La alianza atlántica destacó la amenaza a la seguridad que plantea China y anunció el despliegue de misiles de crucero estadounidenses en Alemania.
China rechazó este jueves las acusaciones de la OTAN sobre su asistencia a Rusia en la guerra en Ucrania.
La Alianza Atlántica realizó este miércoles algunos de sus comentarios más duros hasta el momento sobre el papel que juega en el conflicto el gobierno chino, a quien señaló como un “facilitador decisivo” de la campaña bélica de Rusia.
Los 32 miembros de la OTAN emitieron la declaración final de la cumbre por su 75º aniversario, que se celebra del 9 al 11 de julio en Washington DC.
El ella destacaron que el proceder de China “aumenta la amenaza que Rusia representa para sus vecinos y para la seguridad euroatlántica”.
“Hacemos un llamado a la República Popular China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y con la responsabilidad particular de defender los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, a cesar todo apoyo material y político al esfuerzo bélico de Rusia”, recoge el comunicado.
En el documento, los aliados expresaron abiertamente sus preocupaciones de seguridad sobre China, no solo por la guerra de Ucrania sino también respecto a su arsenal nuclear y sus capacidades espaciales.
Esto provocó una dura respuesta del gobierno del presidente Xi Jinping, que pidió a la OTAN que “deje de exagerar la supuesta amenaza de China y de provocar confrontación y rivalidad”, según dijo la misión del país asiático ante la Unión Europea.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, acusó a la alianza atlántica de difamar a su país con “desinformación fabricada”.
“China insta a la OTAN a (…) dejar de interferir en la política interna de China y de manchar la imagen de China, y a no crear caos en Asia-Pacífico después de generar agitación en Europa”, expresó Lin.
Pekín también pidió a la OTAN que se mantuviera lejos de Asia-Pacífico y argumentó que los esfuerzos de EE.UU. y sus aliados para fortalecer los lazos militares y de seguridad con los vecinos de China socavan los intereses del país, así como la paz y la estabilidad en la región.
El cruce de acusaciones llega en un momento en que China lleva a cabo ejercicios militares con Bielorrusia -país que el presidente ruso Vladimir Putin utilizó como plataforma para su invasión de Ucrania en 2022- cerca de la frontera con Polonia, miembro de la OTAN.
El ministro de exteriores chino describió las maniobras como una operación militar rutinaria que no se dirige a ningún país específico.
China ocupa un papel protagonista en la Organización de Cooperación de Shanghái, una asociación multilateral enfocada en la defensa que incluye a Rusia, India, varios países de Asia Central y, desde hace poco, Bielorrusia.
La OTAN también anunció en su cumbre de esta semana que, por primera vez desde la Guerra Fría, se desplegarán en Alemania misiles estadounidenses de largo alcance.
Se trata de misiles de crucero Tomahawk, SM-6 e hipersónicos con un alcance significativamente mayor que los existentes, indicaron Estados Unidos y Alemania en una declaración conjunta.
Un tratado de 1988 entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética vetaba este tipo de armas, pero el acuerdo se rompió hace cinco años.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, afirmó que Moscú reaccionará con una “respuesta militar a la nueva amenaza”.
“Esto es solo un eslabón en la cadena de una escalada”, argumentó, tras acusar a la OTAN y a Estados Unidos de tratar de intimidar a Rusia.
La declaración conjunta entre Estados Unidos y Alemania dejó claro que al principio el despliegue de los misiles se consideró temporal, pero luego se volvería permanente como parte del compromiso del país norteamericano con la “disuasión integrada” de Europa y la OTAN.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, que habló en la cumbre de la OTAN en Washington, alegó que el plan estadounidense busca instar a Alemania y otros países europeos a invertir en el desarrollo propio y la adquisición de misiles de mayor alcance.
Explicó que el despliegue temporal de armas estadounidenses daría a los aliados de la OTAN tiempo para prepararse: “Estamos hablando aquí de una brecha de capacidades cada vez más grave en Europa”.
Pistorius firmó el jueves con sus homólogos de Francia, Italia y Polonia una carta de intención para el desarrollo de misiles de largo alcance en Europa.
El Enfoque Europeo de Ataque de Largo Alcance (Elsa por sus siglas en inglés) tenía como objetivo mejorar la capacidad europea de misiles, algo “muy necesario para disuadir y defender nuestro continente”, indicó la agencia de noticias italiana Ansa.
Estos misiles estaban prohibidos bajo el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), que se firmó al final de la Guerra Fría y vetaba los misiles lanzados desde tierra con rangos de entre 500 y 5.500 km.
El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que era demasiado restrictivo y en 2014 Estados Unidos lo acusó de violar el pacto con un nuevo tipo de misil de crucero con capacidad nuclear.
Estados Unidos finalmente se retiró del tratado en 2019, y Rusia lo hizo poco después.
El partido político de Los Verdes de Alemania criticó el acuerdo del Canciller Olaf Scholz de permitir misiles estadounidenses en suelo alemán.
Los Verdes forman parte de la coalición gobernante de Scholz y su portavoz de seguridad, Sara Nanni, expresó su frustración.
“Esto puede incluso aumentar los temores, y da lugar a la desinformación y la incitación”, declaró al diario Rheinische Post.