaras de lectura de placa patente, y el proyecto está comenzando a expandirse a regiones. En Punta Arenas, de hecho, se instaló ya en los distintos acceso a la ciudad y en las primeras pruebas se detectaron cinco vehículos con encargo. “Es un modelo que le estamos ofreciendo a todos los gobiernos regionales”, asevera Ramírez, quien relata que ahora se está avanzando en las pruebas de reconocimiento facial, lo que también se está efectuando en Magallanes.
Asimismo, se está trabajando en un proyecto destinado a registrar la trazabilidad de las armas en el país y otro llamado Sitia RUT, una base de datos de personas que están prófugas de la ley, con el fin de que cuando uno de esos prófugos utilice su RUT en cualquier trámite, salte una alarma. Otro proyecto en el cual se trabaja es en la creación de drones inteligentes, destinados a efectuar seguimientos de vehículos.
¿Un gran hermano?
Como todo proyecto que implica inteligencia artificial, en Sitia existe también el riesgo relativo -entre otras cosas- de violar la privacidad de los datos. A ese respecto, Leitao señala que “la información y los datos no llegan a la Subsecretaría, llegan directamente a Carabineros. O sea, es Carabineros quien gestiona la información en virtud de investigaciones policiales mandatas por la fiscalía. Todas las patentes, toda esa información, no es de la Subsecretaría”.
Asimismo, apunta que “una de las preocupaciones que tenemos justamente en el tema del reconocimiento facial es la utilización o la mala utilización de ese tipo de información. Por ejemplo, si un mall tiene una cámara de reconocimiento facial y entra una persona que alguna vez cumplió una condena, pero que no está prófuga o no tiene órdenes vigentes y la andan persiguiendo los guardias por todo el mall, es un atentado contra los derechos de las personas”.
La subsecretaria sostiene que “tenemos hartos resguardos y cuidados respecto al tema de la protección de datos personales también, porque en muchos de estos casos los delincuentes utilizan menores de edad, por ejemplo, para delinquir, y la información de los menores de edad es muy sensible”.
En el mismo sentido, Ramírez complementa indicando que “es un proyecto que tiende a la prevención de la protección de la ciudadanía” y que en caso alguno “es un Gran hermano que esté observando a los ciudadanos, sino que a propósito de las alertas y de las alarmas que genera, hace prevención del hecho delictual. Entonces, es teleprotección y no televigilancia”.