
Mirosevic por demora en definición de candidatos oficialistas: “Estamos dando ventaja a la derecha”
El candidato presidencial del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, afirmó que si el oficialismo quiere “tener una posición significativa y mayoritaria en el próximo Congreso, es clave tener una lista unitaria, frente a las peleas intestinas e irreconciliables que se ven en la derecha”.
El diputado y abanderado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, fue el primero en instalarse en la carrera presidencial de cara a las primarias oficialistas.
Sin embargo, los liberales aún no tienen un cupo asegurado en la papeleta, debido a que no están constituidos en todas las regiones del país, lo que los imposibilita legalmente para inscribir una candidatura a primarias. Otra de las alternativas es contar con más de 35.361 afiliados, requisito que tampoco cumplen.
Escenario cuesta arriba para Mirosevic, ante el cual desde el Partido Liberal aseguran que hace meses que se están movilizado en todo Chile, para inscribir varias regiones.
Mientras tanto, el parlamentario ha continuado dando a conocer sus propuestas programáticas e insiste en la necesidad de una primaria y una lista parlamentaria única que reúna todas las fuerzas del progresismo.
En conversación con El Mostrador, el diputado por la Región de Arica se refirió a la indefinición del PC, FA y PS respecto a su figura presidencial. Mirosevic señaló que, si bien hay que respetar los tiempos de cada partido, “es evidente que se ha demorado” la decisión de quiénes serán los demás abanderados oficialistas.
El parlamentario también afirmó que es contrario a la idea de vetar previamente al candidato de un partido –a propósito de los reparos de Carolina Tohá a una eventual candidatura de Daniel Jadue (PC)–. Sin embargo, sí cree necesario un debate de principios programáticos en materia de política internacional.
“El tema de Venezuela lo vengo alertando hace rato, advirtiendo sobre el deterioro democrático hace diez años, por lo menos. Por lo tanto, es un debate que siempre he instalado”, dijo.
-¿Cómo ha observado los procesos de indefinición o de reflexión de los partidos –Frente Amplio, PS y PC–, que todavía no proclaman a sus abanderados?
-Yo creo que es una definición de cada partido. Es difícil meterse en una discusión interna que por distintas razones se ha demorado, creo que es evidente que se ha demorado. Nosotros no podemos seguir dándole una ventaja a la derecha o a las derechas, por el contrario, tenemos que reaccionar y tenemos que, desde ya, poner todos los nombres y las cartas sobre la mesa para competir en una gran primaria que pueda ser resultante con una sola candidatura competitiva a primera y segunda vuelta.
Nos hemos demorado mucho, en general, dentro del oficialismo, pero cada partido tiene sus razones. Sí creo, a nivel general, que hemos estado dándole una ventaja a la derecha.
-A su juicio, ¿estas decisiones deberían tener sentido de urgencia?, más allá de que el plazo vence a fines de abril…
-Por supuesto, creo que tienen que tener sentido de urgencia, es bueno que cada partido del oficialismo tenga sus candidatos corriendo, es súper necesario, desplegarse por el país, presentar ideas, me parece que es central.
-¿Cómo ha visto los intercambios a propósito de las opiniones de Carolina Tohá sobre sus reparos a una eventual candidatura de Daniel Jadue?
-A mí no me gusta Jadue, yo tengo y he tenido públicas diferencias con él y con sus posiciones, pero no creo que podamos establecer un veto. Porque, primero que nada, él no es candidato tampoco, entonces, el PC tiene que tomar su propia definición, hay que ser respetuoso de sus tiempos y de su deliberación interna. Una vez que nominen a su candidato podemos debatirlo, pero antes me parece que no corresponde, es una definición interna de cada partido.
-Pero más allá del veto, ¿a usted le parece necesaria esa discusión de principios en materia de política internacional?
-Por supuesto, yo el tema de Venezuela lo vengo alertando hace rato, y advirtiendo sobre el deterioro democrático desde hace diez años, por lo menos. Yo he sido uno de los que ha alertado permanentemente: ojo con Venezuela. Por lo tanto, es un debate que siempre he instalado.
-¿Cuál es su opinión sobre la posición de la Democracia Cristiana y la idea de hacer dos primarias y dos listas parlamentarias?
-A mí me gusta la idea de una gran primaria, creo que frente a las peleas intestinas e irreconciliables que se ven al frente en la derecha, me parece que tiene mucho más sentido tener una gran primaria, desde la DC hasta el PC. Eso, por lo demás, es la misma posición que el Partido Liberal tuvo en la elección pasada. Nosotros creemos en la máxima unidad posible.
Eso supone diferencias también entre los que somos miembros de una gran coalición, pero de verdad nos gustaría una gran primaria. Ahora, también tiene que ver con una posición de la Democracia Cristiana que entendemos, pero lo lógico sería enfrentar unidos a estas derechas que pareciera que de unidad tienen muy poco. Por lo tanto, creo que no podemos perder la oportunidad de tener unidad.
-Ahora, más allá de la decisión de las primarias, ¿cree que es necesario debatir sobre esa disputa del centro político que plantea la DC? A propósito de ampliar la base de apoyo de un eventual futuro Gobierno del progresismo.
