
Malestar interno en el PS por exclusión en movimientos colaterales tras nuevo rol de Luis Cordero
Los recientes cambios en La Moneda dejaron al FA al frente de seis de los 25 ministerios y de 13 de las 40 subsecretarías. El que no sacó cuentas alegres fue el Partido Socialista, que no logró mantener la Subsecretaría de Redes Asistenciales ni imponer su carta para la nueva cartera de Seguridad.
El anuncio presidencial del 27 de marzo no solo informó que Luis Cordero será el primer ministro de Seguridad Pública del país.
La salida del abogado de la Subsecretaría del Interior, quien llegó al Gobierno de Gabriel Boric como titular del Ministerio de Justicia, trajo consigo otros movimientos al interior de La Moneda que –contrario a lo declarado públicamente por sus militantes– incomodaron internamente al Partido Socialista (PS).
Eso sí, no todos los cambios confirmados aquella tarde de jueves estuvieron relacionados con el nombramiento de Cordero (independiente) en la nueva cartera. A través de un comunicado, Presidencia informó que el Mandatario también designó a nuevos subsecretarios en el último marzo de su mandato.
Por un lado, en reemplazo de Cordero en la Subsecretaría del Interior, fue nombrado el frenteamplista Rafael Collado, quien se desempeñó como jefe jurídico del Ministerio del Interior durante la gestión de Carolina Tohá (PPD).
En paralelo, el Gobierno anunció un esperado cambio en la Subsecretaría de Redes Asistenciales, tras la salida –hace solo una semana– del socialista Osvaldo Salgado, quien dejó el cargo por temas de salud.
Y pese a que el PS había apostado por mantener dicha posición en el Minsal, el Gobierno optó por hacer un gesto al PPD, designando al médico con experiencia en Salud Pública, Bernardo Martorell Guerra.
Así, el Gobierno descartó todas las propuestas de la tienda presidida por la senadora Paulina Vodanovic, quien incluso había propuesto personalmente que el cargo dejado por Luis Cordero quedara en manos de una de sus militantes, Natalia Silva, actual jefa de la División de Seguridad Pública.
Al cierre de esta nota, la senadora Vodanovic no había hecho ningún comentario público sobre los recientes cambios en La Moneda. Por su parte, todas las declaraciones de la bancada socialista en el Congreso, con una única excepción, han asegurado a El Mostrador que existe total respeto por las decisiones del Presidente Boric, destacando que estas privilegian el criterio técnico –las credenciales de Cordero– por sobre lo político y la distribución de cupo.
Sin embargo, existen matices respecto a los mencionados movimientos colaterales. Según fuentes cercanas a la mesa directiva del Partido Socialista, todo lo relatado hasta este punto –salvo la designación de Cordero– habría generado un malestar interno.
Quien lo expresó directamente fue el senador Fidel Espinoza. En declaraciones a El Mostrador, el legislador dijo que los recientes movimientos suponen “una desprolijidad absoluta para con el PS”.
Fiel a su estilo, Espinoza afirmó que hubo una decisión injusta que se agrava aún más colocando como subsecretario de Interior a “una persona (el frenteamplista Víctor Ramos) que simplemente ha sido un fiasco en la Comisión para la Paz y el Entendimiento y que ha sido un derroche de dinero innecesario”.
Las posturas del senador Espinoza son conocidas y –como en muchas ocasiones– no necesariamente reflejan el sentir de sus pares socialistas. De hecho, diputados de la bancada socialista dijeron a El Mostrador que esto es solo un “fidelazo” más.
En esa línea, las consultas de este medio a los diputados Raúl Leiva –quien incluso en su momento sonó como potencial ministro de Seguridad–, Daniel Manouchehri y Juan Santana fueron contestadas casi a coro, sosteniendo que no hay tal incomodidad con los recientes nombramientos.
Recalcaron que había un acuerdo desde hace tiempo sobre la llegada de Cordero, quien aceptó “degradarse” de ministro de Justicia a subsecretario del Interior. No obstante, algunas pistas dio el senador Juan Luis Castro, quien si bien reiteró que se trata de una decisión privativa del Presidente Boric que no afecta el compromiso de los socialistas por el éxito de la gestión, reconoció que “es un error del Ejecutivo no considerar al PS con más fuerza en la recta final de Gobierno”.
Cabe mencionar que una de las crisis más recientes de La Moneda estuvo protagonizada por un militante socialista, el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, cuyo cargo luego fue cubierto por Cordero. En este contexto, cobra relevancia que, si bien Álvaro Elizalde (PS) dejó la Segpres –ahora en manos de la independiente Macarena Lobos– y aterrizó en el Ministerio del Interior para reemplazar a Tohá, la salida de Maya Fernández Allende (PS) fue cubierta por Adriana Delpiano (PPD).
Entre sumas y restas, ahora, el partido del Presidente Gabriel Boric se quedó con seis de los 25 ministerios y 13 de 40 subsecretarías. Además, con la designación de Cordero, hay 19 cartas independientes entre ambos cargos.
La representación de los partidos a nivel de ministros quedó así: cuatro son del PC, tres del PS, y entre el PPD, Regionalistas Verdes y Radicales se reparten uno cada uno. En Acción Humanista y el Partido Liberal no tienen.
El Frente Amplio no solo perdió terreno con la reciente salida de Miguel Crispi del Seguro Piso de La Moneda, sino que también fue testigo de la partida de Marcela Sandoval (FA) del Ministerio de Bienes Nacionales, tras la fallida compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende. Además, en 2023, Giorgio Jackson dejó el gabinete debido a las presiones relacionadas con el caso Convenios. Ahora, en la colectividad liderada por Constanza Martínez podrían sacar cuentas alegres.