Reconociendo errores comunicacionales en su primera etapa de gestión, el Presidente Gabriel Boric busca retomar el rumbo de un relato que perdió fuerza y coherencia, instruyendo a la Secretaría de Comunicaciones (Secom) a afianzar las relaciones con el Ministerio del Interior, con el objetivo de empoderar a la ministra Izkia Siches, quien fue una de las principales apuntadas por la seguidilla de errores, comenzando por su errática e improvisada visita a Temucuicui. Desde La Moneda pretenden brindar más fuerza y coherencia a un relato, que tiene en el discurso presidencial del próximo 1 de junio, una nueva oportunidad para afianzarse.
“El Gobierno tiene que comunicar mejor” admitió el Presidente Boric en el contexto de una actividad oficial en Puerto Natales, la semana pasada, en medio de su gira por la Región de Magallanes. Una frase que dice relación con uno de los aspectos más criticados de su gestión, y que incluye por cierto a los jefes de cartera que conforman su comité político y cumplen un rol mediático de mayor relevancia, tales como la ministra vocera Camila Vallejo, el ministro de la Segpres Giorgio Jackson, la ministra del Interior Izkia Siches y el titular de Hacienda Mario Marcel.
Una autocrítica que emerge cuando el ejercicio del poder requiere, en la práctica, del diseño adecuado de un plan estratégico de la información, transformando a la comunicación en una herramienta indispensable para los gobiernos en su búsqueda por garantizar el éxito de su ejercicio. Desde La Moneda son conscientes de que han cometido errores graves en ese sentido, atribuidos desde diversas voces críticas, a su inexperiencia en cargos públicos de esta naturaleza, y que abre cuestionamientos sobre la existencia real de una estrategia comunicacional acorde a los tiempos.
En ese sentido, expertos coinciden en que un mal procesamiento de la estrategia comunicacional lleva a los gobiernos a tomar decisiones improvisadas, quedando presos de la coyuntura y la inmediatez. Un asunto sobre el cual, los entonces diputados Boric, Jackson y Vallejo criticaron con vehemencia durante la segunda gestión del expresidente Sebastián Piñera, y en el cual han caído en su primera etapa en La Moneda. Ejemplo de ello fue el improvisado anuncio del mandatario sobre un supuesto “acuerdo transversal” en materia de seguridad, y que ha generado más de un inconveniente para el Oficialismo.
Las miradas apuntan, por un lado, a Pablo Paredes, quien encabeza la Secretaría de Comunicaciones (Secom), y que está a cargo de diseñar y coordinar la arquitectura comunicacional entre los distintos ministerios, y a Tatiana Klima, la jefa de prensa de la Presidencia. En el caso de Paredes, publicista, poeta y guionista, fue el elegido para el cargo por el Presidente Boric, después de dirigir la franja de Tv que lo llevó a ganar en segunda vuelta. Y en el caso de Klima por su experiencia en cargo de similar naturaleza en tiempos de la Concertación
En las últimas semanas, la estrategia de Paredes ha estado dirigida a un mayor involucramiento en los contenidos que emanan específicamente del Ministerio del Interior, mejorando una relación que al principio era distante, según revelan fuentes al interior de La Moneda. Por lo mismo, ahora mantienen reuniones periódicas, se determinó que todas las salidas comunicacionales de Interior deben pasar obligatoriamente por el filtro de la Secom, y es común ver a la ministra Izkia Siches acompañada de la vocera Camila Vallejo en varias de sus intervenciones públicas.
Esto, en medio de constantes filtraciones de información que tuvo un episodio crítico la semana pasada, cuando diversos medios recogieron un dato extraoficial que luego fue desmentido por la propia ministra Siches, sobre la supuesta renuncia de su más cercano asesor y jefe de gabinete, Roberto Estay. Una jugada estratégica que respondería a la incidencia de Paredes en el empoderamiento de la titular de Interior, después de constantes y evidentes señales erradas, que hicieron que desde la oposición se exigiera su salida.
En ese sentido, en la construcción del relato de la gestión encabezada por el Presidente Boric, aparece en los próximos días una oportunidad para que el Gobierno pueda retomar el curso narrativo extraviado durante su primera etapa en La Moneda, la cual ellos denominaron como una “fase de instalación”. Se trata del mensaje presidencial del 1 de junio, el cual es un importante desafío para el aparato comunicacional del Ejecutivo.
En esa oportunidad, el mandatario tendrá la misión de reconciliar un discurso de unidad nacional, que comenzó con el polémico llamado a lograr “acuerdos transversales” en materia de seguridad, en medio de un escenario político polarizado en la previa de la definición de un inédito proceso constituyente, y en el cual se ha involucrado directamente a favor de la opción Apruebo. Esto, con la dificultad adicional de que no puede abandonar el programa transformador que comprometió su sector antes de su arribo a La Moneda. Un desafío próximo que tiene por estos días a la Secom ocupada por completo de la construcción de un discurso que podría definir, para bien o para mal, el futuro de la cuestionada narrativa del Gobierno.