El papa Francisco convocó a tres mujeres a participar en la reunión del Consejo de Cardenales, el mayor centro de poder en el Vaticano. El propósito es reflexionar sobre “la dimensión femenina de la Iglesia” y el objetivo declarado por el pontífice es “desmasculinizar” esa institución.
“La Iglesia es mujer”, había dicho Francisco después de una reunión anterior del Sínodo de la Sinodalidad el pasado 30 de noviembre. “Uno de los grandes pecados que hemos cometido es masculinizar a la Iglesia”, reconoció.
En las dos últimas sesiones del Consejo de Cardenales ya habían sido invitadas a participar mujeres teólogas para ofrecer su perspectiva sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, uno de los temas más candentes y contenciosos del actual debate de la Iglesia católica.
Aunque en esa primera fase habían participado, por primera vez, mujeres con voz y voto, esta reunión del Consejo de Cardenales es histórica porque incluye la participación de una obispa anglicana casada.
A partir de 2018, el organismo consultivo estuvo conformado por nueve cardenales, por lo que algunos se refieren a este como el C9. El número puede variar según la consideración del pontífice y hubo una ocasión cuando sólo tuvo seis miembros después de la remoción de tres cardenales.
El principal objetivo del Consejo es asesorar a Francisco en el gobierno de la iglesia. Cada miembro es libre de hacer sus propias sugerencias, pero los comentarios son orientativos y la decisión final recae sobre el pontífice.
Una de las medidas que tomaron fue la creación de una comisión especial para la protección de los menores víctimas de abusos sexuales por curas pederastas.
Además de un secretario, el actual grupo incluye a los cardenales españoles Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Pontificia comisión para el Estado del Vaticano, a Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, así como al brasileño Sérgio Rocha, arzobispo de San Salvador de Bahía.
Aunque las tres mujeres convocadas a esta sesión no son oficialmente miembros del Consejo de Cardenales, dado el actual tema de discusión se prevé que su presencia continuará durante otras reuniones futuras, lo que representa un avance al lograr un puesto en la mesa de la toma de decisiones.
Al mismo tiempo, hay quien señala que con esta inclusión Francisco está reconociendo, de alguna manera, la autoridad episcopal de una mujer ordenada, cuya denominación cristiana también permite el matrimonio entre sus ministros, dos cuestiones que no son posibles en la actualidad en el catolicismo.
Después de completar una profunda reestructuración de la curia romana en 2022, el papa Francisco ha concentrado su atención sobre el tema de la mujer como parte de su agenda de reforma.
Durante las dos últimas sesiones del Consejo de Cardenales ha invitado a mujeres teólogas para conocer sus perspectivas sobre el papel femenino en la Iglesia. Las participantes fueron: