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El sismo que dejó en la DC almuerzo en café Torres donde se abordó una alianza con la centroderecha PAÍS Crédito: Agencia Uno

El sismo que dejó en la DC almuerzo en café Torres donde se abordó una alianza con la centroderecha

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Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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El debate tensiona a la DC para evaluar una política de alianzas entre PC y derecha con miras a elecciones parlamentarias. Exmilitantes afirman que la falange adoptaría en el futuro un enfoque estratégico: “Un acuerdo con la centroderecha como plan A, pero listos para activar un plan B como pivote”.


En la directiva de la Democracia Cristiana (DC) aseguran que, con molestia, una consejera nacional del sector de la senadora Yasna Provoste (los chascones, el ala más a la izquierda) se comunicó con el presidente de la tienda, Alberto Undurraga, para pedir explicaciones por la cita en el café Torres, donde el líder del partido compartió mesa con la senadora Ximena Rincón, Gutenberg Martínez y Mariana Aylwin, tres exmilitantes que dimitieron para situarse en la centroderecha con duras críticas a los últimos años del rumbo de “la patria joven”.

El almuerzo en la Confitería Torres, que reunió a miembros de la directiva de la DC, como Undurraga, con exdirigentes y exlegisladores de la tienda que renunciaron para formar los partidos de centroderecha Demócratas y Amarillos, generó un fuerte sismo político que sacudió a la colectividad y provocó un intenso debate interno que, incluso, dejó en llamas los chats de WhatsApp de la falange.

Lo anterior, indican quienes estuvieron en la cita, se produce debido a que al interior de la DC se debate sobre si habrá dos listas para las elecciones parlamentarias, una de las cuales contemplaría ir con el PC y el Frente Amplio, lo que es cuestionado por un sector de la tienda.

Según explican fuentes democratacristianas, surgieron numerosas preguntas en los grupos y redes sobre los alcances de la reunión y la política de alianzas electorales. En las filas advierten que, mientras se inician conversaciones para definir una lista de candidatos a las elecciones legislativas de noviembre con el oficialismo, se despierta un debate acerca de si el partido debe mantener un entendimiento político con la centroizquierda, el PC y el Frente Amplio, o con Demócratas, Amarillos o, incluso, Evópoli, para contener el avance de la extrema derecha.

En ese marco, el presidente regional de la DC, Rodrigo Albornoz, sostuvo hace unos días que ha planteado que “una convergencia con la centroderecha” se puede dar en un mismo partido, pero también en una federación o coalición entre partidos con Amarillos, Demócratas y la Federación Regionalista Verde Social, y que “no tendría reparos en que esté Evópoli como actor de centro”.

Exparlamentarios admiten que la situación es incómoda. De hecho, ni el senador Iván Flores ni la senadora Yasna Provoste respondieron a las consultas de El Mostrador, pese a insistentes consultas. Tampoco estuvo ubicable el diputado Undurraga.

Tallarines enredados en la olla DC

El organizador de la jornada en el café Torres, Rodolfo Seguel, tiene una mirada distinta. “Esto no fue el motivo de la reunión, era un encuentro de amistad cívica”, dice. Y añade que, sobre la propuesta de Albornoz, “antes de pensar en Evópoli y Demócratas, prefiero una amistad cívica primero dentro de la Democracia Cristiana”.

“Por mucho tiempo no ocurrió un debate político de esta intensidad, yo me inclino como militante a tener un debate interno. No es posible que algunos, como Rodrigo (Albornoz), estén hablando de un acuerdo con la derecha, otros de un acuerdo hasta con el PC, otros de ir solos, y otros de un acuerdo con el PPD y el PS. Hay un plato grande de tallarines en esta olla y están un poquito enredados”, dice Seguel.

Y agrega: “A mí no me afectan nada los comunistas. El primero que llegó al Congreso, falleció, fue Guillermo Teillier, por el distrito 13, que era mi distrito, San Miguel. A mí el Presidente Frei y Juan Carlos Latorre me pidieron que hiciera un gesto y lo hice, porque el Gobierno necesitaba en la campaña los votos comunistas (…). Sería interesante que el PC nos devolviera la mano y dijera: ‘Bueno, la DC hizo algo por nosotros en el pasado, cuando Rodolfo Seguel dejó el distrito para que Teillier fuera diputado’. A ver si el PC nos cede algunos distritos para llegar y tener diputados. Yo le cobro la mano al Partido Comunista, devuélvanos el distrito que les regalamos”.

