Crédito: ATON
El Fondo para Hospitales es una cuenta que mensualmente recolecta el 1,5% de los haberes de todos los carabineros y que hoy asciende a los 30 mil millones de pesos. Sin embargo, denuncian que en la actualidad no hay plata. «Por qué no devuelve el valor de la letra de garantía que cobraron a una empresa que eventualmente no cumplió con un contrato y que en definitiva le ganó el juicio a Carabineros? Porque no hay plata».
Un panfleto que circula en el Hospital de Carabineros vuelve a poner el dedo en la llaga de la delicada probidad de la institución y ya es bautizado como el “Pacogate 2”, en alusión al mayor caso de corrupción en la historia de Chile.
La circular, firmada por Anfuhoscar –la asociación de funcionarios del hospital– parte así: «Sigue la sinvergüenzura en Carabineros. El director de Salud, general Luis Soto Barrientos actualmente se encuentra imputado por desacato a la autoridad por un juicio civil del Fondo de Hospitales, cuyo administrador es él (…) hasta la fecha no cumple la ley”. Es más, señala que la causa va escalando, porque “se ordenó remitir los antecedentes del desacato al Ministerio Público».
El caso en cuestión corresponde a un litigio entre la empresa Upgrade, que ganó en 2013 una licitación convocada por el Fondo para Hospitales de Carabineros de Chile, para la adquisición e implementación del “Sistema de Gestión Hospitalaria para la Dirección de Salud de Carabineros de Chile” en todos los equipos computacionales que se encuentran en dependencias del hospital institucional.
En 2018, Carabineros cortó el contrato, argumentando que Upgrade había incumplido gravemente las obligaciones, cuestión que la empresa niega. Para resguardarse, la compañía pidió que el sistema implementado no fuera eliminado o modificado y que le restituyan la suma de 26.035 UF (unos $713.367.017), correspondientes al cobro de la Póliza de Seguro de Garantía.
En la institución policial debiera haber recursos de sobra para cumplir con esta obligación, dado que el Fondo para Hospitales es una cuenta que mensualmente recolecta el 1,5% de los haberes de todos los carabineros y que hoy asciende a los 30 mil millones de pesos.
Sin embargo, no hay caja, según denuncia la circular de la Anfuhoscar. «¿Por qué no devuelve el valor de la letra de garantía que cobraron a una empresa que eventualmente no cumplió con un contrato y que en definitiva le ganó el juicio a Carabineros? Porque no hay plata. ¿Y qué se ha hecho con ese dinero? Nadie sabe, porque no hay una cuenta pública de su gestión”, señalan.
De acuerdo al panfleto de denuncia, este hecho se suma a otros lunares de la gestión del general Luis Soto Barrientos, que ya cuenta con episodios de maltrato a personal, contratos «truchos» e ineficiencia funcionaria. Es más, el texto también apunta al coronel Marcos Arévalo Aliaga, director del Hospital de Carabineros, quien es «amigo y socio» del general Soto, aseguran.
Arévalo es sindicado como el responsable de que el recinto hospitalario esté en «deplorables condiciones de mantención», como lo evidenció un informe encargado a un ingeniero externo. “Seguro hay malabares, ojalá investigue la Contraloría General de la República», finalizan.
