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Nicolás Ibáñez vuelve al punto: «El Museo de la Memoria es una realidad dolorosa, pero también una visión sesgada de la historia» MERCADOS

Nicolás Ibáñez vuelve al punto: «El Museo de la Memoria es una realidad dolorosa, pero también una visión sesgada de la historia»

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«Obviamente que el Museo de la Memoria ofrece una realidad dolorosa, pero también una realidad sesgada de la historia. Lamentablemente, refleja el típico doble estándar de los que, ensangrentados por los más horribles crímenes a los derechos humanos, denuncian la situación chilena sin pronunciarse ni hacerse cargo del verdadero genocidio que el ideario marxista ha provocado en el mundo entero, ni tampoco de las causas del quiebre de la tradición democrática en Chile, ni menos de los inaceptables atropellos a los que se someten a diario los habitantes de Cuba y Venezuela», dijo en una carta.


No le pareció y lo ha dicho con todas sus letras. No ha sido solo una defensa corporativa, sino que se ha convertido en un camiseteo total. Nos referimos a la postura del empresario Nicolás Ibañez y el fugaz paso de Mauricio Rojas por el Ministerio de las Culturas. Conocidos son sus vínculos y, pasados un par de días del incendio, el ex controlador de los supermercados Líder y gestor de la Fundación para el Progreso, ha salido a defender a Rojas, a criticar lo que ha bautizado como «intolerancia dictatorial» y «afanes hegemónicos».

Ayer el empresario, que ha defendido en el pasado la dictadura de Augusto Pinochet, volvió a la carga. Lo primero fue aclarar que los dichos de Rojas habían sido antojadizamente sacados de contexto y que, si alguien conocía de atrocidades y violaciones a los DDHH, era precisamente el fugaz ministro.

«Obviamente que el Museo de la Memoria ofrece una realidad dolorosa, pero también una realidad sesgada de la historia. Lamentablemente, refleja el típico doble estándar de los que, ensangrentados por los más horribles crímenes a los derechos humanos, denuncian la situación chilena sin pronunciarse ni hacerse cargo del verdadero genocidio que el ideario marxista ha provocado en el mundo entero, ni tampoco de las causas del quiebre de la tradición democrática en Chile, ni menos de los inaceptables atropellos a  los que se someten a diario los habitantes de Cuba y Venezuela», dijo en carta a El Mercurio.

Ibáñez ocupó palabras que ya había vertido en La Tercera, recalcando que la decisión de su salida demostrada un espíritu totalitario, dictatorial y un afán hegemónico en un área «particularmente sensible»: la cultura. «Una cosa es el apego irrestricto a los Derechos Humanos y otra muy distinta es transformar el Museo de la Memoria y su aceptación en la prueba máxima del respeto por los Derechos Humanos», agregó.

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