¡Buen primer sábado de septiembre! Esta semana sigue el protagonismo del caso Hermosilla y la mayor expresión de su trascendencia es que entró a los matinales y dejó de ser solo un caso judicial que investiga delitos. La frase más repetida esta semana fue «una caja de Pandora».
Nos habíamos olvidado de Ángela Vivanco y Gonzalo Migueles. Uno de los primeros golpes que nos entregaron los chats de Hermosilla, el año pasado, fue la revelación de las gestiones que realizaba Migueles, pareja de la ministra Vivanco, para nombrar fiscales, jueces, notarios y conservadores. La ministra Ángela Vivanco es la protagonista del +Política de esta semana por el caso de los bielorrusos.
Terror en la derecha. El año pasado la oposición estaba segura de que iba a arrasar en las próximas elecciones municipales de octubre tras el triunfo del Rechazo y el caso Convenios. En las últimas semanas, ese pronóstico cambió. Me advirtieron, eso sí, que no está todo perdido.
Y para dejar de hablar de los Hermosilla, recomiendo a los interesados en la cultura británica de los últimos 50 años que preparen sus cabritas para ver In my own words.
Un halago mentiroso. Hace meses, un miembro del Poder Judicial intentó halagar la cobertura que estábamos realizando en +Política sobre la crisis en la Corte Suprema. El cumplido quedó en nada cuando, a renglón seguido, me advirtió con sonrisa socarrona: «Pero no te pierdas, la seguidilla de casos que están contando no son relevantes, esos solo ocultan el más grave… no te pierdas».
Enderezando el rumbo. Buscando ese caso «más grave», llegué a las causas 236-2023 y 141421-2023 de la empresa bielorrusa Consorcio Belaz Movitec SpA (CBM), que llevó adelante la ministra Ángela Vivanco cuando ocupó provisoriamente la presidencia de la Tercera Sala de la Corte Suprema. Las causas son parte del litigio Codelco-CBM por incumplimiento de contrato de la empresa bielorrusa y empezó en la Corte de Apelaciones de Copiapó con un fallo en que los bielorrusos debían pagar US$ 20 millones (en boletas de garantía) a Codelco, pero que la Suprema revirtió en Santiago, dictaminando que debía ser la minera estatal la que desembolsara en favor de los bielorrusos los US$ 2O millones, más otros US$ 5 millones para gastos varios. Esta historia duró solo nueve meses, muy poco para los tiempos judiciales de nuestros tribunales, según académicos y abogados: empezó en junio de 2023 y culminó en marzo de 2024.
Copiapó dice no. Con ese fallo desfavorable, los bielorrusos decidieron presentar un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Copiapó, el que fue rechazado porque los jueces determinaron que el espacio donde debían dirimirse las situaciones pendientes era el juicio arbitral que, paralelamente, tenían CBM con Codelco.
Todos a Santiago. Es después de ese desaire que la empresa decidió trasladar la causa a Santiago, para insistir con el recién rechazado recurso de protección, pero esta vez ante la Corte Suprema, que sorpresivamente acogió estudiar el caso en junio de 2023. Un académico me hace poner atención a esta decisión, porque la ley expresamente señala que «los recursos de protección no pueden ver nada vinculado a dineros, eso es materia de la justicia civil».
Generosidad suprema. Todo comenzó el 4 de julio de 2023, cuando Vivanco acogió el recurso de protección y, sorpresivamente, dio vuelta el caso en contra de Codelco, obligando a la «restitución inmediata» de los bienes (máquinas) y la devolución de las boletas de garantía (US$ 20 millones). La única ministra que votó en contra de la decisión fue Cristina Gajardo, argumentando, justamente, que lo visto no era materia de un recurso de protección. Todo esto demoró seis días, lo que jueces me calificaron de «inédito», porque los recursos de protección normalmente demoran meses. Abogados litigantes no se explican tanta velocidad para un tema contractual, patrimonial.
