Como presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago, derivó las causas relacionadas con Pablo Wagner –el ex subsecretario de Minería de la primera administración piñerista– a la 11ª Sala del tribunal de alzada capitalino, misma donde se revisó la causa del ex administrador electoral de la campaña presidencial de Piñera en 2009, Santiago Valdés.
El llamado telefónico del Presidente Sebastián Piñera comunicándole a la presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago, Dobra Lusic, que era la escogida de La Moneda para ascender a la Corte Suprema, no pasó inadvertido en tribunales, porque en las dos ocasiones en que al actual Gobierno le ha tocado nominar supremos –con Angela Vivanco y Mauricio Silva Cancino– no hubo la misma cortesía presidencial.
En el mundo judicial se consideró que el gesto de Piñera solo viene a reforzar la predilección de que goza la ministra Lusic ante los ojos de la administración piñerista y que su ascendiente con La Moneda no solo pasaría por el hecho de que es la jueza favorita de la DC y las Isapres.
En círculos judiciales, es conocido que la magistrada “se ha portado muy bien” con algunos cercanos del Mandatario implicados en causas de platas políticas en diversas aristas del caso Penta.
Como presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago, en noviembre del 2018, Lusic derivó las causas relacionadas con Pablo Wagner –ex subsecretario de Minería en la primera administración piñerista– a la 11ª Sala del tribunal de alzada capitalino, misma donde se revisó la causa del ex administrador electoral de la campaña presidencial de Piñera en 2009, Santiago Valdés.
En el caso del procedimiento contra Wagner, pese a que había una orden de no innovar dictada por la 5ª Sala, por decisión de Lusic las causas fueron acumuladas en la 11ª.
Coincidencia o no, la Sala es presidida por Alejandro Rivera Muñoz, uno cercano a John Campos, un operador en las sombras en los pasillos de tribunales, que hace de puente en la búsqueda de votos para que algunos jueces integren la quina para ascender a la Corte Suprema y conocido por su cercanía con Lusic.
El 22 de enero pasado fue un día redondo para los implicados. La 11ª Sala dictó dos resoluciones favorables, tanto para Wagner como Valdés. Este último fue sobreseído definitivamente por la emisión de facturas ideológicamente falsas y un contrato forward fraudulento.
En el caso de Wagner, la Sala decidió desechar las apelaciones de los querellantes –el CDE, Vidrierías la Argentina, la Fundación Ciudadano Inteligente y parlamentarios del PS–, confirmando lo resuelto por el 8° Juzgado de Garantía de Santiago, que autorizó el procedimiento abreviado para el ex subsecretario, dejándolo sin castigo por cohecho.
En ambos casos, los votos favorables fueron de Rivera y el entonces ministro suplente, Juan Manuel Escobar Salas, quien en el último tiempo ya ha asomado en algunas ternas para ascender a ministro titular. En las dos resoluciones, la disidencia fue del ministro Jorge Zepeda, quien en su voto en contra de la resolución sobre el ex subsecretario acusó, incluso, una “emboscada procesal”.
