Los colegios Astoreca tienen puntajes que superan el promedio nacional, tanto en el Simce como en la PSU. La institución se financia con un 60% de subvención estatal para cada niño y el resto con aportes privados, a base de 763 personas, que colaboran como “padrinos” de un alumno. Entre ellos figuran el periodista y el titular de la Segpres.
Como todos los lunes del año, el periodista Matías del Río participó el pasado 11 de julio de la reunión de directorio del Colegio San José de Lampa. El establecimiento depende de la Fundación Astoreca. Esta institución maneja dos colegios en Santiago -el otro en la comuna de Renca- y suman un total de 1.380 alumnos, cuyas familias en su mayoría tienen ingresos de hasta $200 mil pesos.
“Se trata de colegios con muy pocos recursos, por lo que no podemos tener grandes equipos de gestión y es el directorio de cada uno de nuestros colegios los que operan como directorios ejecutivos. Estamos en el día a día, algunos más que otros. En mi caso me gustaría estar más, pero no tengo las competencias como para estarlo. Es apasionante poder ver en la realidad cómo con educación de calidad puedes cambiar la vida de niños postergados”, cuenta Del Río.
Los colegios Astoreca tienen puntajes que superan el promedio nacional, tanto en el Simce como en la PSU. La institución se financia con un 60% de subvención estatal para cada niño y el resto con aportes privados, a base de 763 personas, que colaboran como “padrinos” de un alumno. Entre ellos está el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Cristián Larroulet, quien acredita el vínculo con la fundación en su declaración de intereses.
Pero en el caso de Astoreca, su condición como entidad sin fines de lucro, está completamente acreditada, a diferencia de la Universidad del Desarrollo (UDD), donde Larroulet también participa a través de El Otoñal S.A. y cuyo status respecto del lucro aún no está totalmente claro.
Según dijo el ministro la semana pasada, dejó su participación en la UDD en manos de un fideicomiso ciego.