Codelco sale a pelear. La cuprífera estatal obviamente pidió la nulidad del recurso de protección, porque lo vieron antes de que el presidente del máximo tribunal la colocara en tabla y porque el fallo revertía todo lo ganado en las instancias anteriores. Pero la Tercera Sala nuevamente falló en contra de Codelco y a favor de CBM, con una aclaración en que consideró como «irrelevante» que el fallo saliera antes de que la causa estuviera en tabla. Aprovechando la ocasión, la Sala agregó a la causa que Codelco también debía pagar los costos de la devolución de la maquinaria. La Corte de Apelaciones de Copiapó tuvo la tarea de estimar los costos de movilización (US$ 4 millones) y rechazó otros gastos extras que querían incluir los bielorrusos.
La suerte de los bielorrusos. Pero esta historia tuvo otro giro cuando, el 7 de marzo, la Sala presidida nuevamente por Ángela Vivanco revisó otra vez el recurso de queja y, el 14 del mismo mes, decidió revertir el fallo de enero y, ahora sí, declarar admisible dicho recurso de queja de los bielorrusos. Eso ocurrió en solo siete días y los recursos de queja normalmente demoran meses o años.
Final feliz. La visita de los bielorrusos a la Corte Suprema les permitió revertir un fallo desfavorable que les quitaba las máquinas y los obligaba a pagar US$ 20 millones en boletas de garantía. Finalmente Consorcio Belaz Movitec SpA recuperó sus máquinas, no le cobraron las boletas de garantía por US$ 20 millones y obtuvo un ingreso extra de US$ 4 millones para enfrentar el costo del traslado de las máquinas y, también, US$ 1 millón para gastos menores. Abogados, académicos y jueces coincidieron en señalar que esta historia está plagada de cosas irregulares y giros extraños.
Agradecimientos. Entender este caso habría sido imposible sin la ayuda y el estímulo de numerosos académicos, abogados y miembros del Poder Judicial que explicaron en detalle cada una de sus etapas y me ayudaron a identificar las sorpresas. La posibilidad de determinar que algo de esta historia sea delito será tarea de un sumario administrativo o del Ministerio Público. En este momento, el Comité de Ética de la Corte Suprema está investigando los hechos y en la Universidad de Chile hay un equipo de académicos penalistas que lo tienen de caso de estudio. El jueves y viernes intenté contactar sin éxito a la ministra Ángela Vivanco, interesado en conocer su versión del caso de los bielorrusos.
Los poderosos de siempre. Este caso afecta a quienes viven o construyen su éxito estableciendo relaciones con personajes como Luis Hermosilla, que no le hacen asco a operar al límite o cometiendo delitos. Es verdad que gran parte de los involucrados son personas con poder económico, político, social, pero eso no quiere decir que todos los poderosos operen de la misma manera. Eso contribuye a que este caso siga los cauces legales y a que los «otros poderosos» impulsen el fin de estas prácticas. Hasta ahora, la élite ha optado por guardar silencio.
No importa lo que hagan los Hermosilla. No será la incontinencia verbal de Juan Pablo Hermosilla la que dará larga vida a este caso que involucra a importantes miembros de las élites económica, política y judicial de Chile. Existe mucha información disponible y el caso está recién en proceso de investigación con libre acceso de las partes a la causa.
Fin del monopolio del poder. Existen numerosos autores (Steven Levitsky, Moisés Naím, entre otros) trabajando el fenómeno de la pérdida de poder de las élites y este caso es una prueba de ello. Todos coinciden en que las redes sociales han contribuido a la disminución de poder del establishment, que antes usaba grandes conglomerados periodísticos (televisión y prensa escrita, principalmente) para orientar las discusiones de sus países. La atomización de las fuentes de información mermó el poder de contención que tenían las élites.
Caso Vivanco. El pormenorizado relato de la participación de la ministra Ángela Vivanco en el caso de los bielorrusos es una muestra del cambio que está produciendo el mayor acceso a nuevas fuentes de información (en este caso, el portal del Poder Judicial), los efectos del cambio en la manera de comunicarnos (WhatsApp) y, por qué no, la disposición de actores relevantes a traicionar círculos de poder para su subsistencia.
*NOTA: En octubre aparece el nuevo libro de Juan Pablo Luna, ¿Democracia muerta? (Planeta, 2024), donde aborda el actual escenario que enfrentan las democracias.
