
Cordero: el camino del abogado en derecho administrativo que pasó a zar de la seguridad en Chile
Sin militancia, pero cercano a la centroizquierda, Luis Cordero se instala en la nueva cartera que deberá enfrentar desafíos como el crimen organizado, controlar el orden público, narcotráfico y sicariatos entre otros. Con un historial que lo ha definido de facto como el segundo vocero de Palacio.
“Para mí, papelitos primero“. Así fue como esta tarde el (hasta esta noche) subsecretario del Interior, ponía en suspenso su confirmación como el primer ministro de Seguridad Pública del país. “Yo sigo teniendo el cargo de subsecretario. El Presidente de la República ha hecho un anuncio de cadena nacional y los criterios, los aspectos, los elementos de la política de seguridad son los que va a señalar el Presidente de la República hoy día en su cadena nacional”.
Y así fue como esta noche los “papelitos” llegaron, de la mano del anuncio: acorde a como estaba agendada para hoy a las 20:50, el Presidente Gabriel Boric confirmó que será Luis Cordero quien lidere la cartera.
De esta manera Cordero será el 25° ministro en arribar a su gabinete, y el segundo entre los independientes (junto a Macarena Lobos, quien asumió el mando de la Segpres tras el enroque de Álvaro Elizalde a Interior).
Doctor en derecho afín a la centroizquierda
El mayor de tres hermanos e hijo de carabinero, Luis Cordero tuvo sus primeros acercamientos con la política como estudiante secundario, época en la que frecuentó las protestas en contra de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Realizó sus estudios superiores en Derecho en la Universidad La República, licenciándose en Ciencias Jurídicas y posteriormente logrando un magíster en Derecho Público en 2002, además de un doctorado en la Universidad de Lérida, España, en 2005.
Experto en temas ambientales, fue coordinador de la Reforma a la Institucionalidad Ambiental, que se tradujo en la Ley Nº 20.447 que creó el Ministerio del Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente. Asimismo, también fue miembro de la Comisión de Reforma a la Supervisión Financiera del Ministerio de Hacienda, en 2010, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y director del Centro de Estudios Espacio Público.
En su faceta académica, Cordero se desempeñó como investigador senior del Centro de Regulación y Competencia (RegCom) y profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Chile. En este último plantel fue sancionado por la Universidad de Chile por utilizar transcripciones literales de párrafos ajenos en dos de sus libros, publicados en 2011 y 2015.
Pero en la otra vereda, fue sancionado por la Universidad de Chile por utilizar transcripciones literales de párrafos ajenos en dos de sus libros, publicados el 2011 y 2015.
Otro antecedente sobre Luis Cordero es que fue asesor de la exministra del Interior, Carolina Tohá, en los juicios de Cuentas en su contra ante la Contraloría General de la República, por temas vinculados a su gestión como alcaldesa de Santiago. Cordero es marido de la abogada Magdalena Atria, actual embajadora de Chile en Alemania, muy cercana a Carolina Tohá. Fue su Directora Jurídica en la Municipalidad de Santiago cuando Tohá ejerció como alcaldesa.
El “bombero” de La Moneda
El 7 de enero de 2023, la entonces ministra de Justicia, Marcela Ríos Tobar, presentó su renuncia como titular de la cartera en medio de la acusación constitucional anunciada en su contra, a raíz de los 13 indultos otorgados por el Gobierno a personas que participaron en acciones violentas durante el estallido social en octubre de 2019.
Tras una dirección como subrogante de cuatro días por parte de Jaime Gajardo —entonces subsecretario de la cartera y actual ministro—, llegó Cordero con la misión de despejarle la cancha a Palacio, bajo crudas críticas por la decisión adoptada por el Presidente Boric.
“Voy a responder como un viejo profesor de la práctica profesional y de la Corporación de Asistencia Judicial: papelitos primero, miramos los papeles y luego puedo responder“, aseguró Cordero durante su primera vocería, minutos antes de instalarse físicamente en Morandé 107.
Pero a pesar de ser su primera aproximación a los micrófonos como secretario de Estado, no tuvo mayores problemas en hacer valer sus años de experiencia. “Todos esos decretos están fundados; una cosa distinta es si uno comparte o no comparte los fundamentos, pero esa es una discusión que yo prefiero tener con detención más adelante (…) pero la potestad de indultar en ningún caso es intromisión en otro poder del Estado”.
