Una investigación del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF), que estudia el negocio de las criptomonedas, calculó que el consumo total de energía del bitcoin está entre 40 y 445 teravatios por hora anualizados (TWh), con una estimación central de unos 130 teravatios a la hora. A modo de referencia, el consumo anual de electricidad de un país como el Reino Unido es de un poco más de 300TWh, mientras que Argentina usa aproximadamente la misma cantidad de energía que la mejor estimación del CCAF para el bitcoin. Frente a este tema, Nayib Bukele había dado instrucciones a la empresa estatal LaGeo, que se dedica a aprovechar la energía proveniente de 170 volcanes en el país, para instalar una «granja» que permita el minado del bitcoin en el país utilizando energía geotérmica.
El Banco Mundial rechazó este miércoles la solicitud de ayuda del gobierno de El Salvador en la implementación del bitcoin como moneda de curso legal.
El organismo citó como razones la preocupación por la transparencia del proceso y el impacto medioambiental del minado, el sistema por el que se generan nuevos bitcoins y que implica que las computadoras resuelvan una serie de acertijos matemáticos, para lo que consumen una gran cantidad de energía.
El pasado 5 de junio el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció sus planes de convertir a la nación en la primera del mundo en adoptar formalmente la criptomoneda.
«Todos los restaurantes, todas las peluquerías, todos los bancos… todo podrá ser pagado en dólares estadounidenses o bitcoin, y nadie podrá rechazar esa forma de pago», declaró Bukele durante la conferencia Bitcoin 2021, celebrada en Miami.
Y se convirtió en ley el de ser aprobada por el Congreso salvadoreño apenas días después, el 9 de junio.
«La Ley Bitcoin es ambiciosa pero sencilla, además está bien estructurada para que tenga riesgo cero para quienes no quieran asumir riesgos. El gobierno garantizará la convertibilidad al valor exacto en dólares al momento de la transacción», declaró en Twitter el mandatario tras la sesión plenaria.
Sin embargo, la decisión del Banco Mundial tendría en esto varias consecuencias, entre ellas que el país podría enfrentar dificultades para asegurar que el bitcoin pueda ser aceptado a nivel nacional en los próximos tres meses, es que el plazo que el gobierno se dio.
«Estamos comprometidos a ayudar a El Salvador de diversas formas, incluso en lo que se refiere a la transparencia cambiaria y los procesos regulatorios», dijo un portavoz del Banco Mundial a la agencia de noticias Reuters a través de un correo electrónico.
Pero agregó: «Si bien el gobierno se acercó a nosotros para pedir ayuda sobre el bitcoin, esto no es algo que el Banco Mundial pueda apoyar dadas las deficiencias medioambientales y de transparencia».
Esta decisión se da después de que este miércoles el ministro de Economía de El Salvador, Alejandro Zelaya, confirmara que el gobierno le había pedido asistencia al Banco Mundial en la implementación de la criptomoneda como uno de los métodos oficiales de pago en el país.
Zelaya añadió que se mantuvieron conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que calificó de «exitosas», después de que este organismo dijera que no estaba «en contra» de la implementación del bitcoin.
Aunque el FMI ya había dicho la semana anterior que veía «problemas financieros, macroeconómicos y legales» en el proceso de adopción del bitcoin por parte de El Salvador.
Bukele ha dicho que la adopción del bitcoin como moneda de curso legal facilitará que los salvadoreños que viven en el exterior envíen dinero a sus familiares, lo que se conoce como remesas.
La economía de El Salvador depende en gran medida de las partidas de dinero llegadas desde el extranjero, ya que representan alrededor del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Más de dos millones de salvadoreños viven fuera del país, pero mantienen estrechos vínculos con su lugar de origen y envían más de US$4.000 millones al año en concepto de remesas.
Según la legislación, el bitcoin se convertirá en moneda de curso legal, junto con el dólar estadounidense, dentro de los 90 días desde la aprobación por parte del Congreso.
La nueva ley implica que todas las empresas deben aceptar bitcoin como moneda de pago para bienes o servicios, a menos que no puedan proporcionar la tecnología necesaria para procesar la transacción.
Sin embargo, el camino para el cambio no se antoja llano.
Las razones que expuso el Banco Mundial coinciden con las críticas que ya habían expresado varios analistas cuando Bukele adelantó sus planes.
Uno de ellos fue el expresidente del Banco Central de El Salvador Óscar Cabrera, quien dijo que el uso del bitcoin como moneda de intercambio legal podía llevar al país a convertirse en un paraíso fiscal.
«El bitcoin es un activo y por lo tanto esto se podría transformar en un paraíso fiscal (…) Aquí vamos a crear una burbuja financiera y esta burbuja puede romperse tarde o temprano con impactos negativos en las condiciones de vida de la población salvadoreña», señaló el también presidente de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (Fundecen).
En tanto, el problema medioambiental que plantean las criptomonedas ya había sido destacado en reiteradas ocasiones.
Uno de los primeros en hacerlo fue el empresario Elon Musk, quien incialmente anunció que aceptaría el bitcoin como medio de pago en la compra de los vehículos Tesla y luego se retractó por el «daño medioambiental» que provoca el gigantesco consumo energético de la minería.
Una investigación del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF), que estudia el negocio de las criptomonedas, calculó que el consumo total de energía del bitcoin está entre 40 y 445 teravatios por hora anualizados (TWh), con una estimación central de unos 130 teravatios a la hora.
A modo de referencia, el consumo anual de electricidad de un país como el Reino Unido es de un poco más de 300TWh, mientras que Argentina usa aproximadamente la misma cantidad de energía que la mejor estimación del CCAF para el bitcoin.
Frente a este tema, Bukele había dado instrucciones a la empresa estatal LaGeo, que se dedica a aprovechar la energía proveniente de 170 volcanes en el país, para instalar una «granja» que permita el minado del bitcoin en el país utilizando energía geotérmica.