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Argentina superó a Brasil y se convirtió en el “favorito” de China en América Latina

Argentina superó a Brasil y se convirtió en el “favorito” de China en América Latina

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Nació Argenchina. Tras el apoyo chino, Argentina fue anunciada como uno de los seis países que se unirá al BRICS a partir de 2024, un grupo compuesto por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica. Además, desde el año pasado, los trasandinos forman parte de la llamada ‘Nueva Ruta de la Seda’.


“Vamos a fundar la república de Argenchina”, dijo el ministro de economía y candidato presidencial argentino, Sergio Massa, a los periodistas en Pekín después de recibir la promesa de una nueva ronda de inversiones multimillonarias.

Pero, como dice el dicho, toda broma tiene algo de verdad. Los números no mienten: los lazos entre el país austral y China se han estrechado significativamente, al punto de que Argentina desplazó a Brasil como el principal destino de inversiones chinas en América Latina el año pasado.

Más recientemente, tras el apoyo chino, Argentina fue anunciada como uno de los seis países que se unirá al BRICS a partir de 2024, un grupo compuesto por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica.

Los otros países incluidos son Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.

Además, desde el año pasado, Argentina forma parte de la llamada ‘Nueva Ruta de la Seda‘, un proyecto de desarrollo chino y fue la primera gran economía de América Latina en unirse a esta iniciativa.

Incluso con la posible victoria del libertario Javier Milei, el candidato presidencial quien ha criticado abiertamente a China, consideran poco probable una ruptura entre Argentina y el país asiático.

Sin embargo, expertos consultados por BBC Brasil creen que el año pasado fue un caso aislado, y que Brasil, que históricamente recibía casi la mitad de la inversión china en América Latina, recuperará el liderazgo.

El interés chino

China es el segundo socio comercial más importante de Argentina, después de Brasil. Hace 30 años, en 1992, ocupaba el puesto 14.

Las razones detrás de la estrecha relación entre estos dos países son diversas, y algunas de ellas también explican el interés chino en Brasil.

Por un lado, tanto Argentina como Brasil son exportadores de materias primas -siendo Argentina una potencia agrícola- con productos como carne, trigo, maíz y soja, así como en recursos minerales, como petróleo, gas y litio.

Por otro lado, China, con una población de más de 1.400 millones de personas y un gran apetito, necesita estas materias primas para su desarrollo y crecimiento.

“China siempre necesitará importar grandes cantidades de alimentos porque sus recursos agrícolas no son suficientes. En este sentido, Argentina, con su inmensa riqueza rural, es un socio obvio”, dice Jorge Heine, exministro de Bienes Nacionales de Chile y exembajador chileno en Pekín, actualmente profesor en la Universidad de Boston, Estados Unidos.

La histórica escasez de dólares en Argentina, principalmente debido a la alta deuda externa acumulada durante sus diversas crisis, ha aumentado esta dependencia.

“Argentina hoy no tiene muchas opciones que no involucren a China, esa es una realidad innegable. Con Estados Unidos y los bancos occidentales están en riesgo de incumplimiento; Europa está cada vez más alejada de la región; Rusia, que podría aprovechar ese vacío, enfrenta sus propias crisis debido a la guerra en Ucrania” dice Tulio Cariello, Director de Contenido e Investigación del CEBC.

“El único país con la envergadura para forjar una asociación más cómoda con Argentina es China”.

En junio, Argentina cerró un acuerdo con el Banco Popular de China (banco central) para expandir el swap de divisas, que asciende a un total de US$19 mil millones.

Esto permitió al país latinoamericano pagar en yuanes parte de su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), teniendo acceso a menos de un tercio de esos recursos, junto con un desembolso del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

En segundo plano, también está la cuestión geopolítica: China ha estado aumentando su influencia en América Latina, una región que durante mucho tiempo fue considerada “el patio trasero” de su principal rival en el ajedrez geopolítico internacional: Estados Unidos.

“China tiene una visión a largo plazo de sus inversiones y, en este sentido, los problemas o contratiempos en la economía argentina son un obstáculo menor para ellos que para las empresas occidentales”, explica Jorge Heine.

Además, según él, “la economía estadounidense compite con la economía argentina: Estados Unidos produce carne y soja, por ejemplo. Hay más elementos de complementariedad entre las economías china y argentina, lo que explica esta fructífera asociación”, agrega.

Según una fuente de alto rango del gobierno argentino, que habló con BBC Brasil bajo condición de anonimato, China “ha sido el principal aliado financiero de Argentina en los últimos tiempos y el presidente Alberto Fernández está agradecido con el gobierno chino”.

“Por eso, su último viaje internacional fue a China, un gesto de diplomacia presidencial, después de la renovación del swap de monedas”.

Alberto Fernández llegó a China el pasado 14 de octubre para reunirse con la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, jefa del Nuevo Banco de Desarrollo (también conocido como el “Banco de los BRICS”) en Shanghái, y con el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín. Participó en el tercer Foro del Cinturón y Ruta para la Cooperación Internacional y también se reunió con inversionistas.

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