Aprovechamiento político. Las almas menos templadas de la derecha consideran que la decisión del Presidente Gabriel Boric de celebrar la prisión preventiva del «poderoso» Luis Hermosilla es parte de una estrategia electoral destinada a perjudicar a la oposición. «Van a seguir con esto indefinidamente hasta las presidenciales del 2025», me vaticinó un dirigente del sector, preocupado por el daño que Luis Hermosilla –exmilitante comunista convertido al gremialismo– puede producirle a la derecha.
Comienza la desafección con Chadwick. En los últimos días, la alcaldesa de Providencia y precandidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, dio la pauta de lo que se viene con el caso Hermosilla. «Acá no podemos tener absolutamente ninguna mano blanda. Acá se tiene que indagar a fondo y tiene que sancionarse a los que tenga que sancionarse. Caiga quien caiga”, dijo la alcaldesa. Luego, el candidato a alcalde de la oposición por Santiago, Mario Desbordes, adhirió totalmente a la declaración de Matthei y agregó que «ante la justicia somos todos iguales y ese es un principio elemental en las democracias”.
Una previa para las presidenciales. El resultado de las elecciones del 26 y 27 de octubre es un predictor de las presidenciales y parlamentarias de noviembre de 2025. El voto obligatorio es una nueva variable que tiene optimista a la derecha. Lo relevante ahora es lograr, en estos casi dos meses que faltan para los comicios, que el sector pueda separar aguas de los Hermosilla.
Alfredo Jocelyn-Holt es un historiador que siempre ha puesto el ojo en la élite. Licenciado en Derecho de la Universidad de Chile, doctor en Historia de la Universidad de Oxford y autor de más de 10 libros sobre la historia de nuestro país, en esta entrevista analiza el caso Hermosilla y sus efectos para la élite o las élites.
–¿El caso Hermosilla es un golpe a las élites?
-Coincido en que hay que hablar de élites en plural, porque desde los años 1960 se han multiplicado. Han devenido más plutocráticas y transversales, también sectoriales (militares, tecnócratas, figuras de televisión, deporte, espectáculo y, ahora, influencers, gracias a las redes sociales). Incluso personeros de Estado últimamente (jueces, autoridades de Gobierno) saltan hasta en la sopa, cuando se suponía que eran “impersonales” e intachables, varios de ellos recién llegados al mundo del poder.
Por tanto, que Luis Hermosilla hable con cuanta gente es dable por WhatsApp no significa que logre abarcar a tanta élite y encumbrado de repente. Tampoco corresponde marcarlo como chivo expiatorio. De hecho, recurrir al término “élite” en singular, como epíteto populista indiferenciado, es típico de élites ascendentes que pretenden desbancar a poderosos selectos que llevan más tiempo siendo minorías rectoras. Ejemplo de ello es Boric saliéndose de madre en contra de los “señores que se creen todopoderosos”, a fin de recuperar unos cuantos votos perdidos.
–¿Saben recuperarse las élites de estos embates?
-Los principales estudiosos de las élites –Mosca, Pareto, Michels– concuerdan en que no puede no haber élites. Históricamente se producen reemplazos de unas élites por otras.
–¿Cuál es el caso más emblemático que afectó a la élite en el siglo XIX o XX?
-La élite histórica chilena que comprendía múltiples áreas en conjunto (agro señorial, política, comercio, luego banca) fue liquidada como fenómeno histórico de tres siglos mediante la Reforma Agraria. Es decir, dicha élite, un prodigio de supervivencia hasta entonces, no sobrevivió a Frei, Allende ni a la dictadura. Esta última, gestora de muchas otras élites posteriores, terminó siendo su sepulturera final: le convino no restaurar el orden señorial anterior. Obviamente, el Frente Amplio, en su eterno afán por empatar, tratará de medirse con la dictadura en ese plano, mostrándose igual de antielitario, aprovechando este escándalo puntual de los audios. Dudo, sin embargo, que se la puedan. No son sino unos overachievers: se emperran y chantan.
