
Vino argentino se apropia del Cabo de Hornos
Hace unos días, otro hecho “sutil” se sumó a una serie de señales trasandinas sobre temas territoriales y de límites: la “aparición” de un vino mendocino llamado Cabo de Hornos, Argentina. La Liga Marítima de Chile, en carta abierta al canciller Van Klaveren, le piden a este utilizar todos los instrumentos que otorga el derecho internacional para difundir, ilustrar y despejar cualquier duda que, en la comunidad internacional, pudiera surgir sobre la soberanía chilena del Cabo de Hornos.
La alerta la puso el excomandante en Jefe de la Armada Edmundo González, a través de redes sociales, donde denunció como “frescura de este productor argentino, al etiquetar un vino argentino con el nombre de un Cabo que ha sido ¡SIEMPRE Chileno!”.
El malbec mendocino señala, bajo el título Cabo de Hornos, en celeste, la palabra: Argentina. Y agrega a modo de bajada: “Donde el Pacífico y el Atlántico se juntan para formar un solo océano”.
Las críticas y llamados a la autoridad chilena a “hacer algo” se dispararon. “Esto, naturalmente, tiene el
potencial de inducir al consumidor y a la opinión pública en general a una identificación errónea de la referencia geográfica Cabo de Hornos, adoptada como marca comercial, con una supuesta soberanía argentina sobre esta, más que centenaria posesión chilena”, señala la Liga Marítima de Chile.
La agrupación –en carta abierta– explica que la situación es una buena oportunidad “para recordar a la
comunidad, tanto nacional como internacional, incluido especialmente nuestro vecino del Este, un hecho
indiscutible: el pleno y absoluto dominio de Chile sobre dicha zona”.
Y agregan los siguientes argumentos:
1. Recibe este nombre el cabo más meridional de la isla de Hornos y del archipiélago de Tierra del Fuego, tradicionalmente considerado como “el fin del mundo”. Es el más austral de los tres grandes cabos del hemisferio sur del planeta y marca el límite norte del Paso Drake, que separa a América de la Antártica.
2. Es evidente que el “Cabo de Hornos” y sus aguas circundantes forman parte del territorio chileno. Pertenece administrativamente a la comuna de Cabo de Hornos, cuya capital se ubica en la ciudad de Puerto Williams, cabecera también de la Provincia Antártica Chilena, perteneciente a la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
3. Es en esta zona austral donde la Armada de Chile, por medio de la Autoridad Marítima, mantiene una
permanente atención a las posibles emergencias que se puedan dar durante el paso de embarcaciones que
transitan de forma particular o insertas en eventos deportivos náuticos, así como también los buques que usan esta ruta de forma comercial o como entrada a la Antártica.
4. El faro, graficado en la etiqueta del vino argentino, no podría ser otro que el faro Isla Hornos o Faro Cabo de Hornos, único en el área, el cual es un instrumento de señalización marítima perteneciente a la red de faros de Chile y al patrimonio nacional. Se localiza en el extremo sureste de la Isla Hornos (Chile), en el sector conocido como Punta Espolón, a una altura de 57 metros sobre el nivel del mar.
5. La leyenda escrita al final de la misma etiqueta, que alude a un supuesto encuentro entre los océanos
Pacífico y Atlántico, es absolutamente ajena a la realidad geográfica y jurídica, pues quedó claramente
establecido, en el artículo 9º del Tratado de Paz y Amistad con Argentina, de 1984, que: “Las Partes acuerdan denominar ‘Mar de la Zona Austral’ el espacio marítimo que ha sido objeto de delimitación en
los dos artículos anteriores”, aludiendo, precisamente al espacio del pretendido encuentro oceánico.
La carta finaliza con un llamado al canciller Alberto van Klaveren: “Como Liga Marítima de Chile hacemos un llamado a nuestro ministro de Relaciones Exteriores, a tener la máxima precaución y a utilizar todos los instrumentos que otorga el Derecho Internacional, para difundir, ilustrar y así despejar cualquier duda, que, en la comunidad internacional, pudiera surgir sobre la soberanía chilena del Cabo de Hornos.
Cabe destacar que en Chile ya existía un vino con ese nombre, se trata del cabernet sauvignon premium de Viña San Pedro originario del Valle del Cachapoal, cuya descripción habla de la admiración por los navegantes que enfrentaron las feroces condiciones del lugar (Cabo de Hornos) para inspirar el nombre.
