
La controvertida relación entre el cardenal Chomali y Héctor Llaitul
Muy conservador en lo valórico, pero director de un documental acerca de la búsqueda de detenidos desaparecidos, entre otras cosas, uno de los momentos más polémicos del actual cardenal fue el estrecho vínculo que formó en Concepción con el máximo líder de la CAM.
No son pocos los miembros de la Iglesia católica que admiten que les cuesta “leer” a Fernando Chomali, el cardenal arzobispo de Santiago, conocido por su apego al dogma tradicional en materias morales, especialmente en lo relativo al aborto, y quien será uno de los electores del próximo papa.
Ingeniero civil de formación, es también alguien muy cercano al gran empresariado, pero al mismo tiempo ha mostrado posiciones muy liberales en temas que sacan ronchas precisamente en las asociaciones gremiales, entre ellos, el conflicto mapuche.
Ya en 2011 generó mucha polémica cuando –siendo arzobispo de Concepción– visitó a los imputados por el atentado en contra del fiscal Mario Elgueta, entre ellos, Jonathan Huillical, José Huenuche, Ramón Llanquileo y Héctor Llaitul, cuando estos se encontraban en huelga de hambre, en una suerte de política de continuidad del papel que había cumplido en el conflicto su antecesor en el arzobispado penquista, el salesiano Ricardo Ezzati.
Ese fue el inicio de una relación que Chomali mantiene hasta hoy con Llaitul, líder máximo de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y que tuvo otras expresiones. En 2015, cuando Llaitul optó a la salida diaria de la cárcel, la obtuvo gracias a que tenía comprometido un trabajo como asistente social en la fundación Nuevo Milenio, ligada a la Iglesia, el que consiguió gracias a gestiones de Chomali y no solo eso: se dice que fue él quien hizo gestiones para que los hijos mayores de Llaitul entraran a estudiar al colegio San Ignacio de Concepción, propiedad de la Compañía de Jesús.
Por aquel entonces, la vocera de la Agrupación Paz y Diálogo, Solange Etchepare, dijo al Diario Concepción que “Chomali hizo un traje a la medida para que él saliera de la cárcel, ayudó al líder de una agrupación abiertamente violenta”.
Las víctimas de los atentados en la zona de Biobío no fueron, sin embargo, los únicos disconformes con la cercanía entre Llaitul y el entonces líder católico de Concepción, pues hacia 2015 comenzó a actuar en las regiones de La Araucanía y del Biobío otra orgánica violentista, la Weichán Auka Mapu (WAM), que fue formada por disidentes y descolgados de la CAM. Estos comenzaron a hacer algo que la Coordinadora Arauco Malleco nunca había hecho: quemar templos católicos y evangélicos, entre otras cosas, como una señal de desprecio hacia la cercanía de la CAM con la Iglesia católica.
Por cierto, la relación de Chomali con el mundo radical mapuche no es su única peculiaridad. Otra de ellas es su gusto por las comunicaciones. Es autor de una obra de teatro y dirigió el documental Miércoles 15.30, Memorias de una ausencia, relativo a la búsqueda de detenidos desaparecidos en Chile.
Además, es un usuario constante de redes sociales, incluso las más nuevas, como TikTok, lo que si bien es visto con cierto recelo por parte de los sectores católicos más conservadores, dentro del clero más joven es interpretado como una señal de cercanía y conexión con el mundo real, algo “muy distinto de la forma en que interactuaban los anteriores cardenales, especialmente el último”, señalan, en referencia a Celestino Aos.
Lamentable la muerte de Tommy Rey. Con su música nos alegró y nos unió como chilenos. Rezaré por su eterno descanso. Mi más sentido pésame a la familia. Gracias por tu música y tu alegría.
— +Fernando Chomali (@FernandoChomali) March 27, 2025