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«Estalla intolerancia en Chile»: prensa internacional aborda quema a pertenencias de migrantes en Iquique

«Estalla intolerancia en Chile»: prensa internacional aborda quema a pertenencias de migrantes en Iquique

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Medios internacionales reaccionaron a la marcha contra la migración ilegal que se registró este sábado en Iquique y a la posterior quema de pertenencias de familias extranjeras que habían constituido un campamento en la ciudad.


Un nuevo grupo de unos 200 migrantes ingresó a Chile por pasos clandestinos de la frontera con Bolivia, un proceso que se repite a diario desde hace meses y que está generando una creciente tensión política y social ante el colapso de las comunidades locales del norte. El tema fue abordado por la prensa internacional, luego que, en medio de manifestaciones anti inmigrantes ilegales, iquiqueños quemaron las pertenencias de un campamento de venezolanos.

«Este flujo constante de personas y el embudo que encuentran a su llegada, debido a las restricciones sanitarias y de política migratoria, que dificultan que sigan circulando por el país, ha generado desencuentros entre las autoridades regionales y nacionales por una solución y algunos actos de violencia de las poblaciones locales contra los migrantes», señaló la Agencia EFE, replicada por diversos medios.

En Perú, El Comercio tituló «Chile: Marcha antiinmigrantes termina con la quema de pertenencias de los venezolanos» y destacó una serie de declaraciones de migrantes venezolanos, quienes sufrieron la pérdida total de sus cosas. Además, destacó los dichos del gobernador de la región de Tarapacá, José Miguel Carvajal, quien responsabilizó al Gobierno del Presidente Piñera por la crisis migratoria en el norte.

El medio público alemán Deutsche Welle habló de una «violenta marcha contra inmigración irregular en el norte de Chile» y en su artículo señaló que más de 3.000 manifestantes protestaron contra la ola migratoria que se ha tomado calles emblemáticas de Iquique.

«La marcha, que se desplazó por el centro de la ciudad, terminó con la quema de carpas, colchones, cobijas y juguetes que eran utilizadas por extranjeros para pernoctar en plazas y playas, acto que ha sido denunciado como un ataque xenófobo», consignó la DW.

Desde Venezuela, Telesur apuntó a un «grupo de xenófobos» que atacó el campamento de migrantes, entre quienes figuraban niños y niñas, que fueron perseguidos por varias calles tras incendiarles sus pertenencias.

 

Lo mismo hizo Infobae que afirmó que el hecho involucró «amenazas xenofóbicas y quemas de pertenencias precarias». Y destacó la publicación que realizó Felipe González, relator especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los migrantes, el Twitter.

«Inadmisible humillación contra migrantes especialmente vulnerables, afectándolos en lo más personal», escribió la autoridad internacional en Twitter.

El medio mexicano El Universal resaltó el operativo policial que dejó a una decena de inmigrantes detenidos este viernes en la Plaza Brasil de Iquique. «La manifestación ocurrió un día después del desalojo en la Plaza Brasil, donde pernoctaban los migrantes más pobres y sin papeles que no logran llegar a Santiago y sobreviven vendiendo dulces, pidiendo limosna o limpiando vidrios en los semáforos de la ciudad», apuntó el medio.

La Vanguardia aseveró que «estalla intolerancia hacia los migrantes en Chile», enfatizando en la violenta instalación de barricadas para arrojar las prendas y posesiones de los extranjeros.

Cabe mencionar que la colectividad venezolana es la más numerosa en Chile, con más de 400.000 personas, aunque se estima una fecha mucho mayor ante el aumento de ingresos por pasos clandestinos desde 2020, cuando Chile cerró sus fronteras por la pandemia.

Medios extranjeros destacan que «el gobierno chileno dio un giro a su política de solidaridad migratoria con los venezolanos, defendida por el presidente Piñera en 2018, incluso ofreciendo unas visas exclusivas para que los venezolanos tuvieran oportunidades en Chile».

«Desde entonces se redujo drásticamente la aprobación de cualquier visa para quienes viajaran desde Venezuela, luego vino el cierre de fronteras por la pandemia y muchos venezolanos han empezado a llegar tras vivir unos años en Colombia, Ecuador y Perú», añadieron.

La marcha terminó con incidentes violentos, como la quema de carpas utilizadas por extranjeros para pernoctar en espacios públicos y en las playas, hechos que se suman a los enfrentamientos que este viernes protagonizaron algunos locales contra los migrantes tras un desalojo de un campamento por las autoridades.

«Rechazamos el violento desalojo y condenamos la violencia de las marchas acontecidas como respuesta a un problema humanitario y sanitario», dijo a Efe el director de Incidencia y Estudios del Servicio Jesuita Migrante (SJM), Carlos Figueroa.

«Llamamos a respetar la integridad y dignidad de todas las personas y, sobre todo, llamamos a respetar y velar por los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes», agregó.

La llegada de los migrantes

Los migrantes entran a Chile por la localidad de Colchane, de apenas 1.500 habitantes, que no tiene servicios suficientes para atender todo este flujo de personas, que pernoctan en albergues y en las calles del lugar hasta que encuentran la manera de viajar a Iquique.

«Aquí no cuentan con servicios como tal, ya que es un pueblo y no hay luz, no hay agua, tengo tres días que no me comunico con mi familia porque no puedo cargar los teléfonos…», dijo también Efe frente a la Comisaría de Colchane Coromoto Morrinson, venezolana que ingresó a Chile con cuatro de sus cinco hijos, todos menores.

Al llegar, Morrinson se presentó en Comisaría para denunciar su ingreso irregular, que es la forma de que el Servicio de Salud de Iquique la traslade a una residencia sanitaria de la ciudad, pero el proceso demora días y satura Colchane de extranjeros.

Otros deciden busca por su cuenta la manera de atravesar los más de 250 km de distancia que hay hasta Iquique, en ocasiones pagando a conductores que se aprovechan de la necesidad y cobran un alto precio a los migrantes por este trayecto.

El embudo continua en Iquique, ciudad en la que ya hay alrededor de 3.000 personas migrantes, según estiman algunos vecinos, varadas en campamentos callejeros esperando regularizar su situación o juntar el dinero necesario para continuar viajando.

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