En marzo del mismo año, el titular de Justicia nuevamente destacó, esta vez por su rol en las discusiones parlamentarias por la ley Nain-Retamal. Algo que le valió los resquemores desde el Partido Comunista y el Frente Amplio, que no la apoyaron durante su tramitación.
“Desde un inicio ellos valoraron los esfuerzos que estaba haciendo el gobierno, pero señalaron con la misma claridad que tenían una posición distinta respecto de las presunciones que tenía alojada la legítima defensa de las policías. Ellos no eran partidarios de otorgar una presunción de racionalidad al uso del arma de fuego y el uso de la fuerza, y a mí me parece que esa es una opinión completamente legítima“, aseveró en aquella ocasión, en aras de desactivar las tensiones entre lo que fue Apruebo Dignidad y el resto del oficialismo y La Moneda.
Desde aquellos primeros meses fue que el hoy ministro de Seguridad se configuró como el “segundo vocero” de La Moneda: cuando las crisis de Palacio requerían un acercamiento jurídico-técnico, el diseño del segundo piso ordenaba que fuera Cordero quien tomara la batuta frente a los micrófonos, complementando las labores de la ministra vocera, Camila Vallejo.
Así lo demostró cuando estalló la crisis del caso Fundaciones (y en particular Democracia Viva), la devolución de fondos por parte de las isapres —y la posterior tramitación de la ley corta para regularla—, el caso Audios y sus diferentes aristas, entre otras.
El caso Monsalve
Sin embargo, el cisne negro instalado en La Moneda tras la denuncia por abuso sexual y violación en contra del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, abrió un flanco de críticas directo hacia el corazón de Palacio y una prueba para la capacidad de Cordero. En aquella tarde del 17 de octubre, fecha en que se dio a conocer la denuncia en contra del ahora recluso de Capitán Yaber, fue el primero en referirse a la crisis.
“Desconozco el contenido de la denuncia (…) no tengo ningún antecedente respecto al cual yo me pueda pronunciar”, adelantando eso sí, consultado sobre la aplicación del ‘Criterio Tohá’ —autoridad formalizada, autoridad que debe renunciar—, que “el Ejecutivo tiene un pronunciamiento sobre ese punto”.
Pocas horas después, Manuel Monsalve dejaba la subsecretaría para enfrentar como un ciudadano más las acusaciones. Cordero ocuparía su cargo, mientras que Jaime Gajardo, entonces subsecretario de Justicia, asumiría la titularidad de la cartera.
En su calidad de encargado de la seguridad pública, Cordero se estrenó no sólo debiendo enfrentar los coletazos del caso Monsalve (como las renuncias en Interior del equipo de confianza del exsubsecretario, los usos de fondos reservados por parte de Monsalve o la designación de un avión de Carabineros para que fuera a avisarle personalmente a su familia de la situación que afrontaría en los próximos días), sino que interiorizándose en pocas horas con la situación que enfrentaba Carabineros a horas de un quinto aniversario del 18-O.
El último partido de Cordero
Con su nombramiento a cargo del nuevo ministerio y en línea con sus funciones anterior, Cordero será el principal responsable de la formulación y evaluación de políticas nacionales para combatir el crimen, así como la coordinación con organismos como la Agencia Nacional de Inteligencia, Carabineros y la PDI. Además, deberá proponer iniciativas legales y reglamentarias en su ámbito de competencia. La institución contará asimismo con dos subsecretarías (Seguridad Pública y Prevención del Delito), secretarías regionales y departamentos provinciales, asegurando una presencia territorial efectiva. También se creará el Centro Integrado de Coordinación Policial (Cicpol), encargado de gestionar operaciones complejas y optimizar el intercambio de información entre instituciones.
Con esto también será responsable de la implementación del Sistema Nacional de Protección Ciudadana, un mecanismo unificado de emergencia que permitirá una respuesta coordinada ante delitos, siniestros viales y otras emergencias. Además, se implementarán instancias como el Consejo Nacional de Seguridad Pública y el Consejo Nacional de Prevención del Delito, integrados por múltiples ministerios y fuerzas de orden, para asesorar en la elaboración de políticas públicas.
En el diseño de La Moneda se espera que esta sea el cargo desde el cual Cordero se despida del Gobierno, al cual le resta menos de un año de Gobierno.
Inscríbete en el Newsletter +Política de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informado/a con noticias precisas, seguimiento detallado de políticas públicas y entrevistas con personajes que influyen.