La venta de estos alimentos subieron 11,4% en el primer trimestre de 2024 y muchos locales han optado por abrir cocinas paralelas para hacer frente a la demanda de pedidos a domicilio.
Hamburguesas, pizzas, completos y papas fritas siguen siendo los productos preferidos de comida rápida por parte de los chilenos.
Mientras la venta de estos alimentos y similares aumentó un 11,4% el primer trimestre de 2024, según el estudio realizado por la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) y la Cámara Nacional de Comercio (CNC), los restaurantes tradicionales se suman a la tendencia de enviar sus productos a domicilio. Esto genera una nueva exigencia: preparar rápido y mantener la misma calidad del local presencial.
“La pandemia generó un crecimiento importante en los despachos de comida a domicilio, lo que permitió que los restaurantes pudieran seguir operando. Esto sumado a las aplicaciones de pedidos, provocó que muchos locales tuvieran que potenciar su capacidad de producción en la cocina, porque además de preparar los alimentos para atender de manera presencial, había que tener en cuenta los pedidos y su demanda”, explica Juan Pablo Vera, business manager para Canal Horeca de Marsol.
Lo anterior, generó que varios restaurantes, especialmente en la región Metropolitana, tuvieran que instalar una cocina paralela, que tuviera la capacidad de cocinar rápido y en grandes cantidades para absorber la demanda de los pedidos a domicilio, pero con un desafío importante: mantener la calidad del producto final.
“Lo que buscan los restaurantes abriendo su propia dark kitchen, es continuar viabilizando el negocio. Y en la comida rápida, donde la demanda es alta, se busca que el plato que se lleva a domicilio, sea de la misma calidad que el que se sirve en el restaurante. Aquí la tecnología es un aliado fundamental, porque permite cocinar, por ejemplo, varias hamburguesas al mismo tiempo y con una textura y sabor estandarizado, lo que asegura que al momento de montar, no se note la diferencia”, explica el ejecutivo.
Hoy el mercado ofrece equipos, como freidoras con capacidad de preparar 13 kilos de papas fritas por hora, o 300 hamburguesas en pocos minutos en forma paralela.
“Lo principal, es que los restaurantes tengan el equipo más adecuado para responder a las exigencias de sus clientes. Actualmente la mayoría de los equipos más modernos ofrecen la opción de programar las recetas y así, estandarizar el producto final, obteniendo un producto final de buen sabor y nutritivo”, cierra Vera.
De acuerdo con datos de la CNC y Achiga; el 78% de la venta de comida rápida se hace en el local y el 22% a través de canales de venta online, en su mayoría a través de aplicaciones móviles.