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Flancos por ambos costados: Grupo de Puebla atrapado por crisis en Venezuela y denuncia a Fernández SIN EDITAR Créditos: www.grupodepuebla.org.

Flancos por ambos costados: Grupo de Puebla atrapado por crisis en Venezuela y denuncia a Fernández

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El conglomerado de líderes de la izquierda iberoamericana atraviesa sus horas más duras. El mes pasado celebró su quinto aniversario, pero tras esa fecha lo que siguió fue sinónimo de crisis. Las elecciones en Venezuela y la denuncia contra Alberto Fernández golpean en su corazón al proyecto.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El Grupo de Puebla, fundado en 2019 por líderes de izquierda iberoamericanos, enfrenta una crisis tras las elecciones en Venezuela y la denuncia de violencia de género contra el ex presidente argentino Alberto Fernández. La falta de transparencia en las elecciones venezolanas y la polémica en torno a Fernández, quien fue suspendido del grupo, han debilitado la posición del conglomerado. A pesar de las críticas, el Grupo de Puebla sigue defendiendo su compromiso con la democracia y la igualdad de género, pero su credibilidad se ve afectada.
Desarrollado por El Mostrador

El Grupo de Puebla se fundó hace cinco años, el 12 de julio de 2019, y hoy atraviesa por su peor momento. La agrupación de líderes de izquierda iberoamericana es un “espacio de reflexión e intercambio político, que trabaja por el desarrollo integral de los pueblos latinoamericanos, analizando sus desafíos comunes y trazando iniciativas conjuntas, siempre desde el respeto a las preferencias partidarias de sus participantes”, aseguran en su página web. Ahora, lejos de ese espacio de formación de ideas progresistas, se encuentran viviendo una de sus mayores crisis.

El Grupo de Puebla fue fundado por diferentes figuras de la izquierda latinoamericana y hoy agrupa a 62 personalidades pertenecientes a 18 países. Entre ellas, el excandidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami –quien fue uno de sus fundadores–, que es hoy coordinador de la agrupación y ha sido tocado por las crisis que golpean duramente al conglomerado.

Por una parte, tras las elecciones de Venezuela del 28 de julio, comenzaron las primeras críticas hacia esa instancia. Los expresidentes y fundadores del grupo, José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Leonel Fernández (República Dominicana), además del coordinador Enríquez-Ominami, estuvieron en Caracas para acompañar y observar la elección venezolana. Sin embargo, la garantía que buscaban darle al proceso electoral se esfumó, ya que tras las sospechas de fraude y la incapacidad del régimen de Nicolás Maduro de transparentar las actas de votación en las que supuestamente él habría ganado, el Grupo de Puebla optó por hacer caso omiso a los cuestionamientos y no efectuó ninguna solicitud.

A través de su cuenta de X, el Grupo de Puebla respaldó las elecciones venezolanas: “Respetar el resultado electoral es fundamental para las democracias. Felicitamos a Venezuela por su proceso electoral, la voluntad del pueblo siempre es guía. Gloria al bravo pueblo”.

Enríquez-Ominami, la cara visible de Chile en dicho grupo, declaró en primera instancia –a través de sus redes sociales– que ha sido “prudente sobre controversia por resultados de la elección en Venezuela para colaborar con esfuerzos de gobiernos y organismos para contrastar resultados. El pueblo habló. Se sabrá su veredicto cuando se publiquen actas del CNE. Así se disiparán las dudas y habrá certezas”.

Esas actas no llegaron y las movilizaciones en Venezuela empezaron a propagarse y la represión policial terminó hiriendo a personas, dejando a civiles detenidos, etc. Ahí, el Grupo de Puebla no hizo declaraciones. ME-O, en su cuenta personal, publicó: “La política tiene el deber de frenar la violencia de las últimas horas en Venezuela, no de incitarla. Menos declaraciones incendiarias y más soluciones para que la democracia dirima. La comunidad internacional debe ayudar a una salida pacífica al conflicto en Venezuela”.

Eso fue el 30 de julio, dos días después de los comicios. El 31 de ese mes, el Centro Carter publicó una declaración en donde advirtió que las elecciones realizadas en el país “no cumplen con los estándares de integridad electoral y no se pueden considerar democráticas”. El Grupo de Puebla no hizo ninguna declaración al respecto. ME-O, en cambio, en sus redes buscó salir del paso: “Tal como lo he señalado desde un comienzo, y como lo han indicado Brasil, México y la UE, sin que se transparenten actas y se auditen con órganos independientes, los resultados de la elección venezolana no pueden ser validados. El Informe Carter es categórico al respecto”.

No alcanzaron a pasar ni 10 días y el conglomerado estaba envuelto en otra polémica. Esta vez, una que golpeó en el corazón del proyecto. El Grupo de Puebla tiene muchos miembros, pero también muchos fundadores. Ahí está el ya mencionado excandidato presidencial a La Moneda, pero también figuran personajes como los presidentes Luis Arce (Bolivia) y Lula da Silva (Brasil), además de los exmandatarios Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Dilma Rousseff (Brasil), Ernesto Samper (Colombia), Martín Torrijos (Panamá) y Manuel Zelaya (Honduras).

Esta vez, la polémica atacó a uno de los fundadores, el expresidente argentino Alberto Fernández. El 6 de agosto recién pasado, la exprimera dama, Fabiola Yáñez, denunció a Fernández por violencia de género, de someterla a “terrorismo psicológico” y a acoso telefónico. Esto ocurrió antes y después de separarse definitivamente, lo que ocurrió luego de dejar el poder en diciembre de 2023.

La prensa transandina filtró fotos de la carpeta investigativa en donde se veía a Yáñez con el ojo morado y los brazos con moretones. A pesar de que Fernández niega las acusaciones, el Grupo de Puebla hizo una declaración en donde señala: “Condenamos enérgicamente cualquier forma de violencia de género”. A propósito de la denuncia contra el exmandatario trasandino, la instancia señaló que “nos sorprende y conmociona por su gravedad”. Sobre eso, determinó que “estas conductas no solo son repudiables e inaceptables, sino completamente contrarias a los valores fundamentales del progresismo”.

Con la expectativa de que la justicia opere de manera óptima y efectivamente, el Grupo de Puebla, a través de un comunicado, informó que “hemos decidido aceptar la solicitud de Alberto Fernández de suspender su participación en el Grupo de Puebla. Reiteramos nuestra convicción y compromiso en la lucha por la igualdad de género en toda Iberoamérica”. ME-O es amigo personal de Fernández y a través de su cuenta se explicó: “Repudio todo acto de violencia a la mujer, es inaceptable. La denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández es grave y dolorosa, los conozco a ambos. Que la justicia hable y actúe con celeridad”.

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