Se le considera parte del «dream team» de sub 40 que ha preparado la derecha como generación de recambio. Su paso por el Compin la habrían llevado a estrechar lazos con el ministro de Salud y en círculos gubernamentales explicaron que su nombramientos obedece al objetivo de instalar una figura que no le haga ruido interno a la máxima autoridad del Minsal, como sí sucedía con su antecesora, Rosa Oyarce.
El nombramiento de Paula Labra Besserer como Seremi de Salud de la Región Metropolitana trajo consigo una ola de críticas. Su título como ingeniera comercial de la Universidad del Desarrollo de Concepción, no dejó tranquilos a los gremios de la salud ni tampoco a algunas autoridades locales.
Su experiencia de un par de años como interventora del Compin Metropolitano y luego como directora nacional de la institución, fue considerado “insuficiente” por los propios funcionarios de la Secretaria ministerial, donde recalcaron que el nombramiento de Labra responde “más a un tema político», ya que el propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, habría buscado instalar a alguien cercano, conocido y afín a su estilo de trabajo, alguien ajeno al ruido interno que le generaba la ex Seremi, Rosa Oyarce.
Labra no es una aparecida dentro del oficialismo, se le reconoce como cercana a Renovación Nacional. Un año después de titularse como ingeniera comercial, asumió como asesora de la Seremi de Economía en la Región del BioBío y meses después, llegó a Santiago para asumir la jefatura de Administración y Finanzas de la Seremi de Salud Metropolitana, que en ese entonces estaba a cargo de Oyarce, a quien finalmente terminó reemplazando oficialmente este viernes 17 de abril.
Según fuentes del Minsal, fue durante los dos años en que ocupó la jefatura de Administración y Finanzas que logró estrechar lazos con el círculo de confianza del ministro Mañalich.
Labra es considerada parte de la generación de recambio de Chile Vamos, según señalaron desde el Gobierno. Una suerte de «dream team», grupo de simpatizantes y militantes de los partidos de derecha, todos sub 40, que destacaron durante su época universitaria y que fueron “entrenados para ocupar cargos» en el Estado.
Por eso, a nadie le extrañó que Labra, quien estuvo perfeccionándose en gestión de proyectos, administración y finanzas durante los últimos cinco años, asumiera el departamento de Administración y Servicios del Minsal. Al mismo tiempo, se perfeccionó en el área de salud durante el 2019, al cursar un diplomado de Autoridad Sanitaria y Gestión en Salud Pública en la Universidad de los Andes, el que habría sido respaldado por sus autoridades directas.
La ingeniera llegó de vuelta al Gobierno de la mano dela subsecretaria Paula Daza, con quien tendría una “muy buena relación”, razón por la que -aseguran fuentes de Chile Vamos- cuenta con toda la confianza de “sus mandos más superiores”, al asumir la tarea de la Seremi de Salud RM.
Parte del ruido que generó la elección de Labra es que el cargo nunca antes había sido ocupado por un profesional que no estuviera ligado al área de salud. Es más entre el resto de los seremis se cuenta sólo un ingeniero comercial, Manuel Fernández, pero que llegó a ser director del Hospital de Iquique durante doce años. Por eso ayer generó ruido que el Gobierno nombraran a alguien con tan poca experiencia a cargo del Servicio de Salud de la Región Metropolitana, más aún en un contexto de crisis sanitaria por el que atraviesa el país con el Coronavirus.
La dirigenta de los funcionarios de la Seremi, Marcia Lara, advirtió que será complicado manejar la pandemia «con dos ingenieros a cargo de lugares estratégicos, (Artuto) Zuñiga en redes asistenciales y Labra en Seremi, simplemente seremos un número algo para contabilizar. El país y los ciudadanos merecemos autoridades competentes, con perfil de cargos, conocimientos, de carrera funcionaria”.
