Es una herramienta de inteligencia artificial, desarrollada por el equipo de Demoscopía Electrónica del Espacio Público (DEEP), de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, capaz de detectar en tiempo real los discursos de odio en torno a la Convención Constitucional (CC). Esta tecnología emula de manera eficiente el comportamiento humano frente a la tarea de distinguir entre mensajes neutros, mensajes contrarios y mensajes de odio (violencia en línea) contra la CC y cualquiera de sus miembros. El exministro de Pinochet es una «autoridad de red», vale decir, persona que en el mundo digital «tiene mucha influencia», sostiene el analista Pedro Santander. El Odiómetro detectó que 8.048 cuentas de ultraderecha estaban participando en la violencia en línea contra el órgano constituyente.
El equipo de Demoscopía Electrónica del Espacio Público (DEEP), de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), monitorea desde agosto la violencia en línea –principalmente en Twitter– contra la Convención Constitucional (CC). Para ello ocupan la herramienta que denominaron «El Odiómetro», que arrojó que el exministro de Planificación bajo la dictadura de Augusto Pinochet, Sergio Melnick, lidera los ataques en redes sociales contra el órgano constituyente.
De acuerdo con el profesor Pedro Santander, doctor en Lingüística y director del proyecto DEEP-PUCV, Melnick «lidera la tropa digital de la ultraderecha. Lo habíamos detectado desde el plebiscito (constitucional)», indicó a El Mostrador.
Según Santander, el exministro de Pinochet es una «autoridad de red», vale decir, persona que en el mundo digital «tiene mucha influencia».
En ese sentido, aseguró que Melnick «lidera los hashtags contra la Convención». Uno de ellos ha sido #LonconRenuncia, hashtag creado el 4 de noviembre, cuando la presidenta del órgano constituyente, Elisa Loncon, llamó a no extender el Estado de Excepción en las provincias de Biobío y Arauco (Región del Biobío), Cautín y Malleco (Región de La Araucanía).
Por otro lado, el director del proyecto DEEP-PUCV explicó que, a partir de un cruce entre la base de datos sobre la gente que apoyó el Rechazo en el plebiscito del año pasado y las cuentas que atacan a la Convención, detectaron que 8.048 de ultraderecha estaban participando en la violencia en línea contra el órgano constituyente.
El Odiómetro es una herramienta de inteligencia artificial, desarrollada en un 100% por #DEEP, capaz de detectar en tiempo real los discursos de odio en torno a la CC. Esta tecnología emula de manera eficiente el comportamiento humano frente a la tarea de distinguir entre mensajes neutros, mensajes contrarios y mensajes de odio (violencia en línea) contra la Convención y cualquiera de sus miembros.
Para su construcción se utilizaron técnicas propias del área de machine learning, a partir de definiciones conceptuales provenientes de la legislación internacional y de la propia definición de discurso de odio que la CC propone en el art. 21 de su Reglamento de Ética.
La herramienta ha sido sometida a validación cruzada, lo que implica que ha realizado múltiples experimentos para poder ver su capacidad de generalización. Esto significa que el objetivo de que funcione correctamente ante nuevos mensajes de redes sociales que nunca ha procesado se cumple satisfactoriamente.
Hasta hora las métricas de rendimiento permiten afirmar que El Odiómetro discierne con un 85% de exactitud, lo que es un altísimo rendimiento para lo estándares nacionales e internacionales.
Dentro de la violencia en línea se incluye el discurso de odio. Estos ataques se concentran contra Elisa Loncon, «tanto por su condición de mujer como por su condición de mapuche”, puntualizó Santander.
Asimismo, precisó que el discurso de odio se dirige exclusivamente hacia el pueblo mapuche, y no contra las otras naciones originarias presentes en la Convención (aymara, rapanui, quechua, atacameños, diaguitas, collas, kawéskar, yaganes y changos). «Es hacia el pueblo mapuche, claramente», dijo el director de DEEP-PUCV.
Además, este tipo de ataques también se dirigen hacia las mujeres, de todos los sectores políticos. «Las convencionales mujeres en general también han recibido discurso de odio. Eso es transversal», añadió.