El reciente nombramiento de Herrera en una de las embajadas estratégicas e importantes de Europa ha suscitado una lluvia de críticas y suspicacias. Más que nada ponen en duda el futuro desempeño de la arquitecta, ya que carece de experiencia no solo diplomática sino también política y en relaciones internacionales. Hay algunas voces que apuntan y “culpan” a la paridad autoimpuesta del Gobierno, que privilegiaría el género por sobre la experticia y la trayectoria. Y hay quienes sencillamente hablan de la «pitutocracia nivel Dios».
Sorpresa es la palabra más repetida en círculos diplomáticos tras el nombramiento de la arquitecta Susana Herrera Quezada (52) como embajadora en el Reino Unido. Básicamente, porque es una completa desconocida en ese terreno y carece de experiencia en relaciones internacionales; tampoco parece poseer redes de influencia en la capital inglesa. Y eso sin contar que tampoco posee experiencia política en el país.
Entonces, ¿qué atributos habrán impulsado su nombre por sobre otros aspirantes al puesto? Al parecer ninguno relacionado con la carrera diplomática. En sus redes se autodefine como “independiente, arquitecta de territorios y maritorios, emprendedora, feminista, regionalista…”. Nada muy cosmopolita, al contrario, lo suyo parece ser la resolución de problemáticas locales y la ayuda a su gente.
De hecho, en eso ha estado concentrada los dos últimos años. Fue candidata a la Convención Constitucional por Independientes No Neutrales y luego a diputada en el distrito 20 por Apruebo Dignidad. Ambos intentos fallidos.
“Siempre han existido nombramientos ‘inesperados’ o de ‘personajes’, pero se evita hacerlo en países gravitantes para Chile», explica un especialista.
Londres es una embajada neurálgica, con la que nuestro país tiene relaciones en todos los ámbitos: sociales, políticos, culturales… Es un socio tradicional importante. Además, como ya no es parte de la Unión Europea, conlleva el diseño de una estratégica especial. Todo ello fuera de que el Servicio Exterior británico es reconocido internacionalmente por su alta capacidad técnica y diplomática.
“No basta con hablar inglés o haber viajado al Reino Unido una temporada… No sé cómo habrán sopesado el nombramiento, ni las credenciales que han presentado… El mundo de hoy necesita gente cada vez más experta. Sinceramente, sin ánimo de criticar la paridad, creo que acá pesó el tema de género por sobre la experiencia y la trayectoria”, agrega un analista.
En el ámbito de las relaciones internacionales es desconocida, “pero supongo que su background académico la debe respaldar para ostentar el cargo”, opinan. Sin embargo, en la academia tampoco tiene credenciales, al menos en lo referido a política internacional.
Nacida en Lota, creció en Concepción, donde vive hoy. Estudió arquitectura en la Universidad de Florida, Gainesville. Y luego comenzó un doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña, el que no terminó.
Junto a su pareja, el ingeniero Kassian Obkircher, dirige Factoría Design, la empresa —con oficinas en Concepción y Miami— que fundó en 2000 y con la que ha desarrollado emblemáticos proyectos en madera, como el Observatorio astronómico de Yepún, el arca Quelén y los refugios del Parque Ecológico Reussland. En paralelo ha sido docente en las carreras de diseño y arquitectura en las universidades del Bío-Bío, San Sebastián y DuocUC en Concepción.
En su presentación como candidata a constituyente por Independientes No Neutrales, por Biobío Sur, escribió: “Quiero poner toda mi experiencia y capacidad profesional al servicio de mi país, para aportar a la discusión de una nueva Constitución Política, desde la mirada de los territorios y el desarrollo de las comunidades, siendo la descentralización y el respeto al medio ambiente terrestre y marino mis principales causas. Un Chile más equitativo e inclusivo, respetuoso de su patrimonio medioambiental y que tenga a las personas como centro es lo que me motiva como candidata a la Convención Constituyente”.
Pero no fue elegida. Quien sí resultó electa, con el 3,40% de los votos, fue su compañera de lista Tammy Pustilnick. A Herrera Quezada no le alcanzaron los 5.456 sufragios que obtuvo. Pero no se dio por vencida y postuló nuevamente a un cargo público, esta vez a diputada por el mismo distrito 20, en un cupo de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), pero una vez más no alcanzó el escaño.
Sin embargo, siete meses después ha obtenido el cargo político que hasta ahora le había sido esquivo. Pero bien lejos de su natal Biobío. En la web de Factoría se autodefine así: “Apasionada, auténtica e inquieta exploradora, siempre cercana a la cultura y las tradiciones locales. Esta intensa arquitecta chilena nos convoca a una propuesta inspiradora, a un diálogo con la naturaleza y las expresiones indígenas territoriales presentes todos los elementos en cada una de sus creaciones…”.
El nombramiento de embajadores y embajadoras es potestad exclusiva del Presidente de la República, quien no está obligado a designar solo a funcionarios de carrera. “Muchas veces se apuesta por personas que no son profesionales de la diplomacia, pero tienen gravitación importante en las relaciones bilaterales. Por eso, todo va a depender del manejo de la señora Herrera. En estas tareas hay que tener criterio, sentido común, y si sabe atenerse a las normas le irá bien. Sobre todo si cuenta con un buen equipo que la apoye, eso le facilitará las cosas y sorteará bien los desafíos del cargo. Esperamos que así sea, porque los diplomáticos siempre queremos que a Chile le vaya bien”, señala una optimista fuente.