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Capacidad de respuesta de las telecomunicaciones y los aprendizajes del 27F tras megacorte PAÍS Cedida

Capacidad de respuesta de las telecomunicaciones y los aprendizajes del 27F tras megacorte

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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Autoridades y expertos coinciden en que este fenómeno respondió en parte al aumento del tráfico, lo que provocó congestión en el sistema, y que la normativa exigida con posterioridad al terremoto de 2010 fue correctamente implementada.


En el marco del apagón eléctrico que afectó al país desde la Región de Arica y Parinacota hasta Los Lagos, diversas zonas sufrieron interrupciones en los servicios de telecomunicaciones, generando problemas de conectividad que afectaron tanto llamadas como acceso a datos móviles. Esto puso el foco nuevamente en la capacidad de las empresas para responder a situaciones de excepción. 

“Tenemos un sistema que está estructurado en antenas, que si no tienen energía dejan de operar, entonces lo que empieza a operar es un sistema de respaldo diésel. Tenemos dos niveles, en el nivel 1 son 1.300 antenas, las más grandes que están en cerros y son muy visibles, y en esas las empresas tienen la obligación de tener respaldo de varios días, por lo tanto, no era problema. Sin embargo, en el caso del nivel 2, que son cerca de 10 mil antenas más pequeñas, se les exige a las empresas 4 horas de respaldo”, explicó el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz. 

En esa línea, el secretario de Estado agregó que la experiencia de la población “fue relativamente mixta”, es decir, hubo gente que mantuvo la conectividad, así como zonas que no recibían señal de ninguna empresa. “Eso habla de que seguramente hubo antenas donde ese respaldo no funcionó como debió haber funcionado y hay que hacer las investigaciones adecuadas para tratar de evitar que algo así se repita,” dijo.  

Ante esta situación, en conversación La Tercera, la autoridad reconoció que “nosotros teníamos justamente un cambio en el decreto, que buscábamos una mayor resiliencia al sistema. Estábamos trabajando justamente en eso, por lo tanto, espero que este trágico incidente permita que eso avance más rápido”.

No obstante, autoridades y expertos coinciden en que este fenómeno respondió en parte al aumento del tráfico por la cantidad de personas que trataron de conectarse a las torres de telecomunicaciones al mismo tiempo, lo que provocó congestión en el sistema. Y que la normativa exigida posterior al terremoto del 2010 fue correctamente implementada. 

Desde la Asociación Chilena de Telecomunicaciones (Chile Telcos), aseguraron que “no hubo un apagón desde las telecomunicaciones”, y que “los sistemas se mantuvieron operativos la mayor parte del tiempo, en la mayor parte del territorio”.

“El sistema operó a pesar de la magnitud del evento. Hubo degradación, hubo afectación en algunas zonas, por supuesto, pero no hubo un apagón de las telecomunicaciones”, afirmó el presidente del gremio, Alfie Ulloa.

Los aprendizajes del 27F

La búsqueda de mayor resiliencia va en línea con las mejoras implementadas a la red de telecomunicaciones con posterioridad al terremoto del 27 de febrero del 2010, donde centrales telefónicas y antenas celulares en las zonas afectadas quedaron sin servicio de telefonía, mensajería de texto SMS e internet, porque no contaban con sistemas de respaldo energético suficientes. 

De acuerdo con lo establecido por la Subsecretaría de Telecomunicaciones, posterior al terremoto una primera exigencia para las empresas impuestas fue exigir autonomía energética para los sitios y redes de la infraestructura de telecomunicaciones, para prevenir los efectos de un corte eléctrico en la continuidad del servicio. Se fijaron 48 horas de respaldo para los sitios definidos como críticos y de 2 a 4 horas para el resto de la red, conforme a su importancia estratégica.

Exigencias que, a juicio del subsecretario (s) de Telecomunicaciones, Marcelo Rute, se cumplieron a cabalidad, “y en vez de haber tenido un apagón eléctrico y un apagón del sistema de telecomunicaciones de manera simultánea, los respaldos permitieron alargar la conectividad de los servicios por más de cuatro horas y en el caso de los servicios de emergencia, como Senapred, Carabineros y Bomberos, de manera continua durante toda la emergencia”. 

Asimismo, Rute dijo a El Mostrador que “como consecuencia de experiencias anteriores, hoy también contamos con una herramienta como el Roaming Automático Nacional de Emergencia, que se activa por solicitud de las empresas, Subtel o Senapred, para poner a disposición de la ciudadanía más antenas en caso de que una compañía presente indisponibilidad de servicios en una zona determinada y, en el caso de este miércoles y de manera extraordinaria, en todas las regiones donde hubo afectación de suministro eléctrico”. 

“Las fallas tienen que ver fundamentalmente por el aumento del tráfico”

El experto en telecomunicaciones Roberto Gurovich señaló que el sistema de telecomunicaciones esta vez se restringió por consecuencia del tráfico, más que por efecto de la falta de energía. “El diseño que hicimos el 2010 de las macroceldas de cobertura respaldadas por sistemas autónomos de energía, en mi opinión, han dado efecto, y las fallas que se vieron en esta oportunidad tienen que ver con la restricción de la capacidad de tráfico asociada a las celdas más pequeñas, pero fundamentalmente por el aumento del tráfico que en estas situaciones se produce”, agregó. 

Gurovich también rescató que la evolución en el sistema ha sido más bien empujada por una normativa, que en su momento fue estricta, asociada a los temas de autonomía y de mantenimiento.  

“Hasta la información que yo tengo no se visualizan grandes lagunas, en el sentido de que los servicios volvieron muy luego e incluso bastante antes de que se repusiera la energía eléctrica. Es obvio que un apagón de esta naturaleza es una perturbación mayor, pero mi impresión es que esta vez el sistema reaccionó bien y se ha ido acumulando bastante experiencia a lo largo de los años”, indicó. 

En ese mismo sentido, el abogado y experto en regulación Matías Danus advirtió que “en situaciones de fallas masivas que afectan a múltiples redes, todos los operadores están expuestos a mayor requerimiento de demanda con menor capacidad disponible”. Esto, en un escenario donde, además, los usuarios tratan de seguir conectados como si fuera una situación normal, pero muchas redes o puntos de conexión quedan fuera de servicio. 

“No creo que podamos subir generalizadamente la exigencia de autonomía energética para toda la red móvil. Sí debiésemos explorar que las redes de los distintos operadores tengan zonas de cobertura preferente, para activar una modalidad de emergencia con comunicaciones prioritarias y que los usuarios aprendan a comunicarse en ese estándar restringido. Subtel estuvo trabajando en esa dirección”, enfatizó. 

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