
Activista en derechos de personas mayores, Agnieszka Bozanic, propone un Ministerio de la Soledad
Creadora de GeroActivismo, lleva 10 años combatiendo el edadismo o viejismo, como también llama a la discriminación en función de los años. Cuestión absurda en Chile, el país que más envejece en Latinoamérica, donde escasean las guaguas y la esperanza de vida es de 81 años.
El dato es estremecedor pero real: la población que presenta mayor prevalencia de suicidios en Chile son los hombres mayores. A partir de los 70 años, cuando un chileno dice: “Tengo ganas de matarme”, lo más probable es que concrete sus palabras. Lo haga y le resulte.
La soledad y las amígdalas son la causa de fondo. Más lo primero que lo segundo, más lo social que lo biológico, por cierto, de acuerdo a un muy buen reportaje recién publicado en el sitio web de la Radio Universidad de Chile, que nos comparte la doctora en medicina Agnieszka Bozanic (39) y que pueden leer aquí.
Profesora de psicología en la Universidad Andrés Bello, lleva los últimos 10 de sus 39 años dedicada al activismo por los derechos humanos de las personas mayores. Es fundadora de GeroActivismo, una fundación dedicada a combatir el edadismo, concepto que descubrió en Barcelona. Y que es lisa y llanamente la discriminación por la edad. O “el viejismo”, como también lo llama. A cambiar los paradigmas que existen en torno a la vejez (“las vejeces”, dice ella), también ha dedicado sus afanes académicos.
La psicóloga de la Universidad de Chile, con diplomados en envejecimiento y políticas en la Chile y de psicogerontología en la Universidad de Barcelona, ahora es precandidata a diputada por el Frente Amplio. Milita en el partido desde hace unos cuatro meses. Y vive hace tres años en Viña del Mar, comuna que es parte del distrito 7. Y que tiene otra particularidad: forma parte de una de las regiones más longevas de Chile: Valparaíso.
Cree que con estas credenciales –donde le gusta recalcar la palabra “evidencia”– podría pasar de precandidata a candidata en las primarias abiertas de su partido. Sus contendores no son fáciles: están en la competencia el abogado que se hizo conocido en los días de delirio constitucional, Jaime Bassa, y también Nataly Campusano y Valeria Cárcamo. Ella siente que su ventaja comparativa es justamente que tiene una bandera clave en los tiempos que corren: la de los derechos de las personas mayores. Y que es “una cara fresca”, que conoce del tema por el que se la quiere jugar, “las vejeces”.

Agnieszka Bozanic
El costo de los pañales: no hay PGU que aguante
En eso del lenguaje inclusivo, es bien frenteamplista. Todo el rato, duplica el sujeto, hablando de ellas y de ellos. En relación con su experticia –los mayores– en un partido dominado por los jóvenes y, al menos inicialmente, por el afán de mostrar su superioridad frente a los políticos viejos, indagamos en sus propuestas.
“A diario, los que trabajamos en el tema y todos, nos enteramos de noticias trágicas en torno a las vejeces. Como que los establecimientos de larga estadía (los otrora llamados ´hogares de ancianos´) están cerrando. Eso pasa porque hoy los ELEAM son un negociado, porque nadie los regula. Y por eso hay tantos que son clandestinos”.
-Esa es una parte del tema. Yo sé de personas serias y responsables que han tratado de instalar establecimientos de larga estadía en sectores populares, pero que se ven limitados por el alto nivel de exigencias que se les piden. En normas arquitectónicas, de estándar de las cocinas y otros miles de detalles, mientras las personas mayores no tienen dónde vivir. Es la famosa “permisología” aplicada a este tema.
-Puede ser, claro que sí. Es eso lo que tenemos que discutir finalmente, porque lo que se requiere es que estos espacios funcionen con un enfoque de derechos humanos de las personas mayores. Y con perspectiva de género, y aquí no hablo solo de las mujeres. Ya ves que en Chile son los hombres mayores los que más se suicidan a causa de la soledad. Y para abordar todo esto hay que legislar.
-¿En qué consisten en concreto tus propuestas?”
-En una ley integral de establecimientos de larga estadía. En que empecemos a hablar de la soledad de los mayores, que es una temática que ya en otros países está avanzando con, incluso, ministerios contra la soledad, como Gran Bretaña y Canadá, con propuestas específicas para abordar problema. Esto, entendiendo que la soledad es una problemática transversal en todas las etapas del curso de vida, pero que al final de la existencia se vive un aislamiento, una soledad involuntaria, con graves consecuencias a nivel físico y mental. Este es un problema de salud pública que no hemos dimensionado.
-Oyéndote me da la sensación de que tus propuestas o son declarativo-simbólicas o enormes de ambiciosas. En concreto, cómo se resuelve que un adulto mayor en pobreza que usa pañales no deba destinar una parte sustantiva de su PGU (Pensión Garantizada Universal) en pañales en ese ítem. ¿Quién se ocupa de esos temas?
–Yo te daba ejemplos de países que están avanzadísimos en el tema. Que tienen incluso ministerios específicos para abordarlo. Mi mensaje es que debemos empezar a pensar e instalar esta temática y su abordaje.
81 años: nuestra esperanza de vida
A la precandidata le cuesta mencionar a alguien que desde la política o la legislación haya abrazado con fuerza la causa de las personas mayores. Pero también se niega a afirmar que no se haya avanzado nada en el tema. Rescata del Gobierno actual la ley del Sistema Nacional de Cuidados, Chile Cuida, que reconoce el derecho a recibir, cuidar y autocuidarse. Esta ley busca promover la corresponsabilidad y reducir las desigualdades de género.
