La medida afectará a países latinoamericanos como Chile el 2024.
Reino Unido comenzará a exigir en octubre a las y los visitantes que obtengan un permiso electrónico antes de viajar, una condición que se extenderá en 2024 a todos los países que no necesitan visado de entrada, incluidos los de la Unión Europea (UE).
La Autorización Electrónica de Viaje (ETA, en inglés) será necesaria para turismo, visitas de negocios y estudiantes cuya estancia en el país vaya a ser menor de seis meses.
En las negociaciones del Brexit, Londres y Bruselas establecieron ciertos arreglos para facilitar viajes profesionales y otros desplazamientos, pero no excluyeron a los nacionales de ambos lados del canal de la Mancha de la necesidad de contar con permisos electrónicos de entrada.
La UE, por su parte, prevé poner en marcha asimismo en 2024 el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), que obligará a los británicos y turistas de países exentos de visado a pagar 7 euros por un permiso previo de entrada que será válido durante tres años.
El Gobierno británico no ha hecho público por ahora el coste que tendrá su autorización electrónica, que estará en vigor durante dos años tras su aprobación y servirá para múltiples entradas al país.
A partir del 25 de octubre, los cataríes deberán haber solicitado ese permiso antes de viajar, un requisito que se aplicará asimismo a los ciudadanos de Jordania, Baréin, Kuwait, Omán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos a partir de febrero de 2024.
Durante el próximo año, se agregarán al programa el resto de países del mundo que no requieren visados para visitar el Reino Unido, un grupo que además de España y el resto de Estados de la UE incluye países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay y Uruguay.
En cambio, no necesitarán solicitar autorización de entrada los europeos que residían en el país antes del Brexit y cuenten con el estatus de “asentado permanente” en el Reino Unido, ni los residentes legales en la República de Irlanda.
El sistema “mejorará nuestra seguridad en las fronteras, al incrementar nuestra información sobre aquellas personas que tratan de venir al Reino Unido” y permitirá “evitar la llegada de aquellas que suponen una amenaza”, afirmó en un comunicado el secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick.
Para solicitar el permiso, será necesario enviar a través de una web o una aplicación una fotografía que permita a las autoridades registrar datos biométricos y responder algunas preguntas sobre los motivos del viaje.
El Gobierno británico estima que las autorizaciones se expedirán en unos tres días laborables, aunque espera que la mayoría de ellas reciban luz verde antes de ese plazo.
Londres no prevé incorporar excepciones para facilitar viajes de negocios imprevistos en caso de no contar con una autorización electrónica de entrada en vigor.