La firma, controlada por la familia Cueto, ha enfrentado varios requerimientos de Said, uno de sus accionistas minoritarios. El más reciente se produjo después que hace unos meses, en Brasil, el empresario de la industria aérea Henrique Constantino, dueño de aerolíneas GOL, declarara ante la justicia la existencia de un acuerdo entre aerolíneas para el pagos de coimas a congresistas y a políticos de dicho país, y que involucrarían también a Latam. Además de que se esclarezcan los alcances de lo ocurrido en Brasil, Said busca que se aclaren los pormenores de la recientemente anunciada operación de la firma con Delta.
El empresario Jorge Said es, literalmente, una pulga en el oído en Latam.
La firma, controlada hasta ahora por la familia Cueto, y de la cual es socio, ha enfrentado varios requerimientos de Said. El más reciente se produjo después que hace unos meses, en Brasil, el empresario de la industria aérea Henrique Constantino, dueño de aerolíneas GOL, declarara ante la justicia el pago de coimas a congresistas y a políticos de dicho país, lo que involucraría también a Latam.
“El acto informado por prensa es de máxima gravedad si consideramos que la compañía se encuentra afecta a un régimen de cuidado irrestricto a las buenas prácticas empresariales, toda vez que suscribió un acuerdo con el Departamento de Justicia Americano en julio de 2016 al amparo de la ‘Foreign Corrupt Practices Act’ (FCPA) tras hechos gravísimos de ocurrencia en Argentina y que la obligan a no incurrir en ilícitos de corrupción como aquellos acaecidos, por un período de tres años”, destaca la misiva enviada por el accionista minoritario a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Sobre al asunto, Said hizo un requerimiento al regulador y se reunió -según consta por medio de la Ley de Lobby- el pasado 24 de septiembre con Cristián Álvarez, de la CMF.
«En dicha reunión se plantearon las graves implicancias que le podrían significar a la compañía la ocurrencia de dichas investigaciones, de ser ciertas, toda vez que la misma está afecta a un monitoreo de parte de la Securities and Exchange Commission (SEC) desde julio de 2016, y un proceso bajo las siglas DPA (Deferred Prosecution Agreement)”.
Said acompañó los siguientes documentos.
1. Press Release: LAN Airlines Settles FCPA Charges.
2. United States of America before the Securities and Exchange Commission.
3. Attachment A. Independent Compliance Monitor. Retention of monitor and term
of agreement.
4. Justice news. «Latam Airlines Group resolves Foreign Corrupt Practices Act
Investigation and agrees to pay $12.75 million criminal penalty»
5. Deferred Prosecution Agreement.
Una segunda carta de Said enviada a la autoridad esta semana, señala que: «Ahora bien, como parte de este último, LATAM se obligó a no incurrir en tales prácticas, so pena de iniciarse el proceso respectivo. De ahí la gravedad de lo sucedido, teniendo en consideración las graves sanciones a que se expone una compañía frente a tal reiteración al amparo de la Foreign Corrupt Practices ACT, (FCPA)».
De acuerdo a la información recabada por Said, la CMF le informó que Latam ya respondió un primer oficio, pero que la autoridad le solicitó más información.
Además de que se aclaren los alcances del hecho en Brasil, Said persigue, con la segunda carta enviada a la autoridad, que se esclarezcan algunos alcances de la recientemente anunciada operación de la firma de los Cueto con Delta.
De este modo, solicitó que se oficie al grupo aéreo para saber si someterá el acuerdo con Delta a una evaluación por parte de los organismos de libre competencia chilenos, tal como anunció que se haría con dichas instituciones en Estados Unidos. Lo anterior, puesto que se podría estar en presencia de una operación de concentración.
Como tercer punto, la nueva misiva del empresario consultó a la Comisión para el Mercado Financiero sobre las implicancias que podría tener este acuerdo con Delta, considerando que esta firma norteamericana tiene participación en la aerolínea brasileña GOL y esta, a su vez, es competidora de Latam Airlines en dicho mercado, y sería otra de las aerolíneas implicadas en el autodenunciado acuerdo (por el empresario brasileño Henrique Constantino) para financiar irregularmente a políticos en Brasil.