Piñera, señaló a través de las redes sociales que el proyecto del Ejecutivo sobre jornada laboral podría crear cerca de 300 mil empleos. Cuatro días más tarde el ministro Larraín amenazó con que el proyecto de la diputada PC de reducir la jornada a 40 horas destruiría cerca de 250 mil empleos. El, problema de eso, advirtieron en el Mintrab, es que estas cifras que se han entregado en los medios de comunicación, responderían sólo a estimaciones de los gremios, que no hay nada concreto, ni estudios ni encuestas.
Nada ha sido fácil para el Gobierno desde que la diputada, Camila Vallejo, reflotó su proyecto de ley ingresado el 2017 y que busca reducir la jornada laboral desde 45 a 40 horas semanales. De ahí en más, La Moneda no ha hecho más que cometer error tras error, palos de ciego, tratando infructuosamente de neutralizar el impacto y apoyo que despertó la propuesta de la joven parlamentaria comunista.
Y en ese intento fallido, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, abrió un flanco que en el Gobierno no han sido capaz de contener y que puso, otra vez, sobre el tapete el abuso de la demagogia comunicacional de La Moneda.
El 8 de agosto el Presidente, Sebastián Piñera, señaló a través de las redes sociales que el proyecto del Ejecutivo sobre jornada laboral podría crear cerca de 300 mil empleos. Cuatro días más tarde el ministro Larraín amenazó con que el proyecto de la diputada PC de reducir la jornada a 40 horas destruiría cerca de 250 mil empleos.
Sus palabras volvieron a repercutir no sólo hacia afuera, pero también hacia adentro de la administración, donde fuentes a40l interior del Ministerio de Trabajo señalaron que las cifras que se han entregado en los medios de comunicación, responderían sólo a estimaciones de los gremios, que no hay nada concreto, ni estudios ni encuestas.
Agregaron que la afirmación del Presidente como la del jefe de la billetera fiscal tendrían al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, complicado, sin capacidad para salir a flote sin un buen argumento con que defender la propuesta oficialista.
No es solo la oposición la que advierte de la demagogia comunicacional del Gobierno. Este miércoles 14 y luego de una cita con Larraín, el presidente de la CPC, Alfonso Swett, lanzó una critica que dolió en la administración piñerista: llamó “a la prudencia, a la responsabilidad” y pidió que en el debate se pongan sobre la mesa los estudios y cifras necesarios.
No es el único. Chile Vamos pidió el lunes 12 durante el último comité político que el Gobierno les entregue un insumo, un estudio real que permita defender los pronósticos de Piñera y Larraín.