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La apuesta por las carnes ahumadas y el primer parque gastronómico de carretera en Curacaví Gastronomía

La apuesta por las carnes ahumadas y el primer parque gastronómico de carretera en Curacaví

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Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista UC
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En la ruta 68, a la altura de Curacaví, se encuentra una picada de sabrosas carnes ahumadas con mesas al aire libre, que forma parte de un proyecto que incluye tres locales más, además de 180 estacionamientos.


A un costado de Los Hornitos de Curacaví, en la Ruta 68, en el kilómetro 48.5 hacia Santiago, se ubica un “smoke house” que se especializa carnes elaboradas en el estilo de Texas (EEUU). Es decir, carne cocinada en ahumadores a fuego lento, con leña de cierto tipo que tiene también su propia “receta de humo”.

La propuesta comenzó hace unos años pero una sociedad se disolvió y el antiguo local se fue un poco más allá y del otro lado de la carretera.

Así surge hace unos meses La 68 Ribs, que sigue el estilo tejano y busca continuar la idea original de ofrecer carnes ahumadas sabrosas y tentadoras, que te hagan volver una y otra vez.

La idea

En 2017, Felipe Bañados junto a un socio decidió comprar a su familia Los Hornitos de Curacaví, el clásico restaurante de comida chilena que cumplió 50 años.

“Los Hornitos es un restaurante bien tradicional de comida chilena y surgió la necesidad de renovar los clientes, porque también el concepto de la comida chilena es para un grapo etario más mayor a no ser que se haga más moderna deconstruyendo algunas cosas”, recuerda.

Buscando un nuevo concepto revisaron algunos iconos de comida exitosa en las carreteras, como las empanadas de Huentelauquén,  las cecinas Soler y los ahumados.

“Pero también en el sur hay harto ahumado, entonces quisimos probar un ahumado que fuera más juvenil. Por eso empezamos a averiguar sobre la comida tejana, la comida barbecue gringa, que tiene un proceso distinto al ahumado tradicional chileno”, detalla.

Así surge hace 3 años, y con otros socios, un conocido local de ahumados que fue ganado adeptos. Pero desde hace unos meses se separaron y cada uno siguió por su lado, en puntos distintos de la carretera.

Bañados entonces decidió crear su propio concepto que es más tejano todavía, emulando el viejo oeste y con cierta estética del Correcaminos y Coyote.

“También decidimos seguir siendo súper tradicionales con la receta tejana, no la estamos adaptando ni chilenizando, estamos ocupando los tiempos reales de cada tipo de carne, con su proceso y tipo de ahumado”, destaca el empresario gastronómico.

Entre los platos, hay costillas ribs y pulled pork en cuanto a carne de cerdo, brisket de vacuno de tapapecho de angus y hasta pollo a la leña, acompañado de porotos rojos con salsa barbacue, unas papas mayo con toques novedosos, el tradicional sabor de la coleslaw y choclo con queso, entre otros.

“La comida tejana tiene una base que es bien similar, si vas a Austin, que no tiene mucha población, hay entre 2 mil uy 3 mil restaurantes que hacen un poco lo mismo, pero qué cambia en la receta en cuanto rug -especies y marinado que se le hace da a la carne- y con las mezclas de las leñas que se le va poniendo su receta. Esa mezcla es la que hace que locales destaque por su sabor único”, afirma Bañados.

“A diferencia del estilo chileno, el procesos de cocción y ahumado se hace con leña frutosa de roble y frutales, algunos bien específicos  como cerezo o manzano, que le da un sabor muy especial”, sostiene.

El sabor

El resultado que se logra son unas carnes tiernas, jugosas y sabrosas que cuentan con un toque ahumado natural, delicado y profundo.

Las Baby Rick Ribs son costillas elaboradas entre 4 y 6 horas que quedan blandisimas y para chupar los huesos. Por otro lado, está el Brisket de Amgus Certificado, un tapapecho que tras 8 horas de cocción es una verdadera delicia.

Y el Pulled Pork es una paleta de cerdo riquísima que con 12 horas de preparación se logra hasta que el hueso se despegue solo

El pollo, por su parte, es muy sabroso al venir condimentado con un toque levemente picante y con aliños como paprika.

En cuanto a acompañamientos, son seis opciones: papas mayo hechas con apio y pepinillos, más un aderezó de mayonesa y mostaza; porotos rojos bbq, la clásica ensalada coleslaw de repollo y zanahoria y un toque ácido-dulce; macarrones con queso; choclo con queso,  y las infaltables papas fritas.

Para tomar, cerveza bien fría, sangría y vino, entre otras opciones sin alcohol.

Para los amantes de los sándwiches hay dos opciones realizadas en pan brioche de La Masandera y aseguran que “sus mezclas de sabores te duraran toda la Ruta 68 hasta tu destino”.

El Pulled Pork tiene coleslow, jalapeño, mayonesa de la casa y pepinillo dill; mientras que el Brisket Angus Certified es a base relish, repollo, zanahoria y cebolla encurtida, mayonesa de la casa, mostaza.

De postre hay helados artesanales y cheesecakes de maracuyá o frutos rojos, que son abundantes, pero no pesados.

Parque gastronómico solar

Desde marzo se ha empezado a construir en el lugar el primer parque gastronómico solar de carretera en nuestro país.

En alianza con Enex, serán 180 estacionamientos cubiertos con placa solar que integrarán un espacio de 14 mil metros cuadrados para cuatro locales de comida. El objetivo es que esa energía se utilice en los locales y también parte llegue al sistema interconectado. 

“La idea es que la gente pueda parar y tenga una oferta bien variada, que satisfaga distintos gustos y sin toparse. La idea es transformarse en el primer parque gastronómico en carretera de aquí al verano, con áreas verdes y un espacio común donde se puede compartir”, explica Felipe Bañados.

El área está acondicionada para niños, con un espacio de juegos,. También hay áreas de descanso y relajo para adultos.

Además, habrán un lugar de reciclaje de plásticos, cartón y vidrio.

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