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Paridad, cuotas y perspectiva de género en el Poder Judicial: opiniones divididas sobre eficacia PAÍS Foto: AgenciaUNO

Paridad, cuotas y perspectiva de género en el Poder Judicial: opiniones divididas sobre eficacia

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La jueza de la Corte Suprema, Nancy Yáñez, planteó que una vez alcanzada la paridad, las mujeres podrían quedar limitadas por un tope y las cuotas podrían dejar de ser útiles. En contraste, la ministra del TC, Andrea Muñoz, defendió las cuotas como medida necesaria para superar barreras culturales.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un seminario sobre la paridad de género y la perspectiva de género en el Poder Judicial. Participaron figuras clave como las ministras Andrea Muñoz y Nancy Yáñez, quienes discutieron las cuotas de género y la necesidad de superar barreras culturales y organizacionales. Aunque se reconoce la importancia de la paridad, persisten desafíos como la desigualdad en cargos altos y la resistencia cultural hacia el liderazgo femenino en la judicatura.
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La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un seminario titulado “Mujeres y judicatura: avances y desafíos”, que reunió a figuras del ámbito judicial y académico para debatir sobre la paridad de género, las cuotas y la perspectiva de género en el Poder Judicial.

La ministra de la Corte Suprema (CS) y encargada de género del Tribunal, Andrea Muñoz, y la ministra del Tribunal Constitucional (TC), Nancy Yáñez, compartieron sus puntos de vista junto al decano de la facultad, Pablo Ruiz-Tagle, y la profesora Marianne González Le Saux.

El evento puso sobre la mesa temas que siguen siendo controversiales en la lucha por la igualdad de género en las instituciones públicas. Mientras que todos los participantes coincidieron en la importancia de incorporar la perspectiva de género en la judicatura, las opiniones se dividieron cuando se trató el tema de las cuotas de género.

La ministra Yáñez, con una postura crítica hacia las cuotas, planteó que una vez alcanzada la paridad numérica, las mujeres podrían quedar limitadas por un “tope” y las cuotas podrían dejar de ser una herramienta útil. “¿Una vez que ya está la cantidad de mujeres, no se nombran más? Si ya están sobrerrepresentadas en las instancias intermedias, ¿por qué no podrían estarlo en las instancias superiores y feminizar una institución?”, cuestionó, sugiriendo que no hay problema en “masculinizar” instituciones, pero sí en que estén dominadas por un solo género.

Por su parte, la ministra Muñoz defendió las cuotas como una medida afirmativa necesaria para superar las barreras culturales que aún persisten en el ámbito judicial. “Lo cultural es muy fuerte, el liderazgo femenino es resistido”, afirmó, resaltando que las cuotas no deben verse como algo negativo, sino como una herramienta para asegurar que las mujeres tengan un acceso equitativo a las posiciones de liderazgo. Además, expresó su preocupación por la eventual falta de voluntad política que podría hacer que estas medidas desaparezcan en el futuro.

El debate también tocó el tema de la paridad en la judicatura, una cuestión que se ha convertido en un desafío persistente en el Poder Judicial. El decano Ruiz-Tagle destacó que, aunque es importante fomentar la participación de las mujeres en cargos de poder, no se puede caer en una lógica numérica o “arítmetica”, que podría reconfigurar las instituciones en base a la identidad de los individuos y no a su capacidad profesional. A juicio del decano, esto podría llevar a una sociedad más segmentada en términos de identidad, en lugar de avanzar hacia una democracia inclusiva e igualitaria.

“La igualdad de género es un asunto de derechos humanos”

El evento también fue un espacio para reflexionar sobre la historia de la facultad y la presencia femenina en el derecho, con la intervención de Catalina Huerta, presidenta del Centro de Alumnos de Derecho (CED), quien mencionó el concepto del “techo de cristal”, una barrera invisible que impide a las mujeres acceder a posiciones de liderazgo dentro de las organizaciones. Huerta destacó que, a pesar de los avances, los techos de cristal siguen presentes tanto en el Poder Judicial como en otras instituciones, y subrayó la importancia de formar a futuras abogadas con la certeza de que el precedente no es el límite, sino el punto de partida.

El seminario también sirvió para recordar que el acceso de las mujeres al Poder Judicial ha sido históricamente limitado. Aunque en 2024 la Corte Suprema tiene más de 200 años, las mujeres siguen siendo una minoría en sus altos cargos. Según datos del Informe de Paridad del Poder Judicial, aunque las mujeres representan un 59,7% del total de personas en el sistema judicial, en las Cortes de Apelaciones la proporción de hombres sigue siendo mayor, con una brecha de género que persiste, aunque con tendencia a disminuir.

La ministra Muñoz destacó que, aunque el acceso de las mujeres a la judicatura ha mejorado, aún existe una clara desigualdad cuando se trata de llegar a los cargos más altos, especialmente debido a factores culturales, normativos y organizacionales. Entre las barreras mencionadas, la ministra señaló que la sobrecarga de responsabilidades domésticas, las redes informales entre jueces varones y la discrecionalidad en la selección de candidatos son elementos que limitan las oportunidades de ascenso para las mujeres.

Por su parte, la ministra Yáñez centró su intervención en la importancia de la paridad no solo como una cuestión numérica, sino como un principio de democratización y de acceso equitativo al poder. La paridad, según Yáñez, no solo responde a un tema de identidad, sino que también debe estar vinculada a la calidad de las personas que acceden a los cargos, y a la necesidad de garantizar la participación de mujeres y otros grupos históricamente excluidos en todos los ámbitos del poder político.

El debate también incluyó reflexiones sobre la formación de jueces y juezas con una perspectiva de género, como subrayó la ministra Muñoz. La inclusión de la perspectiva de género en la formación académica y en los procesos judiciales es clave para superar los sesgos y prejuicios que aún persisten en la judicatura. “La igualdad de género es un asunto de derechos humanos”, afirmó Muñoz, destacando que la educación desde etapas tempranas y la capacitación continua en las escuelas de derecho son fundamentales para lograr una verdadera equidad en la justicia.

El seminario concluyó con una reflexión del Decano Ruiz-Tagle, quien resaltó la importancia de incorporar más mujeres en el ámbito del Derecho, no solo por su género, sino por la rica perspectiva que aportan a la justicia. “La incorporación de más mujeres al derecho significa una riqueza, una capacidad nueva y potente”, concluyó, destacando el rol crucial que las mujeres juegan en la evolución de la judicatura.

Así, el debate sobre paridad, cuotas y perspectiva de género en el Poder Judicial continúa siendo un tema crucial que pone en evidencia los avances y los desafíos que aún quedan por superar en el camino hacia una justicia verdaderamente equitativa.

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