El presidente del directorio de la cuprífera, Juan Benavides, dijo en una entrevista que aunque aún se espera que los precios se mantengan fuertes de la mano del crecimiento económico del sudeste asiático, China y Estados Unidos, todavía hay que estar atentos a la evolución del tema sanitario.
La propagación de nuevas cepas del coronavirus traería volatilidad al mercado del cobre, que hasta ahora se ha visto favorecido por las expectativas de una recuperación económica global tras la pandemia de coronavirus, dijo a Reuters un alto ejecutivo de Codelco.
El valor del cobre ha tocado máximos de una década en 2021 y subió esta semana después de que el mayor productor global del metal endureció restricciones por un alza en las infecciones por COVID-19 pese a tener uno de los planes de vacunación más rápidos del mundo.
El presidente del directorio de la cuprífera, Juan Benavides, dijo en una entrevista que aunque todavía se espera que los precios se mantengan fuertes de la mano del crecimiento económico del sudeste asiático, China y Estados Unidos, todavía hay que estar atentos a la evolución del tema sanitario.
«Hay que tener presente que se habla mucho de la incursión de estas nuevas cepas (del coronavirus) y esto puede traer volatilidad en los mercados», comentó.
«Hay mucha preocupación en el mundo entero por el recrudecimiento de la crisis sanitaria producto de la volatilidad generada por las nuevas cepas», agregó.
Sin embargo, el ejecutivo dijo que el aprendizaje de Codelco durante las restricciones por la pandemia que les llevó a tener un buen desempeño operativo y financiero, les permiten mantener sin cambios los objetivos para este año, mientras avanzan en el ambicioso plan de inversiones.
«Los proyectos estructurales los mantuvimos dentro de los proyectos prioritarios porque son fundamentales para sostener la producción de Codelco», afirmó al detallar que se mantienen alineados.
Pese a esto, reconoció que espera que el nivel de producción de la compañía registre «leves bajas» en 2022 y 2023 «especialmente el caso de Rajo Inca (Salvador), que genera una pérdida de algunos meses mientras se acomoda la nueva planta concentradora».
Benavides afirmó que durante el año pasado la compañía aumentó «fuertemente» su caja, lo que les permitirá financiar la operación y vencimientos de deuda 2021-2022 sin recurrir a nuevo financiamiento.
«Con la caja que existe, más la generación de recursos producto de los precios actuales y las reducciones de costos que hemos hecho, tenemos un superávit de caja. Entonces como es superávit no hay necesidad de recurrir a los mercados», apuntó.
Además, con los planeas para mejorar la productividad, hacia adelante ve flujos de caja «muy positivos» que va a permitir a la firma reducir su deuda, enfatizó.
El ejecutivo, que culminará su período en mayo del 2022, es optimista respecto a que pese a las posibles expectativas que puede generar el alza actual del precio del cobre, se mantengan los lineamientos de austeridad que han marcado sus recientes negociaciones contractuales.
«Subir los costos hoy por malas negociaciones puede significar hipotecar divisiones para el día de mañana, que no tengan viabilidad», aseguró.
Codelco aún tiene pendientes discusiones laborales en su mina estrella El Teniente y en Andina, donde los trabajadores rechazaron recientemente una oferta anticipada de contrato.
Por otra parte, Benavides reconoció que un dilatado proyecto de ley sobre glaciares que se ha estado discutiendo podría afectar a proyectos como el desarrollo futuro de Andina si no se analiza el verdadero aporte del ambiente periglaciar y permafrost en la disponibilidad de agua.
«Habría que analizar para cada caso la verdadera contribución de reserva de agua que tienen. Si es algo inmaterial no debiera afectar la operación de Andina», señaló.
«Siempre la extracción minera tiene un efecto en el medio ambiente (…) en el caso de los periglaciares y los permafrost puede ser algo muy menor comparado con lo que es el aporte de la minería», agregó.