Solo una diferencia de 0.5 puntos entre lo pronosticado en la Encuesta Signos-El Mostrador del 29 de noviembre y el resultado final del plebiscito, instala a la medición como la que más se acercó a lo acontecido el domingo recién pasado.
De todas las encuestas aparecidas previo al plebiscito constitucional del 17 de diciembre, la Encuesta Signos, publicada en conjunto con El Mostrador, fue la que pronosticó más cercanamente el resultado obtenido.
Comparando todos los sondeos publicados con una base de 100%, se tiene que la Encuesta Signos erró solo en medio punto porcentual, ubicándose en el primer lugar dentro de las 11 encuestas evaluadas, que corresponden a las empresas que las publican regularmente (aunque todas ellas con metodologías diferentes).
La Encuesta Signos se aplica regularmente desde el inicio del primer proceso constitucional y parte de su éxito radica en una implementación optimizada por herramientas de inteligencia artificial (IA), que mejoran la tasa de respuesta de los entrevistados, permitiendo una mejor representación de todos los grupos.
Al respecto, Roberto Melipillán, doctor en Métodos de Encuestas y Data Science de la Universidad de Michigan (USA) y director de la Encuesta Signos, señala que “el gran desafío de las encuestas modernas no son tanto las técnicas estadísticas de muestreo o de estimación, sino la baja tasa de respuesta que entregan las personas seleccionadas”. “Eso –añade– afecta la representación de los diferentes grupos, además de aumentar los costos de ella. Por ello, el énfasis de Signos ha sido mejorar la tasa de respuesta a través de elementos de gamificación (juegos) controlados por algoritmos de inteligencia artificial”.
“Ello –explica Melipillán– se traduce en mayor nivel de participación y reduce el sesgo de no-respuesta, por lo que los resultados terminan siendo más precisos”.