Según Banco Santander, son 6 mil 500 quienes solicitaron la modalidad de pago que, tras los primeros tres años de beneficios, se convierte en una carga que los afectados no pueden soportar, especialmente debido a los llamados «cuotones» millonarios en los que se convirtieron los pagos iniciales.
El martes 13 de marzo pasado y en medio de la audiencia de conciliación —donde no se llegó a acuerdo— del caso del “Alivio Hipotecario” del Banco Santander, salió a la luz el número de clientes que accedieron al producto que enfrenta a decenas de familias a la bancarrota.
En total, según informó el Banco ante el Cuarto Juzgado Civil de Santiago, fueron 6 mil 500 personas las que obtuvieron el “Alivio”. De estas, ya se han contactado con la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), más de 280 clientes que alegan haber sido engañados por la entidad bancaria.
La historia que cuentan es similar: en medio de la crisis económica de 2009 fueron contactados por sus ejecutivos de cuenta que les ofrecieron una tentadora oferta para hacer más llevadero el pago de sus créditos hipotecaros, pagando menores dividendos por tres años. Pero lo que no les explicaron, aseguran estos clientes que pertenecían a un grupo de “pagadores diligentes”, según la misma empresa, es que los modos de pago serían imposibles y se materializarían de una sola vez en un “cuotón” al terminar los tres años.
Es el caso de Andrea A., que pagando un dividendo inicial de 160 mil pesos, obtuvo una rebaja de 36 mil pesos mensuales por tres años. Hoy debe pagar, además del dividendo inicial, un “cuotón” por casi 9 millones de pesos.
Según relatan, todos firmaron pagarés en blanco y hoy enfrentan escandalosas deudas, por lo que Conadecus interpuso una demanda colectiva y una querella criminal por los delitos reiterados de usura, abuso de firma en blanco y estafa residual.