
Elizalde consolida su “muñeca” en La Moneda y asume como nuevo ministro del Interior
Su capacidad para conseguir votos y su rol en la negociación del proceso constituyente, no exento de polémicas, lo posicionaron como un operador central, aunque se habla de su carácter y de diferencias con su antecesora. En la oposición recordaron su vinculación con el caso del exalcalde Aguilera.
Consolidando su “muñeca” política en La Moneda, tras llegar desde el Senado en abril de 2023, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Álvaro Elizalde, expresidente del Partido Socialista (y quien le rechazó la embajada de Argentina en 2015 a la entonces presidenta Michelle Bachelet), asume como ministro del Interior del Presidente Gabriel Boric, en reemplazo de Carolina Tohá (PPD).
Tras recibir una evaluación positiva como presidente de la Cámara Alta y construir una rápida relación de confianza con el Mandatario, y luego de las salidas de Giorgio Jackson y Ana Lya Uriarte, Elizalde llegó a contener el desplome del Gobierno en las encuestas, la incapacidad de conseguir votos y la crisis provocada por el caso Democracia Viva.
Eso es al menos lo que comentaron en el PS: que el exsenador formó parte de un diálogo entre el Presidente Boric y los ministros del Comité Político de ese entonces, así como con Miguel Crispi, quien lidera el Segundo Piso. Esto lo posicionó como un operador clave en un contexto donde tanto Jackson como el titular de Vivienda, Carlos Montes (PS), enfrentaban su peor momento en la ola de críticas de la oposición.
Además, la estrepitosa derrota del Apruebo, en septiembre del 2022, lo colocó en las negociaciones para lograr un nuevo proceso constituyente y lo acercó al Presidente Boric.
Pero la relación tuvo luces y sombras. Desde su llegada al Comité Político, Elizalde se destacó por su mal carácter en privado, donde fuentes cercanas al círculo más cercano al Presidente Boric mencionaron sus ataques de cólera, pero también cómo se erigió como el más hábil negociador de Palacio, consiguiendo votos clave en el Congreso.
Detractores y cercanos coinciden en que Elizalde se ha convertido en uno de los principales articuladores de acuerdos con parlamentarios, logrando ser una parte importante de las conversaciones con la oposición en materias de seguridad. Eso sí, la relación con su antecesora en la cartera de Interior, la ahora exministra Carolina Tohá, no fue la más fluida. Esto, por diferencias en el proceso de conseguir votos en la Cámara.
Quienes conocieron las últimas 72 horas de negociaciones señalan que el nombre de Elizalde nunca estuvo en duda para reemplazar a Carolina Tohá. Algunos deslizan que también participó en las conversaciones lideradas por la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, quien fue informada por Bachelet sobre su decisión de no hacer anuncios sobre su posible tercera candidatura a la presidencia antes del viernes.
Desde el oficialismo catalogaron como una buena noticia la renuncia de Carolina Tohá este martes, aunque —a falta de confirmación presidencial tanto de la exministra como de la exmandataria— la postura es que por el momento “no se descarta nada”. Sigue en duda cómo llegará la coalición gobernante a las papeletas de noviembre.
En la oposición agrupada en Chile Vamos, sostuvieron que es bueno que se despeje la cancha, pero criticaron que “se deje botado” el ministerio del Interior, aún a cargo de la Seguridad Pública. De todas formas, desde la UDI y RN han manifestado que esperan el mejor desempeño de Elizalde, “mejor que su antecesora”.
Quien endureció el tono fue la diputada del partido Demócratas, Sara Concha, quien afirmó que a Elizalde “le ha costado el diálogo” y “ha interferido muchas veces en la relación que se da con la Cámara”.
Cabe mencionar que, en abril del año pasado, el entonces titular de la Segpres enfrentó cuestionamientos por el acuerdo del oficialismo que derivó en la titularidad de Karol Cariola en la Cámara de Diputados, y —lo más polémico para la oposición—la vicepresidencia en manos del diputado del PDG, Gaspar Rivas.
Tal vez el caso más complejo para el nuevo ministro del Interior fue el del exalcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, que tuvo que abandonar el Partido Socialista después que se conociera su cercanía con personas vinculadas a bandas de narcotraficantes de dicha comuna, los que trabajaban y colaboraban en la municipalidad. El día de la renuncia de Aguilera al PS, sus cercanos empezaron a gritar a las afueras de la sede del partido: “Elizalde, ¿de dónde sacaste la licencia? ¡La licencia la obtuviste en San Ramón!”, intentando mostrar que el timonel de la tienda era cercano a Aguilera. Mal que mal, Eduardo Bermúdez, el jefe de gabinete del entonces alcalde, fue siempre parte de la lista de Elizalde en el PS. El otrora jefe comunal hoy fue imputado por los delitos de enriquecimiento ilícito, cohecho y lavado de activos, que habría perpetrado entre 2012 y 2017.
En el Congreso, quedan varios temas pendientes. Junto con los proyectos de ley de reforma al sistema político y electoral, quedan por negociar los nombres que reemplacen a los consejeros del Servel Andrés Tagle, quien terminó su periodo, y a Alfredo Joignant (PS), quien terminó su periodo hace ya un buen tiempo, pero que ejerce con prórroga hasta que La Moneda nombre su reemplazo.
En materia de seguridad, existen al menos dos proyectos que están siendo discutidos en comisiones del Senado. Por un lado se encuentra el que establece las reglas de uso de la fuerza -más conocida como RUF- para Carabineros y Fuerzas Armadas.
Además de los proyectos de ley, ambas ramas del Congreso deberán definir sus respectivas mesas directivas, lo cual no ha estado exento de dificultades.
Con esta nueva designación, Elizalde se posiciona como una figura clave en el Gobierno, con la responsabilidad de abordar desafíos importantes en el ámbito de la seguridad y la gobernabilidad, consolidando así su poder en La Moneda.