Según diplomáticos argentinos, en el discurso del presidente Milei en el G-20 hubo gestos de Boric que interpretaron de “desagrado”, abriendo un impasse y que canceló la ida del canciller Werthein a conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz. Milei también consideró que el chileno lo criticó.
En la reciente cumbre del G20, se armó un impasse diplomático entre Chile y Argentina. El mandatario Javier Milei consideró que tras su discurso, durante la alocución de par chileno, éste retrucó le respondió a modo de crítica, en dos o tres partes, opiniones que el argentino declaró sobre la pobreza, el rol del Estado en derechos sociales, y préstamos internacionales. Y que además “hizo un gesto poco amigable”.
Testigos chilenos del incidente, cuentan que a pesar de que no hubo un diálogo directo entre ambos mandatarios, las palabras de Boric generaron una atmósfera de tensión e incomodidad en la comitiva trasandina.
En su exposición, el presidente Boric abordó la relación entre “el neoliberalismo y la profundización de la pobreza pobreza en Chile”, mientras que minutos antes Milei había cuestionado el papel del Estado en mejoras del bienestar social.
Según explican desde Argentina, el magallánico también sugirió que el multilateralismo es recordado solo en momentos de solicitar recursos financieros, lo que de igual modo fue visto como una crítica hacia Milei.
“El error de que para combatir el hambre y la pobreza es (creer que) hace falta mayor intervención estatal y mayor planificación centralizada de la economía”, señaló Milei en su discurso, en el marco del lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, según recoge el diario La Nación del vecino país.
Poco después vino el turno de Boric, cuya intervención cayó mal al libertario.
“Nosotros, desde Chile, estamos convencidos que, con una economía inclusiva, en donde el Estado juegue un rol generando espacios comunes, en donde haya aspectos de la sociedad que no sean sujetos de negocios, sino que sean concebidos como derechos: las pensiones, la salud, la educación, el reconocimiento de los cuidados, como bien ha dicho Claudia Sheinbaum (la presidenta de México). Podemos generar sociedades más justas e inclusivas”, expresó Boric, según ese medio.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Milei se sintió ofendido por las afirmaciones de Boric. Testigos en la cumbre comentaron que las expresiones de Boric durante el discurso de Milei contribuyeron a la tensión.
Luego de la Cumbre, el canciller argentino, Gerardo Werthein decidió no participar en la ceremonia conmemorativa organizada por El Vaticano de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, en el cual la intervención del Papa Juan Pablo II, logró evitar un conflicto armado entre ambos países.
La decisión de Werthein se conoció a finales de la semana pasada, tras la cumbre del G-20, donde Chile asistió como país invitado. Durante esta cumbre en Río de Janeiro.
Además, en la delegación de Argentina interpretaron que durante la exposición del presidente Javier Milei, desde su asiento, Boric mostró una gestualidad de rechazo en un momento.
Este incidente ha desatado descontento en la delegación de la diplomacia argentina. Medios de comunicación en ese país informaron que el canciller Werthein calificó el episodio como un “desencuentro” durante una entrevista, asegurando que las autoridades de El Vaticano también fueron testigos de lo ocurrido en la ceremonia.
En la Cancillería chilena señalan que en la reunión del G20 “hubo un diálogo entre todos los líderes presentes. Y, precisamente, de eso se trata este tipo de foros, de generar intercambio de ideas. El Presidente Boric presentó la posición de nuestro Gobierno, que fue bastante coincidente con la de la gran mayoría de los asistentes. No hubo un diálogo bilateral, menos un enfrentamiento. Nuestro Presidente se expresó de manera correcta, e incluso subrayó que tenía respeto por visiones distintas”.