A fines de julio la DC dio las primeras señales de que no aprobaría el la Ley de R
A fines de julio la DC dio las primeras señales de que no aprobaría el la Ley de Rentas que habían acordado el gobierno con la UDI, más específicamente, el presidente de los gremialistas Pablo Longueira y el ministro del Interior, José Miguel Insulza.
Enrarecido el «clima de los acuerdos», Longueira se preocupó de diseminar buscar fuerza entre los ediles de la Alianza por Chile y el 1 de agosto envió una misiva a los alcaldes donde les expresaba su satisfacción por haber llegado a «buen puerto» con el gobierno en este tema.
Pero la carta, firmada de puño y letra por Longueira, no agradó precisamente a todos, en especial, a algunos ediles RN que pudieron leer en los dos cortos párrafos de la carta lo siguiente:
«Con profunda satisfacción después de 60 días de trabajo en el que se recogieron los aportes y sugerencias de la Asociación Chilena de Municipalidad, de alcalde, de parlamentarios e institutos de los partidos con representación en el Congreso, hago llegar a usted el acuerdo que el gobierno y la UDI han alcanzado, el que se traducirá en una indicación sustitutiva a la denominada Ley de Rentas II».
«Sin otro particular, y con la seguridad de que el acuerdo plasmado en este documento será un gran aporte para su gestión edilicia», se despide.
