Como una forma de dejar atrás el desaire cuando el Presidente Boric canceló la presentación de credenciales del embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, el Gobierno se vio forzado a dotar de mayor realce a la reunión pospuesta para este 30 de septiembre, haciendo un importante gesto. Recibirá a Artzyeli de forma conjunta con la embajadora de Estados Unidos, Bernadette Meehan, quien fuera hasta hace poco la vicepresidenta de los programas globales de la Fundación Obama. Este gesto, reconocido en círculos diplomáticos, viene precedido por una reunión que sostuvo recientemente Artzyeli con Meehan en Chile, y que refuerza la consabida alianza y cercanía de Estados Unidos con Israel.
El desaguisado, desaire, gustito, o falta de diplomacia que llevó a la Presidencia a dispararse en el pie al cancelar el evento en que recibiría las credenciales del embajador israelí Gil Artzyeli, ha llevado al Gobierno a pedir disculpas al diplomático, a la canciller Antonia Urrejola a hacer lo propio con el gobierno de Isaac Herzog durante el funeral de la Reina Isabel II, y últimamente se vio obligado a dotar de mayor realce la reunión programada para este 30 de septiembre, haciendo un importante gesto. Recibirá a Gil Artzyeli de manera conjunta con la embajadora de Estados Unidos, Bernadette Meehan, quien fuera hasta hace poco la vicepresidenta de los programas globales de la Fundación Obama. Esta reunión de presentación de credenciales es de gran envergadura, pues Chile carece de un embajador estadounidense desde hace más de dos años y medio.
Este gesto, reconocido en círculos diplomáticos como una buena forma de dejar atrás el desaire, viene precedido por reuniones que ya han sostenido Artzyeli con Meehan en Chile, y que refuerza la consabida alianza y cercanía de Estados Unidos con Israel.
Aunque esta reunión ya esta fijada, todavía siguen los coletazos por la negativa del Presidente a recibir las credenciales del embajador israelí. Así lo manifestó este jueves la comunidad judía del Biobío, la que se quejó porque el embajador Artzyeli estaba invitado a la ceremonia del Año Nuevo judío en la Sinagoga de Concepción, pero no pudo participar por no tener las credenciales: «Nos sentimos pasados a llevar».
Fuentes cercanas a la Cancillería y conocedores de los protocolos diplomáticos han hecho hincapié en que lo realizado con las cartas credenciales sale de cualquier libreto que pueda tenerse en materia de manifestación de discrepancia en RREE. Sostienen las fuentes que el Presidente debió acudir a la diplomacia y no a sus instintos para transmitir su malestar por el episodio relativo a la muerte del adolescente palestino el día anterior.
Las fuentes recalcan que la salida de libreto es además diplomáticamente sin sentido, ya que esa misma tarde debió pedir disculpas al propio embajador y agendar una nueva fecha para la presentación de credenciales, saliéndole “caro” el gustito, puesto que ahora todos los focos estarán puestos en una ceremonia más íntima que aquella de la cual se lo suspendió.
La diplomacia israelí juega un póker largo -advierten- y este hecho aún tendrá impactos y sus costos no han cesado. Esto debido a que el incidente polarizó aún más la convivencia de dos comunidades claves en Chile, la judía y la palestina, «estresando de manera innecesaria esa convivencia y creando un vínculo entre diplomacia y comunidad negativo».