El convencional Fernando Atria (Apruebo Dignidad) se refirió a los pasos a seguir en la Convención Constitucional tras el caso de Rodrigo Rojas Vade, quien reconoció que no tiene cáncer. En conversación con El Mostrador en La Clave, el abogado constitucionalista afirmó que no hay procedimientos en la Convención para aceptar renuncias, por lo que apoya una reforma constitucional que acepte salidas por «motivos graves». «Es una regla que a mí no me gusta mucho, pero creo que tiene que haber una salida como esta para situaciones como las que nos encontramos, porque qué va a pasar el día de mañana si algún convencional, un convencional o una convencional hace un comentario por ejemplo racista y va a haber una ola de presión para que renuncie por todo esto. Nuestra indignación con esta mentira del convencional Rojas no debe impedirnos ver que, muchas de esas cosas que nos pueden parecer inaceptables, tienen que ver con las posiciones políticas que ocupamos», aseguró.
El caso del convencional Rodrigo Rojas Vade (Pueblo Constituyente) ha generado revuelo dentro de la Convención Constitucional. Su revelación de que no padece cáncer hizo que varias personas pidieran su salida del órgano constituyente. Lo cierto es que, hasta ahora, solo se concretó su renuncia a una de las vicepresidencias de la Mesa Directiva comandada por Elisa Loncon y Jaime Bassa. Sobre su cupo como uno de los 155 nada aún, ya que no existe reglamento ni causal para concretar su renuncia.
Sobre este tema habló el convencional Fernando Atria (Apruebo Dignidad), en conversación con El Mostrador en La Clave. Acerca de Rojas Vade, Atria afirmó que es partidario de una reforma constitucional para resolver su salida, pero que antes se ve «obligado a decir esto, porque si no se malentiende, no se trata de negar o minimizar la gravedad de la mentira del convencional Rojas. Eso fue grave. O sea, yo creo que está más allá de la conversación. El daño que causa la mentira, etc». «En este caso, yo creo que debo decir, y esta es mi opinión, nada más, que a mi juicio, la mantención, la permanencia del convencional Rojas en la Convención, yo creo que podría causarle un daño a la Convención y al proceso constituyente, que yo creo que es hoy por hoy lo más importante de defender».
«Habiendo sentado eso, la pregunta es precisamente la que ustedes formulan y yo, que autorice lo que hoy día no está autorizado y es que en ciertos casos, por motivos graves calificados por alguien que yo creo que debería ser la Convención, no el Tribunal Constitucional como ahora para la enfermedad, un convencional pueda renunciar. No puede ser una autorización genérica de renuncia, porque los convencionales, en principio, como los parlamentarios, no pueden y no han de poder renunciar unilateralmente cuando quieran y por lo que quieran. Eso es muy importante para proteger a los parlamentarios y los convencionales de presiones fácticas, que en este caso es la presión que está sufriendo ahora Rodrigo Rojas, porque en este caso, por cierto, esa presión nos parece a todos totalmente justificada, porque es fruto de una indignación legítima, pero en el siguiente caso perfectamente podría ser una presión orquestada por un poder fáctico en contra de un parlamentario convencional que le resulta incómodo», explicó.
«Entonces no puede ser una renuncia unilateral cuando quiera y como quiera, pero sí se podría ampliar a otros motivos graves la causal que hoy día parece que se restringe solo a razones de salud, que hacen imposible el desempeño del cargo. La otra cosa que esa reforma constitucional debería hacer es que debería establecer algún mecanismo para el reemplazo de convencionales independientes que fueron elegidos en listas de independientes. Hoy día, ese convencional, que es el caso del convencional Rojas, no tiene reemplazo. Ese cupo se pierde y con eso una parte de la ciudadanía se queda sin representación y yo creo que esa es una solución inaceptable democráticamente. Esas dos reformas no las puede, en mi opinión, y yo sé que en esto hay diferencias, pero en mi opinión eso no lo puede hacer la Convención por sí misma, porque un órgano democráticamente elegido no puede el mismo unilateralmente, ese órgano, cambiar los términos de su propia integración. Todos los miembros de un órgano de ese tipo son iguales y no pueden afectar los derechos de participación o integración de otros, ni decidir quiénes son los que están ahí. Eso corresponde al electorado. Por eso yo creo que la solución es una reforma constitucional a través del Congreso», añadió.
«Yo creo que es importante entender la lógica de las reglas que tenemos. El único caso generado, que existe y que se mantiene de renuncia es el caso que yo mencionaba: un motivo de salud que hace imposible el desempeño del cargo. Digo el único caso que se mantiene porque ha habido casos puntuales de autorizaciones específicas de renuncia, como la Ley 21.200, que autorizó a los parlamentarios a renunciar para poder presentarse a la Convención y de hecho algunos lo hicieron, pero esa fue autorizada específicamente», afirmó.
Ante la consulta de los conductores del programa, Atria dijo que «lo que habíamos conversado entre algunos convencionales del Frente Amplio era una solución que fuera, en vez de decir motivos graves de salud, que creo que esa es la fórmula literal –no estoy completamente seguro, pero si no es, está cerca–, en vez que dijera eso, que dijera motivos graves, dejando abierta la puerta al tipo de motivos, pero manteniendo lo que tiene la regla actual de que no basta que el parlamentario alegue motivos de salud graves, que en la regla para los parlamentarios eso tiene que ser calificado por el Tribunal Constitucional. Yo diría que esa función de calificar que la renuncia se debe a esos motivos y no a presiones o a presiones ilícitas o políticamente interesadas, etcétera, yo creo que no le puede corresponder el Tribunal Constitucional, por supuesto. O sea, el TC no tiene nada que ver con el proceso constituyente y creo que la función la debería desempeñar el pleno de la Convención. Y como tú dices, por un quórum calificado, yo diría, no sé, tres quintos, dos tercios de los miembros».
«¿Qué va a pasar si tuviéramos una regla como esa? Es una regla que a mí no me gusta mucho, pero creo que tiene que haber una salida como esta para situaciones como las que nos encontramos, porque qué va a pasar el día de mañana si algún convencional, un convencional o una convencional, hace un comentario por ejemplo racista y va a haber una ola de presión para que renuncie por todo esto. Nuestra indignación con esta mentira del convencional Rojas no debe impedirnos ver que, muchas de esas cosas que nos pueden parecer inaceptables, tienen que ver con las posiciones políticas que ocupamos», agregó Atria.
El problema es que el concepto «motivos graves» es un «problema e implica un riesgo de abuso. Yo a eso le respondería dos cosas: como usted dice, uno, que ese riesgo de abuso disminuye o se elimina, pero disminuye con la exigencia como la de calificación por el pleno de la convención. Esta bien, eso no elimina el riesgo, pero lo disminuye. Y lo segundo es que, en cuestiones políticas e institucionales, uno normalmente tiene que enfrentar casos en los cuales necesita reglas que permiten cosas, que pueden permitir abusos. Y lo que tiene que hacer es tratar de minimizar las posibilidades de que ocurra».