-Es un muy buen debate, yo creo que nosotros tenemos que hablarle al centro político, tenemos que ofrecer un Gobierno para las clases medias, entonces me parece muy valiosa la reflexión. Pero electoralmente, matemáticamente, no creo que estén en lo correcto respecto de llevar dos candidatos a primera vuelta, y menos de la lista parlamentaria, la lista parlamentaria, el sistema, premia a las listas que tienen unidad.
Por lo tanto, creo que si queremos tener una posición significativa y mayoritaria en el próximo Congreso, es clave tener una lista unitaria. Ahora, ¿es posible una lista unitaria? No lo sé, creo que la realidad de la negociación nos dirá si es posible o no. Es difícil, porque somos hartos partidos y, por lo tanto, la negociación no va a ser fácil, pero hay que intentarlo con decisión.
Si no nos resulta, creo que hay que desdramatizar. Dos listas, no es el escenario ideal, pero tampoco es un escenario tan malo. Yo creo que las derechas van a tener más de dos listas.
Yo les pido a los partidos que se pongan a la altura del desafío en el que estamos frente a la amenaza que significan las posiciones más extremas, tenemos que tener nosotros como respuesta una unidad para un cambio tranquilo, para un cambio razonable. Y eso creo que supone una lista única.
-Cómo proyecta el nivel de convocatoria de la primaria oficialista, versus la primaria que tendría Chile Vamos. ¿Cómo ve ese escenario?
-Yo creo que está por verse que Chile Vamos tenga una primaria. Eso es lo primero. Ellos no han demostrado voluntad de tenerla. En particular Evelyn Matthei no ha demostrado un compromiso con las primarias.
Sin embargo, creo que nuestra primaria va a tener un porcentaje bastante alto de convocatoria. Estas van a ser primarias de verdad, van a ser primarias competitivas. Puede haber cuatro o cinco candidatos. Yo creo que vamos a tener un buen porcentaje de participación electoral.
-¿Cuál ha sido la recepción política a su propuesta sobre la legalización de la cannabis?
-Yo creo que hay dos reacciones. La primera, mucha gente con un sentido práctico y realista dice, efectivamente, la política de drogas es un fracaso y tenemos que buscar otras alternativas para disminuir la violencia, disminuir la corrupción y disminuir el poder de los narcotraficantes, quitarles el mercado. Yo creo que ha habido una buena reacción en ese sentido, en general.
Ha habido una segunda reacción, más bien hipócrita, respecto de no reconocer que la política de drogas no tiene ningún éxito que mostrar. Es de las políticas más fracasadas. En general, cualquier política pública en Chile puede mostrar luces, puede mostrar sombras, pero en el caso de la política de drogas son puras sombras.
No tienen nada exitoso que mostrar. Por lo tanto, creo que ha habido una reacción un tanto hipócrita, además, en el sentido de decir públicamente que por el hecho de que usted declaraba ilegal la marihuana, es de difícil acceso, y eso no es verdad. En Chile la marihuana es de fácil acceso.
Entonces, la declaración de ilegal no ha tenido los efectos que se esperaban respecto de disminuir el consumo, disminuir la violencia, todo lo contrario, solo ha servido para darles poder a los narcos, que son quienes necesitan que la política siga tal cual está. Es decir, los narcos necesitan de la prohibición.
Por lo tanto, nuestra propuesta es que sigamos el ejemplo de países como Canadá, Alemania, Portugal, como Uruguay, que entendieron que no tiene sentido seguir regalándoles a los narcos ese poder.
-Finalmente, a propósito de sus banderas programáticas, ¿cómo proyecta el debate sobre eutanasia en el Congreso?
-El Presidente y el Gobierno tienen un compromiso público, respecto de que este año, que este Gobierno, no va a terminar antes de aprobarse la eutanasia. Y porque además están las condiciones para que así sea, están los votos en el Senado, está un apoyo absolutamente mayoritario en la sociedad chilena, al punto que, según la encuesta CEP, solo el 11% de los chilenos está en contra de la ley de eutanasia. O sea, estamos hablando de una ley que tiene altísima adhesión.
Yo creo que están todas las condiciones para que este proyecto sea ley. No me explico que sigamos obligando a los pacientes y postergando la aprobación de esto. Estoy muy esperanzado de que antes de que termine el Gobierno esto se va a aprobar.
-¿Es una ventana de oportunidad que se podría cerrar si el próximo Gobierno cambia de color político?
-O sea, no solo se podría, yo creo que se va a cerrar si es que no lo aprobamos ahora y hay un cambio en el signo político, cuestión de la que no estaría tan seguro, yo creo que la elección presidencial está abierta. Pero en el escenario que usted me pregunta, en un hipotético Gobierno de derecha, sea cual sea la versión de esas derechas, en cualquier caso la eutanasia no va a tener ninguna posibilidad de ser ley. Los tres candidatos son contrarios a la eutanasia, lamentablemente, con la confusión, creo yo, de imponerles sus propias creencias a todas las personas y en particular a los pacientes que sufren.