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El ruido que generó el casi cambio de casa del Sernatur a la sede de la CNC

El ruido que generó el casi cambio de casa del Sernatur a la sede de la CNC

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La asamblea de la entidad cuestionó, por un lado, que el negocio inmobiliario del Palacio Bruna se estaba haciendo a ciegas, sin experiencia en el rubro, que se había anunciado el acuerdo con el Sernatur sin haberlo pasado por asamblea y que, además, según lo conocido ese día, el organismo debió cambiar las condiciones del contrato.


La Cámara Nacional de Comercio (CNC) anunció, hace ya varios meses, su intención de cambiarse de casa.

Se trataba de la búsqueda de opciones para dejar las dependencias del Palacio Bruna, en el centro de la ciudad, y moverse a un sector de edificios de oficinas.

La idea surgió luego que se hizo evidente para el gremio la pesada carga en que se ha convertido la manutención del edificio.

Frente al Parque Forestal se alza el imponente inmueble que fue construido en 1916 y que albergó, hasta antes de la CNC, a la embajada de Estados Unidos.

La embajada usó el pomposo edificio hasta 1995, cuando la influyente dirigencia del comercio optó por moverse a la construcción renacentista.

Pero los números no daban. Y así, en agosto –y según difundieron varios medios–, llegó a un cuasiacuerdo con el Servicio Nacional de Turismo para arrendarle a largo plazo el edificio.

Cabe recordar que el Sernatur debe dejar sus históricas oficinas en el exmercado de Providencia, luego de la solicitud del municipio.

Poco después la CNC, dirigida por Manuel Melero, exsocio de Tironi, anunció con bombos y platillos que se cambiaba a un edificio en Nueva Las Condes, pero eso antes que pasara por la asamblea la aprobación del acuerdo con Sernatur.

Y en cosa de horas, el pasado 2 de octubre, se quedaron sin cambio de casa.

La asamblea cuestionó, por un lado, que el negocio inmobiliario del palacio se estaba haciendo a ciegas, sin experiencia en el rubro, que se había anunciado el acuerdo con el Sernatur sin haberlo pasado por asamblea y que, además, según lo conocido ese día, el organismo debió cambiar las condiciones del contrato.

Esto, pues el cuasiacuerdo generó bastante ruido. Los comentarios apuntaron a por qué un organismo público había acordado mudarse a un edificio de un gremio y cuáles podrían ser los amarres de ese contrato. También si el precio era el más conveniente para el servicio público.

El ruido también tuvo eco a nivel político, pues cabe recordar que Melero es hermano del diputado UDI Patricio Melero, y que podía leerse como un favor del Gobierno de Sebastián Piñera.

Cercanos aseguran que no quedaba bien arribar a un acuerdo con un ente público a puertas cerradas.

Así, la asamblea, después de un debate, optó por buscar otras opciones.

Según dijo Melero a Diario Financiero, todo volvió a foja cero y ahora buscan algún comprador o arrendatario para el palacio.

Las críticas al gremio también apuntan a que hoy tiene menos influencia en la escena pública y menos actividad, y de allí también que sus ingresos hayan disminuido.

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