En otra arista, exmilitantes de la DC que analizan volver, inspirados en ideas de Maquiavelo, Robert Dahl o Hans Morgenthau, afirman que la falange adoptaría un enfoque estratégico: establecer un acuerdo con la centroderecha como plan A, pero siempre listos para activar un plan B que implique una alianza con la centroizquierda si el primer intento fracasa.

La idea central estaría en “volver a alianzas gubernamentales”. Aunque por ahora la apuesta es mirando la centroderecha –aseguran–, enfatizando, como Dahl, la importancia de la flexibilidad en el ejercicio del poder y subrayando que la política es una competencia que requiere adaptabilidad. Y, como plantea Morgenthau, expresan que la capacidad de pivotar entre alianzas es fundamental para subsistir.

Apuntar a la elección de 2029

Tras el reencuentro en el café Torres, algunos dirigentes mencionan que, a medida que los lazos entre la DC, Demócratas y Amarillos se fortalezcan, el intercambio de ideas y la formulación de iniciativas conjuntas se irán consolidando. Otros señalan que no es posible ninguna alianza con sectores de derecha que renunciaron al partido y los “denostaron con críticas”.

“Ver a Undurraga sentado con Rincón, Gutenberg Martínez y Mariana Aylwin fue muy incómodo después de las críticas que ellos hicieron al irse; no solo eran personales, sino también al partido”, señala un exembajador.

El exsecretario nacional de la DC, Víctor Maldonado, sostiene que los esfuerzos por juntarse con la centroderecha no tendrán un efecto político inmediato, ya que la situación actual es compleja y está muy próxima a las elecciones.

“En estos partidos, incluso Evópoli, no hay una frontera dura entre ninguno de estos sectores. Entonces, mientras estos lazos se empiezan a volver más sólidos, el intercambio de ideas y de iniciativas se puede ir armando. Es algo que tiene sentido, pero no tiene, para mi gusto, efecto político inmediato muy cerca de estas elecciones. Yo creo que para la próxima de todas maneras. La reforma previsional se consiguió en un acuerdo que iba del PC hasta la UDI. El centro descuidó sus relaciones humanas, pero ahora parece retomarlas”, dice Maldonado.

Albornoz sostiene que la promesa de Alberto Undurraga de formar una lista parlamentaria sin el Partido Comunista ni el Frente Amplio no se ha concretado y que, a medida que se acerca el proceso electoral, la falta de definiciones sobre alianzas con partidos como la Federación Regionalista Verde Social, Radical y Liberal ha llevado a cuestionamientos sobre la estrategia a seguir.

Impacto por discurso de Zaldívar

Algunos miembros de la DC advierten que la candidatura de Carolina Tohá (PPD), quien busca unificar a la centroizquierda, podría estar absorbiendo a la colectividad. Este escenario plantea la posibilidad de que se formen dos polos dentro de la centroizquierda: uno centrado en Tohá y otro en figuras más alineadas a la izquierda, como Jeannette Jara (PC).

“Ha generado un impacto, pero no aún posiciones. La intervención de Andrés Zaldívar, que explícitamente habla de volver a encontrarse adentro o afuera, pero habla de convergencia, como yo también le señalaba, porque no está resultando una alianza que no contemple al Partido Comunista”, sostiene Rodrigo Albornoz.

Además, asegura que el PS ya no es el sostén de la estantería –como lo llamó Osvaldo Andrade– del PC y la DC en el bloque Nueva Mayoría.

“El rol del PS que hacia tender puentes entre el PC y la DC ha sido postergado por los socialistas. Más bien, el PS lo que busca es la disminución de la DC; yo creo que ellos están en una actitud bastante hegemónica. Lo advertí con fuerza en su pretensión de ser articuladores cuando se inicia el Gobierno del Presidente Piñera y desde la segunda vuelta, cuando apoyaron a Boric”, concluye Albornoz.

Mientras, en Evópoli afirman no tener dudas: “No romperemos el pacto que fundamos en Chile Vamos para irnos a otra parte. Conversar, ya es otra cosa”, dicen.

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