–En materia de vejeces tampoco podemos generalizar. Acá hay que estar consciente de que el tema tiene mucho que ver con las condicionantes sociales. En mi distrito, no es lo mismo la vejez de una persona que vive en el plano del puerto con una que habita en el cerro. No es igual una mujer que llegó hasta sexto básico que hoy tiene 80 años que un abogado de la misma edad que reside en Viña.
Tampoco es comparable la situación de los adultos mayores de Puchuncaví, que viven bajo contaminación atmosférica permanente. Está comprobado que la contaminación afecta la salud mental. Produce demencia. Se requiere abordar las vejeces con políticas públicas específicas, de nicho, no con generalizaciones. Entendiendo, eso sí, que estamos en un país mayoritariamente envejecido, que en 2050 será el más envejecido de Latinoamérica.
Con la urgencia que requiere el fenómeno demográfico que vive Chile, sin duda sería buena cosa que hubiera parlamentarios especialistas en la materia. Porque, sin duda, ya estamos tarde. Las listas de espera para ingresar a personas mayores a los ELEAM es un tema pendiente. Y porque el país no puede llenarse de residencias de adultos mayores. De guetos. De guarderías de viejos.
Por eso, el Hogar de Cristo hace años ha ido cerrando residencias de adultos mayores y abriendo programas de atención domiciliaria para adultos mayores (PADAM), buscando que las personas permanezcan integradas lo más que puedan a sus comunidades en sus propios hogares. Eso es un paliativo a la soledad y la mejor manera de mantenerlos integrados y activos. En un país con alta esperanza de vida –81 años en promedio–, este es el camino para vivir mejor la tercera, cuarta y hasta una quinta edad, como hablan hoy algunos especialistas.
Nacida un 1 de octubre
La joven aspirante a candidata a diputada dice que conoce los PADAM, pero no se explaya en ellos. Sí lo hace en la necesidad de que ella y muchos otros levanten la bandera de los derechos de los mayores desde el Poder Legislativo. Hasta ahora menciona a la exdiputada del PPD, Carolina Marzán, la madre de la actual ministra de Cultura, Carolina Arredondo. “Creo que ella ha sido un buen elemento en política en esta temática olvidada de las personas mayores. Presidió en algún momento la Comisión de Adulto Mayor y Personas con Discapacidad de la Cámara y se interesó en el Manual de Comunicación Responsable hacia las personas mayores que como GeroActivismo le presentamos en su oportunidad”.
Eso fue en 2022. Entonces nosotras entrevistamos a la doctora Bozanic en el programa “Piensa en Grandes” de radio Cooperativa sobre ese manual. Le preguntamos sobre el edadismo en los medios de comunicación.
–¿Cuáles serían los principales errores que cometemos los periodistas y los medios?
Así nos respondió:
–Uf, ¿por dónde partimos? Nosotros como Fundación GeroActivismo hicimos una guía de comunicación responsable hacia las personas mayores, justamente porque con ocasión de la pandemia vimos tratamientos en televisión de una tremenda violencia simbólica. El mal uso de conceptos, como “el abuelito”, cuando no todos las personas mayores son abuelas, ni todos los abuelos son adultos mayores.
Está, además, ese trato que apela a una falsa empatía, a un cariño compasivo, como partiendo de la base de que las personas mayores son objetos de caridad y sobreprotección. Nunca o casi nunca se ven historias o noticias que tengan que ver con los mayoress empoderados, vitales, bien. Eso es muy terrible, porque supone además que lo positivo no es noticia.
Para las elecciones me tocó escuchar a una reportera decir algo así respecto de un votante: “Vamos a hablar con este señor de 80 años, que está completamente lúcido”. Realmente los comunicadores en Chile no son agentes de cambio: son perpetuadores del prejuicio y la discriminación. No piensan que todos, por más jóvenes que seamos, vamos a llegar esa etapa y nadie merece ese trato.
La doctora Bozanic cree que ese manual de buen trato fue importante. Tal como cree que su eventual candidatura depende del trabajo territorial que emprenda. De lo mucho que hable con las personas mayores en un distrito particularmente envejecido. “También depende de la voluntad política de darles espacio a las caras nuevas”, sostiene.
–Tengo fe en que mis propuestas le hagan sentido a la gente. Creo que esta temática, con todo lo importante que es, está invisibilizada. Y eso no puede ser, porque cuando hablamos de envejecimiento y personas mayores, no hablamos solo de los que están sobre los 60 años, sino de todos los ciudadanos. Este es un tema que concierne a niños, jóvenes y viejos. Es un tema país, que cruza derechas izquierdas, hombres mujeres. Lo que yo propongo es una política pública basada en la evidencia. Y sobre todo en programas y acciones que consideren a los adultos mayores, que los pongan al centro de esas políticas.
-¿Eso hoy no es así?
-No se pone a las personas al centro. No se les escucha. Las políticas para las personas mayores deben ser pensadas para, por y con las personas mayores participando. Si actuamos sin preguntarles a las comunidades sobre sus necesidades, por más bienintencionadas que sean las políticas, no servirán. A mí me gustaría un mundo donde no sean las organizaciones las que busquen a los legisladores y a las legisladoras, sino todo al revés. Donde legisladores y legisladoras busquen a las personas, escuchen sus necesidades, consideren sus diagnósticos y actúen en consecuencia.
GeroActivismo para combatir el “viejismo” que se vive en Chile. Otro dato casi “profético” de su biografía es que nació un 1 de octubre, fecha en que se conmemora a las personas mayores en el mundo.