Mazda espera que en 2030 entre el 25% y el 40% de sus ventas provengan de vehículos eléctricos.
Teniendo en cuenta los cambios significativos que se han producido en el entorno empresarial, incluidas las tendencias normativas ambientales de los países, los mayores riesgos geopolíticos y el rápido desarrollo de tecnologías avanzadas representadas por CASE, Mazda Motor Corporation estableció las nuevas políticas básicas de gestión, a la vez que anunció las iniciativas clave que promoverá.
El fabricante japonés cree que es deber de cada empresa llevar a cabo su responsabilidad empresarial con la tierra y la sociedad, por lo que continua realizando investigaciones basadas en su filosofía centrada en el ser humano.
En ese sentido, afirman su compromiso con la ingeniería y la fabricación, creando conexiones humanas y desarrollando personas de una manera que eleve su mente y el cuerpo.
Asimismo, se propone a contribuir al combate del calentamiento global a través de una estrategia de electrificación adecuada a las características regionales y necesidades ambientales, y a llevar a cabo una investigación profunda de las personas para comprender de mejor manera la relación de estas con los automóviles para lograr una sociedad automotriz segura y protegida. Todo esto, manteniendo la gestión del valor de la marca y sus valores.
Basado en la idea de “co-crear con otros”, la marca promoverá proyectos de colaboración con una amplia gama de socios, perfeccionará sus valores únicos y se adaptará a cambios ambientales significativos. Además, invertirá en las personas que son el origen de la empresa.
Para lograr la neutralidad de carbono en 2050, se estableció un objetivo provisional de hacer que sus fábricas sean neutrales en carbono en todo el mundo para 2035. Iniciativa que perseguirán en base a tres pilares: conservación de energía, cambio a energías renovables y uso de combustibles neutrales en carbono. En este esfuerzo, la compañía busca contribuir a hacer realidad una sociedad circular sostenible mientras coexiste con las comunidades locales y los residentes.
Además, la marca estableció un enfoque de tres fases hasta 2030 para abordar la electrificación de una manera flexible. En la primera fase hará uso de sus activos tecnológicos que comprenden múltiples tecnologías de electrificación para lograr una reducción de su huella ambiental y producir productos atractivos. En la segunda, presentará un nuevo sistema híbrido y estrenará vehículos eléctricos de baterías.
En la tercera fase, Mazda buscará promover el lanzamiento de una gama completa de vehículos eléctricos con baterías y considera invertir en la producción de estas. Dado esto, el fabricante estima que para 2030, entre el 25% y el 40% de sus ventas a nivel mundial provendrán de este tipo de vehículos.
También llevará a cabo una investigación exhaustiva de personas para comprender y crear modelos de mecanismos entre el cuerpo humano y el cerebro con el objetivo de acelerar el desarrollo de tecnología avanzada de asistencia al conductor centrada en el ser humano para que los futuros vehículos dejen de ser una de las causas de accidentes fatales para 2040. Además, la firma japonesa facilitará la inversión para capacitar personal digitalmente competente capaz de utilizar fácilmente inteligencia artificial (IA) y tecnología de la información (TI).
Desde un punto de vista integral, Mazda analizará tanto las cadenas de valor como las cadenas de suministro para eliminar por completo los desperdicios, las irregularidades y las sobrecargas para afinar sus costos, mejorando así su capacidad para reducir costos y resistir las reducciones en la producción.
Al avanzar hacia 2030, se tendrá como objetivo continuar su investigación basada en su filosofía centrada en el ser humano, crear más experiencias conmovedoras para que las personas disfruten mientras conducen en su vida diaria y brindar más placer a la vida cotidiana que animará y energizará a las personas.