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Democracia en tensión: 75% de los chilenos la prefiere, pero solo un 26% está satisfecho PAÍS Elaborada por El Mostrador

Democracia en tensión: 75% de los chilenos la prefiere, pero solo un 26% está satisfecho

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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En la encuesta Scanner Social, la desconfianza en el Congreso, baja representación, respeto por las reglas y una alta insatisfacción marcan el complejo vínculo de la ciudadanía con la democracia en Chile. El Indicador de Adhesión a la Democracia, de 55 puntos (de 100), revela un compromiso crítico.


Un 75% de los chilenos considera que la democracia es siempre preferible a cualquier otra forma de gobierno. Sin embargo, solo un 26% se declara satisfecho con cómo funciona hoy en el país, según los resultados del Módulo 1 del Scanner Social Marzo 2025, elaborado por Gemines-Fibra y El Mostrador.

La investigación, basada en encuestas aplicadas a 480 personas de distintos grupos socioeconómicos y regiones, evidencia una satisfacción neta negativa de -19 puntos, con un 47% que se declara insatisfecho. El descontento se concentra especialmente entre los hombres, los mayores de 45 años y los segmentos D-E. El grupo más crítico es el de los adultos mayores, que se muestran mayoritariamente desencantados con la democracia

¿Autoritarismo como alternativa?

Aunque el apoyo a la democracia es transversal, un 39% de las personas del grupo C2 (clase media típica) cree que, en algunas circunstancias, un gobierno autoritario podría ser preferible. Esta visión se intensifica en quienes se identifican con la derecha política: el 42% admite esa posibilidad.

Por contraste, en la centroizquierda el apoyo a la democracia es casi unánime: un 97% la considera la mejor forma de gobierno sin excepciones.

Congreso y mandato democrático

Uno de los focos de crítica es el Congreso Nacional. La mitad de los encuestados dice que los parlamentarios “representan poco o nada” los intereses ciudadanos. La percepción es especialmente negativa entre quienes viven fuera de Santiago, el grupo C2 y los mayores de 60 años.

A pesar del desencanto, el 85% respalda que un Presidente debe completar su mandato, incluso si no votaron por él o están en desacuerdo con su gestión. Este respeto por las reglas democráticas es generalizado, aunque baja significativamente entre quienes se identifican con la derecha.

Además, un 79% afirma que votaría incluso si el sufragio no fuera obligatorio, lo que sugiere un alto compromiso con la participación electoral.

Como síntesis de estos factores, se construyó el Indicador de Adhesión a la Democracia (IAD), que combina percepción de preferencia democrática, satisfacción con el sistema, representatividad del Congreso, respeto por el mandato y propensión al voto. El resultado: 55 puntos en una escala de 0 a 100, lo que significa que la adhesión a la democracia atraviesa niveles críticos.

Los grupos más alejados de la democracia según este índice son los segmentos C2 y D-E, los jóvenes de 18 a 29 años, los adultos mayores y quienes se identifican con la derecha, el centro o ninguna tendencia política.

Adultos mayores desencantados

Los mayores de 60 años en Chile muestran una relación ambivalente con la democracia en el país. Mientras valoran la democracia como principio, están profundamente desencantados con su ejecución actual, en especial con el Congreso y la representación política.

Aunque mantienen un alto respeto por las reglas democráticas, su disposición a participar electoralmente es más baja, lo que los convierte en elementos clave para entender el desgaste institucional desde una perspectiva generacional.

Así tenemos que el 83% de las personas mayores de 60 años cree que la democracia es siempre preferible a cualquier otra forma de gobierno. Este porcentaje está por encima del promedio nacional (75%), lo que indica una fuerte adhesión al valor democrático, posiblemente influenciada por vivencias históricas como la dictadura y el retorno a la democracia.

La insatisfacción, no obstante, se muestra mayoritariamente en torno a su funcionamiento. Solo un 8% se declara satisfecho con cómo funciona la democracia actualmente.

Un 73% se muestra insatisfecho, lo que genera una satisfacción neta de -65 puntos, la peor de todos los grupos etarios.

Esto refleja una profunda desilusión con las instituciones democráticas.

Adhesión a la democracia en crisis

Para el analista político Guido Romo y miembro del equipo de Scanner Social, los datos del informe revelan una ciudadanía que valora fuertemente la democracia como principio, pero que se siente profundamente desconectada de sus instituciones y representantes.

“La insatisfacción atraviesa todos los segmentos, pero se agudiza en los grupos más vulnerables (D-E), los adultos mayores y los jóvenes. Mientras los mayores expresan desilusión desde la experiencia, los jóvenes lo hacen desde una crítica activa, marcada por una alta disposición a votar”, señala.

Respecto al Parlamento, el analista político reafirma los datos de la encuesta, en relación con que el Congreso es visto como una institución lejana: “La mitad del país cree que no representa los intereses ciudadanos”. Aun así –añade– una amplia mayoría (85%) respalda que los presidentes electos terminen su mandato, y un 79% declara que votaría incluso sin obligación legal, lo que sugiere que la fe en la democracia no ha muerto, pero exige reformas urgentes.

Con un Indicador de Adhesión a la Democracia de solo 55 puntos, Romo concluye que Chile muestra que su compromiso con el sistema está en una zona crítica, particularmente después del estallido social que evidenció un profundo descontento hacia las élites políticas y un reclamo por una democracia más participativa y representativa.

“Esta explosión de demandas populares sugiere que la adhesión a la democracia no siempre es un camino lineal; las expectativas de la ciudadanía evolucionan y requieren respuestas concretas. Mientras algunos ciudadanos celebran la democracia como un sistema de libertad y derechos, otros la critican por su falta de efectividad para abordar problemas graves como la pobreza, la desigualdad y la corrupción”, señala.

A nivel global –apunta Romo–, la adhesión a la democracia también enfrenta tensiones. “La democracia no puede darse por sentada. Debe ser alimentada por la participación activa y la búsqueda de soluciones a desafíos del futuro, como los planteados por las nuevas tecnologías”.

Revisa el estudio completo en el siguiente link:

Informe resultados Scanner Social marzo 2025

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