Una buena noticia es que los ciudadanos que vivimos en Chile contamos con nuestra propia Casa de Moneda, empresa garante de la fe pública, que con su avanzada inversión en tecnología juega un rol primordial para reducir los espacios de oportunidad a los delincuentes que falsifican o adulteran este tipo de documentos. Una solución en boga son los llamados “Digital Twins”, o gemelos digitales, tendencia que contempla por un lado reforzar los elementos que permiten certificar la autenticidad de los documentos físicos y, a la vez, montar un respaldo digital en la nube, potenciando así cada soporte la legitimidad del otro y agregando un nivel adicional de seguridad para impedir la falsificación a imitadores. De esa manera, se obtienen todos los beneficios de la digitalización sin renunciar a la inclusividad y accesibilidad de un respaldo físico (a modo de buen ejemplo, es ya parte de la costumbre y uso en países de Europa, que cuentan con alta preocupación por este problema).
En momentos en que vivimos un incremento en los delitos de alta connotación no debemos perder de vista el impacto de los delitos contra la fe pública, entre los que se encuentran las falsificaciones de instrumentos valorados o que incorporan elementos de seguridad.
De acuerdo con el último Informe de Estadísticas Policiales, en 2020 la PDI recibió 1.867 denuncias por delitos contra la fe pública y abrió 6.890 investigaciones sobre la materia. Carabineros, mientras tanto, recibió 1.777 denuncias por delitos contra la fe pública y detuvo a 3.718 personas por la misma razón.
Si bien su incidencia es aún acotada y son más silenciosos, estos delitos tienen efectos mucho más masivos y nocivos en el largo plazo, ya que minan la confianza social respecto a elementos en los que se basa nuestra vida diaria, como los documentos que acreditan nuestra identidad, la propiedad de un vehículo, las licencias de conducir, placas patentes, escrituras, vales vistas, cheques, entre otros. Nuestro desarrollo requiere que instrumentos de fe pública como estos sean más sólidos, de modo que se resguarde correctamente su autenticidad.
Una buena noticia es que los ciudadanos que vivimos en Chile contamos con nuestra propia Casa de Moneda, empresa garante de la fe pública, que con su avanzada inversión en tecnología juega un rol primordial para reducir los espacios de oportunidad a los delincuentes que falsifican o adulteran este tipo de documentos. Una solución en boga son los llamados “Digital Twins”, o gemelos digitales, tendencia que contempla por un lado reforzar los elementos que permiten certificar la autenticidad de los documentos físicos y, a la vez, montar un respaldo digital en la nube, potenciando así cada soporte la legitimidad del otro y agregando un nivel adicional de seguridad para impedir la falsificación a imitadores. De esa manera, se obtienen todos los beneficios de la digitalización sin renunciar a la inclusividad y accesibilidad de un respaldo físico (a modo de buen ejemplo, es ya parte de la costumbre y uso en países de Europa, que cuentan con alta preocupación por este problema).
En Casa de Moneda, ofrecemos la “tercera placa patente”, hoy en uso por más de 1.000.000 de vecinos de 10 comunas, que cuentan con un permiso de circulación físico respaldado por un gemelo digital en la nube, que constituye en la práctica una tercera patente, aportando veracidad, seguridad y trazabilidad.
En el combate contra la delincuencia tenemos una oportunidad si avanzamos paralelamente en contar con instrumentos valorados que incorporen elementos de seguridad físicos, inclusivos, que posibiliten el acceso a toda la población del país, ya sean jóvenes o adultos, difícilmente copiables, y respaldados digitalmente como parte de la transformación de nuestros procesos sociales. Depende de todos que actuemos a tiempo.