Desde el 30 de enero pasado la Región de Ñuble se mantenía con alerta temprana preventiva por la amenaza de incendios forestales. La madrugada del 1 de febrero, un siniestro en Chillán Viejo marcaba el inicio de una catástrofe que se extendió rápidamente por otras regiones. Casi una semana después llegó el avión cisterna DC-10 Air Tanker para atacar de manera más radical los focos de fuego. ¿Demora en la toma de decisiones? ¿Procesos de logística? ¿Cómo se explica que aterrizara en la zona afectada casi una semana después?
Chile llevaba 6 días ardiendo cuando aterrizó en territorio nacional el esperado Ten Tanker. Un avión cisterna que cuenta con tres tanques: dos de 10.222 litros y uno de 15 mil, en total más de 30 mil litros que pueden cargarse en 10 minutos. Agua y retardante pueden ser esparcidos en 4 segundos, entre los 60 y 90 metros sobre el nivel del suelo y a una velocidad de 277 km.
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El avión fue recibido en Chile como un superhéroe. El Presidente Boric le dio la bienvenida y decenas de personas se agolparon para verlo en las afueras del aeropuerto Carriel Sur de Concepción. Su despegue hacia las áreas afectadas fue aplaudido y se transmitió en vivo el primer sobrevuelo.
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El 30 de enero pasado, la alerta temprana preventiva por amenaza de incendios forestales, en la Región de Ñuble, ya estaba decretada. La madrugada del 1 de febrero comenzó un siniestro en Chillán Viejo. Bomberos de Chile informaron que las llamas comenzaron en un predio camino a Quilmo. A las pocas horas, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) decretó alerta roja. Dos días después, el 2 de febrero, las estadísticas oficiales informaban de 4.768, 83 hectáreas (ha) afectadas. El 3 de febrero el fuego se extendía a 46.677,30 ha. Ese día se pidió la ayuda del Ten Tanker. La aeronave aterrizó en Chile cuando las hectáreas quemadas llegaban a 279.154,80 y el fuego afectaba al menos a tres regiones.
Pero ¿por qué se demoró tantos días su llegada? ¿Demora en tomar la decisión? ¿Solo logística? Una pregunta que se han hecho varios y que responden desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
“Este avión es parte de una planificación que trabajamos durante el invierno, entonces se tomó contacto con la empresa Ten Tanker y negociamos el apoyo de ellos, de llegar a requerirlo”.
Dada la emergencia, se activaron las gestiones “en las que con el apoyo del Ministerio del Interior y de Agricultura se hizo el esfuerzo para traerlo y tenerlo en este momento operando en nuestro país”, agregan.
Una vez tomada la decisión de “activar la participación del Ten Tanker, se requerían de 72 horas para logística y viaje”, explican desde la Conaf.
Por contrato, la aeronave permanecerá en Chile por 14 días con 14 horas de operación, lo que implica un costo de US$ 2.334.500, lo que equivale a unos $1.800 millones, monto que fue pagado por adelantado. El acuerdo establece que, además, la Conaf deberá pagar todo el combustible utilizado en los vuelos para aplacar los incendios y que se deberán realizar un total de 28 horas de vuelo, a un valor de US$15.000 (unos $12 millones) por cada hora de vuelo.
En caso de que, terminado ese tiempo, aún se necesiten los servicios del avión, su permanencia puede extenderse por un valor de US$65.000 (unos $52 millones) por día, más los costos por las horas de vuelo y la operación de la tripulación en Chile.