La nueva presidenta de la Convención Constitucional enfatizó que «tenemos que trabajar en conjunto, pese a las diferencias políticas o los puntos de vista distintos». En ese sentido aseguró que «la gente está aburrida de las peleas, quiere vernos trabajando unidos y unidas».
A pesar de la maratónica jornada voto a voto en la que su candidatura resultó electa para presidir la Convención Constitucional y así suceder a Elisa Loncon en la testera, María Elisa Quinteros descartó que al interior de la instancia que redacta una nueva Carta Magna para Chile estén fragmentados.
«Creo que ahora estamos mucho más unidos, y después de esa acumulación de tensión de las ocho, nueve votaciones que tuvimos, finalmente se liberó esa energía de la forma más armónica posible, que fue el consenso», señaló a La Tercera, la odontóloga y especialista en salud pública asociada al colectivo Movimientos Sociales Constituyentes (MSC).
Quinteros reconoció que ha recibido muestras transversales de cariño y relató que ha tenido la oportunidad de conversar con gente que nunca había conversado de otros sectores políticos, «conversaciones muy amables», detalló. Además, dijo ser una persona introvertida y capaz de notar cuando las cosas son falsas. «Pero hasta ahora no me ha pasado en la Convención. Creo que tenemos que aprovechar esta presidencia de consenso», sentenció.
Respecto de cómo van a trabajar, la nueva presidenta de la Convención Constitucional, afirmó que ya conversó con el vicepresidente Gaspar Domínguez y que con la mesa ampliada «tenemos prioridades, claro». En ese sentido, María Elisa Quinteros sostuvo que lo primero es lo comunicacional.
«La mesa anterior hizo un trabajo tremendo, maravilloso, de sacarnos a flote con todas las dificultades que tuvimos al inicio; entregarnos este segundo tiempo con una orgánica, formas de trabajar definidas, las conversaciones con el gobierno son fluidas. Sin embargo, no alcanzaron a profundizar mucho más en lo comunicacional. No es por falta, no es por desdén; antes no teníamos un equipo de comunicaciones. Estamos viendo estrategias de cómo llevar este proceso cerca de la gente. Es el primer desafío», explicó.
Luego vendría el tema de la consulta indígena, «algo prioritario, que hay que destrabar, porque necesitan tiempos, y tiempo no tenemos», argumentó. «Y lo tercero tiene que ver con el plebiscito de salida. ¿Cómo informamos las normas que hemos consensuado en este espacio cotidiano?», cuestionó Quinteros.
Consultada finalmente por las diferencias ideológicas al interior de la Convención, Quinteros enfatizó que «tenemos que trabajar en conjunto, pese a las diferencias políticas o los puntos de vista distintos. La gente está aburrida de las peleas, quiere vernos trabajando unidos y unidas».