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Consejo para la Transparencia funciona a “media máquina”

Consejo para la Transparencia funciona a “media máquina”

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Con la designación de Gloria de la Fuente como subsecretaria de Relaciones Exteriores, tras el cambio de gabinete del 10 de marzo, el CPLT se quedó sin una de sus integrantes. Un mes y medio antes, otra consejera, Natalia González, había sido nominada para el Comité de Expertos del nuevo proceso constitucional. Dos bajas en un Consejo de cuatro personas y que requiere de un quórum de tres para sesionar, lo tiene funcionando en horarios extraordinarios y resolviendo solo lo más urgente. Ahora el Presidente Boric debe hacer la nominación, que además requiere de la aprobación de los 2/3 de los senadores en ejercicio. Pero el trámite puede demorar por “cosas de la política”: el cupo corresponde al PS-PPD, además tendría que ser mujer para mantener la paridad… La negociación debería estar en marcha, pero podría tardar hasta fin de año, cuando terminaba el periodo de la consejera De la Fuente y también el de Francisco Leturia. “Si son dos funciona la lógica del binominal”, explica una fuente.


Desde hace poco más de una semana, el movimiento comienza antes de que salga el sol en las dependencias del Consejo para la Transparencia (CPLT) en la calle Morandé de la comuna de Santiago. Esto, porque la única fórmula que han encontrado, hasta ahora, los consejeros para lograr el quórum y seguir adelante con el trabajo, es sesionar muy temprano cada mañana.

“Hemos suspendido casi todo. Es una situación bien precaria porque estamos sacando lo más urgente. No es solamente que no pueda asistir Natalia, nadie puede hacer nada, no nos podemos enfermar. Estamos todos poniendo nuestra mejor voluntad, entendiendo las distintas ocupaciones de cada uno”, señala el presidente del Consejo, Francisco Leturia.

Este “reacomodo” de los horarios se debe a que en una semana el Consejo para la Transparencia “perdió” a la mitad de sus integrantes.

El 6 de marzo pasado comenzó sus actividades la Comisión Experta del nuevo proceso constituyente y, con ella, la consejera del CPLT, Natalia González Bañados, quien fue designada por la UDI para integrar ese organismo. González Bañados había dado cuenta al Consejo sobre la necesidad de ausentarse de las sesiones sin goce de dieta, en la sesión ordinaria del 26 de enero pasado, según consta en el  acta de la sesión. En la misma instancia, el Consejo –compuesto entonces por Francisco Leturia, Gloria de la Fuente, Natalia González y Bernardo Navarrete– tomó conocimiento del anuncio y se acordó que, en caso de ausencia de alguno de los otros tres consejeros, González debería asistir para cumplir con el quórum que la ley exige para sesionar. Todo bien hasta entonces.

Pero el 10 de marzo el cambio de gabinete replanteó la situación. El reemplazo de la plana mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores instaló como subsecretaria de Relaciones Exteriores a la abogada Gloria de la Fuente (PS), que hasta ese momento se desempeñaba en el CPLT.

Entonces, tuvieron que reaccionar rápidamente porque no existen los consejeros suplentes, “deberíamos tener, pero la ley es un poco antigua, se hizo cuando nadie imaginaba todo lo que iba a crecer el tema de la transparencia. Es una de las cosas que hay que modificar y que está en el proyecto de ley de reforma”, explica Leturia.

Desde el Consejo han manifestado la urgencia ante el Gobierno y el Senado.

Derecho a la transparencia e información

La ley señala que los consejeros son designados por el Presidente y deben ser ratificados por los 2/3 de los senadores en ejercicio. Duran seis años en el cargo y pueden ser renovados por parcialidades de tres años.

En tiempos normales, cuando se acaban los períodos se designan dos personas. Pero cuando se trata de una vacante, puede ser reemplazado o esperar al final del periodo que correspondía a quien se retira. En este caso, el periodo de Gloria de la Fuente finalizaba a fin de año, cuando también termina el de Francisco Leturia. Entonces, como hay una negociación política de por medio –es un cupo PS-PPD–, es posible que los senadores que deben elegir prefieran esperar a que haya que designar los dos consejeros de una vez. “Si son dos funciona la lógica del binominal. En estos momentos pareciera no haber un incentivo para ambos lados, pueden pensar: ‘No hay para qué nombrar si están funcionando y se puede esperar hasta fin de año, porque además el 7 de mayo (en poco más de un mes) Natalia González quedará liberada’. Si lo hacen de inmediato tendrán que negociar por otro nombramiento y ya las cosas andan enredadas… Ahí puede estar trabado el asunto”, señala una fuente.

Lo que está claro es que debería ser una mujer, por paridad.

En todo caso, la historia registra que los nombramientos suelen demorar. En los casos de Natalia González y de Bernardo Navarrete, en 2020, se retrasó tanto que el Consejo estuvo más de dos meses sin funcionar. Algo parecido pasó cuando fue nombrado Francisco Leturia y Gloria de la Fuente en 2017.

Más allá de las demoras por las conveniencias, negociaciones y cuoteos de los partidos políticos, no es lo óptimo que el CPLT no pueda sesionar por falta de quórum o como ocurre por estos días, que lo haga a costa de la “buena voluntad” de sus integrantes, pues lo que está en juego es un derecho constitucional: el derecho a la transparencia y acceso a la información pública de todas las personas.

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