Alumni Derecho UDP
La Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales tiene hoy 4.134 egresados y egresadas y cuenta, desde hace quince años, con un Consejo de Egresados formado por veinte abogados y abogadas de notable desarrollo profesional. Hace dos años se creó la Fundación Alumni Derecho UDP, la que tiene 211 integrantes. Su propósito es promover el sentido de comunidad y cooperación entre las y los abogados UDP, ofreciendo instancias de encuentro. Un rol destacado de la Fundación es apoyar económicamente a las y los estudiantes para que participen en experiencias académicas de internacionalización, como pasantías, intercambios, programas de temporada, moot courts; además de dar sustento económico a talentos académicos que cuenten con gratuidad o CAE. A su vez, ofrece instancias de encuentro entre abogadas y abogados de diferentes generaciones, así como oportunidades de desarrollo profesional, académico y cultural.
La Facultad de Derecho UDP cumple 42 años y es una de las tres que integran la Universidad desde que nació, en 1982. Numerosos son los académicos de la Facultad que se formaron en República 105/112 como la vicedecana Macarena Vargas; los profesores Domingo Lovera, Matías Guiloff, Jaime Luarte, Iñigo de la Maza; Rodolfo Figueroa García-Huidobro, director del Departamento de Derecho Público; Claudio Fuentes Maureira, director Departamento de Derecho Procesal y del Programa de Reforma Procesal y Litigación; las académicas, Lidia Casas, directora del Centro de Derechos Humanos UDP; Loreto Navarro, directora del Departamento de Teoría del Derecho; y Francisca Vargas, directora de la Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados.
Varios abogados y abogadas han sido premiados por la Universidad con el Premio Alumni UDP creado en 2015 para reconocer a las personas que contribuyen y sobresalen en sus áreas de desempeño laboral. Ellos son: Carolina del Río, Isaac Stevens, Francisco Cox, Claudia Bobadilla, Enrique Vergara, y Patricio Walker.
Para conocer más sobre la Fundación Alumni Derecho UDP ingresa aquí.
Municipalidad de Las Condes vació el Botiquín. Joaquín Lavín fue en su momento uno de los alcaldes cautivados con la idea de las farmacias populares del exjefe comunal de Recoleta, Daniel Jadue. Lavín repitió la receta de los medicamentos al alcance de los vecinos, pero en una versión más capitalista denominada Botiquín de Las Condes, que es gestionada en asociación con una de las tres grandes cadenas de farmacias del país.
Los errores del nuevo abogado de Daniel Jadue que descolocaron a las autoridades. El lunes, el exalcalde de Recoleta logró salir de Capitán Yáber, luego de tres meses de encierro. Al final de la revisión de las cautelares que permitió su traslado a arresto domiciliario, su nuevo abogado defensor, Juan Carlos Manríquez, realizó una serie de declaraciones que descolocaron a la Fiscalía, a los abogados que participan de la causa y, también, preocuparon a La Moneda, que mira con cuidado todo lo que pasa en tribunales.
Ola de paros en el Estado. Los empleados públicos no tienen posibilidad de sindicalizarse o hacer huelgas, porque su labor es considerada vital para el funcionamiento del país. Sin embargo, es de conocimiento público que la manera de incumplir el Estatuto Administrativo es a través de las Asociaciones de Funcionarios y realizando paros denominados «turnos éticos».
Lunes 9 de septiembre:
Martes 10 de septiembre:
Miércoles 11 de septiembre:
Jueves 12 de septiembre:
Las audiencias del seremi de Vivienda y Urbanismo metropolitano del segundo Gobierno de Sebastián Piñera. Un artículo de Ciper publicado esta semana señaló que Manuel José Errázuriz, seremi de Vivienda y Urbanismo durante la segunda administración de Piñera, reconoció haber recibido presiones desde el gabinete del entonces ministro Felipe Ward.
Para los fanáticos de la cultura inglesa contemporánea y para salir del tema Hermosilla, les recomiendo que comiencen a investigar la serie In my own words, de BBC One.
Y hasta aquí esta edición de +Política. Si tienen algún comentario, duda o información que quieran compartir, pueden escribirme a jmontalva@elmostrador.cl.
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